11.Timothy

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Detestaba los días plagados de reuniones, aunque eran una necesidad. Cerré la computadora y, exhausta, decidí tomarme un respiro. Rápidamente, envié un mensaje a Matty.

"¿Qué estás haciendo?"

"Escuchando la conversación de Adam con Carly."

Reí.

"¿Puedes venir?"

En menos de dos minutos, Matty llamaba a mi puerta. Acomodé mi playera que actuaba como vestido y abrí.

- ¿Todo bien? - preguntó al entrar.

Asentí y cerré la puerta.

Lo miré y me dirigí directamente a sus labios. Tomó un momento seguirme el juego, quizá no lo esperaba. Me guió hacia el escritorio, me senté en él, Matty tomó mis piernas y las abrió para estar más cerca. Acariciaba mis muslos mientras su lengua jugaba con la mía. Nunca había sentido este deseo hacia alguien; Matty me hacía experimentar sensaciones que pensé solo existían en las películas.

Gemí al sentir su mano cerca de mi entrepierna, pero parecía querer torturarme, ya que retiró su mano y la llevó a mi trasero, subiendo mi vestido. Metió su mano por debajo de mi ropa y comenzó a acariciar mis pechos.

- Matty... - gemí en sus labios.

- ¿Quieres que pare? - preguntó.

Negué con la cabeza.

Mi piel se erizaba cada vez que Matty apretaba mis senos, y no paraba de soltar pequeños gemidos. Dejó su mano izquierda en mi pecho, mientras con la otra bajó directo a mi entrepierna, acariciándome encima de mis bragas.

- Ah - solté un fuerte gemido.

- Si quieres que siga, no puedes hacer ruido - asentí con la cabeza mientras me mordía el labio.

- Mierda, no hagas esa cara, si no te voy a follar en este mismo instante.

- ¿Y qué te lo impide? - pregunté coqueta, desabrochando sus pantalones.

Metí mi mano en ellos, acariciando su miembro encima del boxer. La alarma empezó a sonar; mi última reunión estaba por comenzar, y todos los lunes nos reuníamos para revisar cada pendiente de la semana.

- Mierda - murmuré.

- ¿Qué pasa? - dijo separándose.

- Jamie no debe tardar en llegar.

Suspiró y subió el cierre de su pantalón.

- Me debes una - me señaló, caminando hacia la puerta.

- ¿Una qué? - reí levantando la ceja.

- Cancela la junta y descúbrelo - sonrió coqueto.

- Sabes que no puedo, lo siento. Lo compensaré más tarde - tomé su rostro entre mis manos y le di un corto beso.

Asintió. Jamie llegó 10 minutos después de que Matty salió de la oficina. Al concluir la reunión, Jamie debía ir con los chicos al estudio, y mi turno había finalizado.

Oh Caroline!  (Matty Healy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora