39. Greg

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La última fecha en el MSG era hoy, y la ciudad vibraba con la misma intensidad que mi móvil sobre la mesita de noche. Estos días habían sido una locura completamente, quince fechas en la arena más famosa del mundo entero. Aún no puedo creer que esto haya sido posible.

El móvil no dejaba de vibrar, interrumpiendo mis escasos momentos de descanso. Por un segundo, pensé que era Greg. Las cosas con él seguían en un limbo emocionante, pero indefinido, justo como aquel día de mi cumpleaños. No teníamos nada formal; solo disfrutábamos del momento, aunque él siempre insiste en querer más. Pero en este apartamento, mi santuario personal, no hay lugar para complicaciones sentimentales.

Para mi sorpresa, no era Greg quien perturbaba mi paz, sino Twitter. Había vuelto a las redes sociales a principios de año, manteniendo Twitter como mi única ventana al mundo exterior. Las demás cuentas seguirán siendo privadas.

Cientos de menciones inundaban mi notificaciones, un fenómeno que no experimentaba desde hace tiempo. Curiosa decidí investigar el motivo del alboroto.

The 1975 había lanzado su cuarto single.

La historia se repetía, como cuando salió el segundo single. La gente insistía en que la letra tenía algo que ver conmigo. Pero había evitado escuchar la canción y cualquier cosa de la banda, como si con ello pudiera esquivar los recuerdos de Matty.

"All I Need to Hear" era el nombre del single. Tal vez no debería escucharla, para qué mortificarme y hacerme daño de...

Pensé antes de darle play, pero mi naturaleza curiosa y masoquista ganó la batalla.

La melodía comenzó, y las palabras de Matty se filtraron en mi apartamento, cada verso un eco de nuestro pasado. Suspiré, convenciéndome de que esto no era para mí. Matty había hecho contacto cero conmigo después de nuestra ruptura.

No tenía idea de para quién era la canción, y aunque quisiera decir que no me dolía, que no había sido lo suficientemente importante como para inspirar una canción... pues sí, me dolía.

Me tiré en mi cama, permitiendo que las lágrimas fluyeran libremente.

El móvil volvió a vibrar, y sin mirar, respondí:

- No importa si no eres sincera, solo dime lo que necesito escuchar.

Me levanté rápidamente de la cama... era Matty.

- ¿Matt? - cuestioné al móvil, mi voz un reflejo de la confusión que sentía.

- Cherry - dijo mi apodo, y un nudo en mi garganta comenzó a crecer.

- Necesito que escuches una canción - comenzó a decir rápidamente.

- Ya la escuché - admití, mi honestidad siempre presente.

- ¿Entonces me dirás que me amas? - Lo conocía lo suficiente como para saber que estaba sonriendo.

Sí, lo amaba, pero ¿qué era esta forma de volver luego de tanto tiempo? ¿Quién se creía que era?

- Sí, te amo, Matthew, pero ¿qué crees que va a pasar? ¿Que escucharé tu nueva canción y correré a tus brazos? Han pasado muchas cosas. En la boda estaba dispuesta a dejar todo mi orgullo y volver contigo, pero dijiste que no estabas listo. ¿Y ahora crees que yo estaré aquí esperando por ti? - pregunté exaltada, mi voz un torbellino de emociones.

- No, no solo... - suspiró - déjame intentarlo, te quiero de regreso, amor - dijo en un susurro, y por un momento, mi corazón se detuvo.

El silencio que siguió a la llamada fue ensordecedor. Mi corazón latía con fuerza, cada pulsación un recordatorio de las palabras de Matty. "Te quiero de regreso, amor", había dicho, y esas palabras resonaban en mi mente como una melodía agridulce.

Oh Caroline!  (Matty Healy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora