4.Desayunó

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Llegamos a la casa de Matty, quien insistió en conducir mi auto, y tal vez tenía razón. Agradecía que, siendo famoso, tuviera chófer. Su hogar era lujoso y moderno, con una fachada de cristal y acero. Matty nos abrió la puerta con una sonrisa y nos invitó a pasar.

- Bienvenidos a mi humilde morada - dijo con ironía, haciendo un gesto con la mano.

El lugar era amplio y elegante, con muebles de diseño y una decoración minimalista. En las paredes, cuadros abstractos. En una esquina, un piano de cola y una guitarra eléctrica. En el centro de la sala, una mesa de cristal con varios premios musicales encima.

- Line - dijo George - Sophie no me cree que le escribiré una canción.

Me reí, y ella solo lo miraba confundida.

- ¿Tienes una banda o algo parecido? - preguntó Sophie con el ceño fruncido, haciendo reír a todos.

- Vaya... creí que... - comenzó a decir George.

- ¿Qué? - insistió Sophie con curiosidad.

- Pues que sí tengo una banda - dijo incrédulo, mostrándole uno de los premios que Matty tenía en su sala de estar. Era un Brit al mejor álbum de rock alternativo.

- ¿En serio? - exclamó Sophie, sorprendida.

- No te preocupes, Sophie, yo tampoco sabía quiénes eran - le dije, bromeando.

Matty soltó una pequeña risa y me miró divertido.

- Me alegra que ya no seamos solo nosotras las únicas mujeres aquí - dijo Carly, sentándose a mi lado.

Me reí.

- Es bueno ver a Matty con alguien. La pasó muy mal a finales de año, y saber que se está recuperando me alegra - decía ella con sinceridad.

- No, no, no estoy saliendo con Matty - reí nerviosa. Sentí que mis mejillas se ponían rojas y desvié la mirada.

- Oh, lo siento. Como no dejaba de preguntar por ti y luego los vi juntos, yo creí... lo siento - se veía realmente avergonzada. Se mordió el labio y bajó la cabeza.

- No te preocupes - le sonreí, intentando tranquilizarla con un gesto de la mano.

Después de aclarar el malentendido con Carly, continuamos charlando y riendo en la casa de Matty. George y los demás chicos compartieron anécdotas de sus giras y experiencias musicales, mientras Sophie y yo nos sumergíamos en historias más cotidianas.

Matty se unió a la conversación, aunque de vez en cuando parecía distante, como si algo lo estuviera distrayendo. Sus ojos se perdían en pensamientos que no compartía con el resto. Sentí una punzada de curiosidad y preocupación. ¿Qué estaría pasando por su mente?

Miré el reloj y noté que la hora avanzaba. Era momento de irnos, aunque Sophie parecía disfrutar de la compañía de George. Ambos bailaban y reían como si fueran novios de toda la vida. Me acerqué y susurré a Sophie al oído.

- Sophie, vámonos ya.

Ella bufó y me hizo un puchero.

- Line, por favor, déjame quedarme un rato más. Estoy pasándola demasiado bien.

Oh Caroline!  (Matty Healy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora