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Todo HYBE era un desastre. Los managers, staff, miembros de bts e incluso bang PD estaban en el apartamento de la banda. Había pasado algo muy grave, que era un video sexual de un miembro. Lo grave no solo era todo lo que dirían los internautas, los periodistas, las armys, y sumándole todas las bromas y denigraciones que le llegarían al maknae, lo más grave era que se había violado su privacidad y la de su novio, al cual no había visto desde que volvieron de Japón. Todo estaba volviendo loco al pobre Jungkook, le habían filtrado un video sexual al mismo tiempo que lo sacaron obligadamente del closet.

¿Lo bueno? Casi ni se notaba que era él, por lo que la empresa podía negarlo.

¿Lo malo? Su novio si se veía, y no había manera de defenderlo sin quedar expuesto él.

Obviamente Jungkook quería defender a su amado Yeon a toda costa, pero la empresa se lo negó.

Era su carrera o su novio.

Ese pensamiento lo había dejado dando vueltas en su departamento todo el día, toda la noche e incluso lo estaba atormentando ahora.

No quería dejar a su novio a la deriva. Él tenía una vida, una familia, una carrera, estudios, amigos. Era humano. No podía dejar que la persona que más ama en el mundo se incendie solo y él sea salvado.

No era justo.

¿Pero qué podía hacer?

¿Pedir que no difundan el video? Demasiado obvio que era él.

¿Denunciarlo hasta que lo borren? Estaba seguro que más de mil cuentas lo habrían descargado.

¿Comprar twitter y eliminarlo de todos lados? Sonaba tentador, pero era imposible.

Lo único que quería era estar junto a su pequeño novio y abrazarlo hasta fundirse en uno y que el mundo exterior se calle, aunque sea en su cabeza.

Estaba en una silla de brazos cruzados y cabeza gacha, durante segundos levanto la mirada para inspeccionar la salida.

Una de las abogadas de la empresa se encontraba junto a un manager. Ninguno de los dos parecía fuerte.

- ¿Qué piensas hacer? -escuchó una gruesa voz detrás suyo.

- Iré a ver a Yeon.

- ¿Y él quiere verte?

- Tendrá que

Dejo a Namjoon atrás y se levanto para ir hacía la salida. Manos trataron de agarrarlo pero él era más fuerte. Cruzo la puerta y corrió por la empresa hasta el estacionamiento.

Ya sabía que la entrada estaba llena de fans exigiendo su expulsión del grupo y periodistas de todo el mundo buscando su palabra, así que tuvo que ir por un túnel detrás del edificio creado especialmente para cuando los artistas no quieren ser vistos.

No tenía manera de llamar a Yeon, los managers le habían quitado el teléfono para que no cometa una locura.

Manejo durante lo que fueron minutos pero se le hicieron horas hacia el departamento de su chico. Tapado competente y con un barbijo fue hacia la puerta. Tocó y tocó hasta que Yeon le abrió la puerta.

Estaba en pijama y no parecía haber llorado, pero si parecía que no pego un ojo en toda la noche.

- Koo - lo llamó por su apodo- ¿Que haces aquí? Pensé que estarías en la empresa

- Tenía que verte antes -se acercó al menor y lo abrazo. Por la diferencia de estatura tuvo que agachare.

En todo el camino hacía aquí solo pensaba en reconfortar a su novio, pero una vez acostados en el sillón, y en la calidez de los brazos de Yeon se dió cuenta que en realidad lo que quería era ser reconfortado él.

- Tengo miedo -confesó el mayor.

- Yo también, mi amor, pero ya esta hecho.

Jungkook pensó en si confesarle lo que iba a hacer la empresa.

Si. Merecía saber la verdad.

- L-la -suspiro. Se estaba trabando al hablar- La empresa quiere... -no encontró las palabras para decirlo.

- ¿Qué quiere?

- Quiere negar que soy yo el de la foto.

Silenció.

Jungkook deseo leer el pensamiento de su novio, pero lo único que supo hacer fue levantar la mirada y tratar de descifrar sus ojos.

Esos ojitos lindos que siempre destellaban alegría ahora no decían nada. Eran negros y vacíos.

- ¿Quieren limpiar tu imagen? -preguntó serio.

- Si, pero yo no quiero limpiar la mía y dejarte con todo el cargo a ti, precioso.

Yeon suspiro.

- No lo veo mal. Quiero decir -siguió hablando- tú eres una estrella y yo un chico ordinario.

- No eres ordinario -aclaró Jungkook- Eres el chico más inteligente -beso una mejilla- divertido -beso la otra mejilla- precioso -beso su frente- y extraordinario -besó sus labios- de todo el mundo.

Yeon se hizo pequeño en su lugar. Jungkook lo quiso abrazar y ahí noto la cantidad de capas de ropa que Yeon tenía. Disimuladamente metió la mano bajo la remera, algo que siempre hacía así que Yeon no noto nada raro. Tenía dos remeras, un buzo y una campera de Jungkook que le quedaba lo suficiente grande para tapar toda la ropa debajo. Hacía frío en Seúl, pero tampoco para tanto. Además Yeon siempre solía tener la calefacción encendida.

- ¿Por qué tienes tanta ropa puesta? -pregunto el mayor sin sacar su mano de debajo de la ropa.

El menor dudó - Siento que quiero cubrirme. Mi privacidad fue violada y mucha gente me vio desnudo -suspiró triste- no quiero que me vean.

Jungkook solo supo besarlo y consolarlo. Le encantaría sacar toda la tristeza del menor y ponérsela él.

Su amado Yeon no merecía esto. Él ya estaba acostumbrado al dolor, pero Yeon era como un niño al que quería cuidar. Él había sido criado por su abuela y mamá, por lo que siempre fue un niño de bien, de casa, cero problemas, estudioso y saludable. Todo lo contrario a Jungkook.

Era muy dulce y Jungkook tenía miedo de corromperlo.

Tenía... por qué ya lo hizo.

𝗦𝗘𝗘𝗦𝗔𝗪 ━ Jeon JungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora