Híbridos

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—No vuelvas a cometer otro error, Natsu —sugirió Zeref de forma macabra a su demonio—, no quieres ver a tu querida prometida en aquella sala, ¿cierto?

***

Desde kilómetros podías ver el humo negro proveniente del gremio Sabertooht, los demonios habían incendiado el gremio y unas cuantas casas de la ciudad, y todo iba de mal a peor; cada mago peleaba, los demonios se sentían confiados, bastante confiados.

A unos cuantos metros de ellos una casa exploto, el techo salió volando por el cielo y cayo a unos centímetros de Minerva, cuando el humo proveniente del pedazo de madera se desvaneció frente a la maga se sorprendió al ver a Natsu.

—Maestro —los demonios se arrodillaron frente al chico de ojos escarlatas.

La marca de Fairy Tail de Natsu estaba cubierta por una venda y en su mano arrastraba el cadáver de Rufus Lorh. Los compañeros del difunto intentaban acercase a él pero los demonios le impedían acercase al mago. Sting veía con horror como la persona que admiraba tanto arrastraba el cadáver por el suelo como si fuera una bolsa se basura. Natsu lamio los labios que tenían rastro de la sangre del mago de Sabetooth, cuando soltó el cuerpo sin vida los demonios le dieron paso a los compañeros se acercaron a la "basura" —como lo llamaba E.N.D—.

Minerva no sabía qué hacer, simplemente se quedó paralizada en su lugar mientras veía el rostro de Natsu a pocos centímetros del suyo. E.N.D miro con curiosidad al fenómeno en frente de él; ella no era ni demonio ni humano, era, como él.

—No sabes en lo que te has convertido —le dijo con una sonrisa maligna.

—¿A qué te refieres? —pregunto después de tragar saliva.

—Ya no eres humana —Levanto su mentón—, tampoco demonio —La sonrisa se borró del rostro del demonio y sus ojos volvieron a ser jades—. Por tu bien es mejor que no pongas resistencia —murmuro.

—¿Cómo?

—¿E.N.D? —Kyokai había escuchado esa frase, Natsu se maldijo a sí mismo.

Se separó de Minerva y vio a la demonio, que estaba dándose un pequeño festín con unos niños que había intentado huir. El demonio de Fuego cambio el jade de sus pupilas por el color sangre y la miro con odio.

—Acaba tú con esto, yo me la llevo —ordeno y ella le dio una reverencia como respuesta.

E.N.D cargo a la Orland como un saco de papas y sin mirar atrás se elevó al cielo mientras dejaba atrás los gritos de Sting.

Ya estaban lo suficientemente lejos para que nadie los escuchara, aterrizo a las afueras de una aldea. En todo el camino hasta aquí Minerva lo golpeaba en su espalda, esos golpes en aquel lugar especial le sacaron el aire en varias ocasiones y con los grito de la chica en su oído eran insoportables. Cuando la soltó ella se puso en posición defensiva cosa que molesto al chico.

—Oye estúpida —escupió molesto—, te he salvado de presenciar una masacre y aun así te pones en posición se defensa

—Hubiera preferido morir con mis amigos que ser la única que quedara con vida, además no confió en ti como los demás lo hacen —declaro—. Mataste a Rufus.

***

—Lucy, por favor ábreme la puerta —Erza recibió como respuesta un sollozo.

***

—Te voy a explicar en la posición en la que te encuentras —dijo Natsu un poco más calmado, Minerva bajo un poco la guardia
»Como ya te dije no eres humana —Orland bajo la mirada al recordar su error del pasado—, pero tampoco eres un demonio —Eso la confundió.
»Ahora eres un híbrido, en resumen, un fenómeno. Pero hay algo con lo que debes tener cuidado, si Zeref se le da la gana de quitarte tu capacidad para pensar, date por muerta.

E.N.D [Reescribiendo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora