Alianza

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Crocus, castillo real

—¿Alguien le declaro la guerra a Fiore? —pregunto Draculos Hyberion, presidente del consejo mágico, al rey.

—Si —contesto Thomas E. Fiore con la cabeza baja.

—¿Quién fue el estúpido que hizo tal cosa?

El presidente del consejo mágico no se creía tal cosa, después de todo quien le declara la guerra a Fiore se la está declaran a todos los gremios mágicos y a ellos, el consejo mágico.

—Natsu Dragneel —dijo después de una larga pausa.

—¿Te refieres a E.N.D? —pregunto con una ceja levantada.

—Él no puede ser E.N.D —gruño el rey—, Natsu no sería capaz de matar a una persona. Él fue quien nos salvó del Rogue del futuro, ¿acaso se le olvido eso?

—Esos son los hecho —hablo de manera fría—. Natsu Dragneel, no existe, su nombre verdadero es E.N.D —Mientras más hablaba el rey lo miraba con más desprecio—. Acéptelo de una vez, lo han engañado.

—¡Salga de mi reino! —exclamo el rey señalando la salida de su despacho.

—Como usted quiera, pero eso no cambiara en nada nuestro objetivo —Hyberion camino hacia la gran puerta de madera—. Le pondremos precio a la cabeza de E.N.D.

—¡Salga!

***

Casa de Lucy

Happy miraba con la boca hasta el piso y con los ojos bien abierto a Natsu quien se encontraba en la ventana, la cual tenía las persianas cerradas, el abría un poco las cortinas para poder ver como todos los guardias corrían en dirección al estadio.

Happy desvió su mirada hacia Lucy quien estaba sudando frio y tragaba saliva a cada rato. La maga se encontraba sentada en una de las sillas del comedor y el felino azul está sentado en su regazo.

—¿Porque lo trajiste aquí? —pregunto el gato en un susurro lo suficiente bajo para que Natsu no escuchara pero para que si pudiera escucharlo la rubia.

—El me trajo aquí yo no lo traje —susurro.

—¿Cómo sabe que esta era tu casa?

—No lo sé.

El ruido de una silla arrastrándose hizo que ellos dos dieran un pequeño salto en la silla. Lucy y Happy levantaron la cabeza y vieron como Natsu se sentaba en frente de ellos, E.N.D hizo sonar su cuello y luego puso sus brazos y su cabeza en la mesa de madera, y se puso en una posición que la maga y el felino pensaron que se iba a dormir.

Después de unos minutos Natsu se levantó de la silla y miro fijamente a Lucy. La maga celestial miro sorprendido los ojos de su amigo, su mirada no cargaba ningún sentimiento, solo pudo ver por un momento una pizca de cansancio y lo que más sorprendió a Lucy fue que sus pupilas eran rojas en vez de jade como eran antes.

—¿Puedes arreglar esto? —pregunto señalando su cabello rosa, que ahora era más largo. Lucy asintió como respuesta—. Bien.

El chico arrastro la silla y la puso al lado de Lucy, al sentarse el demonio quedo de espaldas a la maga. Lucy miro a Happy y el felino la miro a ella, luego los dos miraron a Natsu quien esperaba a que la rubia empezara su trabajo.

—Primero necesito unas tijeras —apunto la chica en un susurro. Natsu suspiro cansado.

—Búscalas.

Lucy lo dudo por un segundo pero al final termino levantándose de la silla, revolvió algunos cajones de la cocina hasta que encontró una tijera. Al volver encontró a Happy volando a la altura de Natsu quien se encontraba con la vista fija en la puerta de la casa y el felino la tenía en el pelirosa.

E.N.D [Reescribiendo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora