17. Halloween

23 3 0
                                    

Carly y Adam organizaron una fiesta de Halloween en su casa, lo cual me emocionaba enormemente. Siendo una apasionada de los disfraces, me encantó la idea de disfrazarme, y a Matty parecía gustarle igual. Aprovechando que había vuelto a su cabello castaño oscuro y que ninguno de los dos se había disfrazado de algún personaje de Harry Potter antes, decidimos que seríamos Ginny y Harry.

Además, este disfraz resultó ser el más fácil de encontrar en las calles de Londres. Al menos una vez en la vida, algún inglés se había disfrazado de la saga.

Después de insistir bastante, mi novio finalmente aceptó que le alaciara el cabello.

— Ya lo habías hecho antes, no sé por qué te quejas — comenté, cogiendo uno de sus rizos para pasarlo por la plancha.

— Sí, amor, pero eso lo hizo una profesional — respondió con gesto de temor cuando solté el mechón caliente cerca de su rostro.

Lo observé fingiendo estar ofendida.

— Yo soy una profesional, Healy - le dije, dándole un golpe en el brazo — Y no hables más si no quieres que te queme — lo amenacé.

Él soltó una risa.

Después de alisar su cabello, era mi turno de arreglar el mío. Era bastante sencillo realmente; solo cogí un mechón y lo llevé detrás de mi oreja, lo aseguré con un prendedor y listo.

— Hola, Ginny Weasley  — dijo mi novio en mi oreja, dándome una pequeña mordida.

Reí.

— No puedo creer que vestida así te excite — lo miré por el espejo.

— Amor, tú me excitas usando cualquier cosa, pero sería divertido hacerlo usando esto, ¿o no? — me miró señalando los uniformes.

Lo miré divertida y luego lo pensé un poco, y tenía razón.

Después de una pausa para tener sexo, nos subimos al auto

Al arribar a la casa de Adam y Carly, nos sorprendió ver que el rubio y su novia estaban disfrazados de Hermione y Draco Malfoy, cumpliendo mi afirmación de que eran los disfraces más fáciles de encontrar en las calles de Londres. La coincidencia nos hizo reír, y todos pensaron que nos habíamos coordinado.

Después de un rato, Sophie compartió la historia de su pelea con George, ya que el baterista se había negado a disfrazarse de Fred de Scooby-Doo.

—  Ahora mi disfraz no tiene sentido — bufó la castaña, luciendo una peluca pelirroja.

— Daphne es aún más icónica sin Fred — intenté animar a mi amiga.

Camille, disfrazada de Ghostbuster junto con Ross, asintió, estando de acuerdo conmigo.

Carly arribó emocionada con una bandeja que contenía tres shots de un líquido de procedencia dudosa.

—Tomen uno — indicó Carly.

Las tres cogimos los pequeños vasos. Nos observamos y bebimos el contenido; mis amigas hicieron gestos de desagrado, y me preocupó no hacer lo mismo.

— ¿Qué diablos es esto, Carly? — preguntó Camille.

La castaña soltó una risa.

— El primo de Adam lo trajo de Noruega - dijo entre risas — lo siento, eran las únicas que faltaban por probarlo.

— ¿De Noruega? —repitió Sophie, haciendo una mueca. — ¿Y qué es exactamente?

— No tengo ni idea — admitió Carly, encogiéndose de hombros.

Oh Caroline!  (Matty Healy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora