Antoine estaba sentado en el elegante lobby del hotel, revisando algunos correos en su tablet mientras disfrutaba de un café. Estaba cansado, pero satisfecho con su reciente éxito profesional. Sin embargo, su mente no podía dejar de pensar en Yeon y en la extraña distancia que había sentido entre ellos últimamente.
De repente, una figura apareció en su campo de visión. Al levantar la vista, se encontró con una mujer desconocida, con una expresión que denotaba urgencia y determinación.
—Hola, Antoine, ¿verdad? —dijo Rain, su voz firme.
Antoine frunció el ceño, incómodo por la presencia de una extraña que parecía saber quién era. —Sí, soy yo. ¿Puedo ayudarte en algo?
Rain se sentó en la silla frente a él sin esperar una invitación. —Necesito hablar contigo sobre Yeon. Es importante.
El corazón de Antoine dio un vuelco. —¿Qué pasa con Yeon? ¿Le ha ocurrido algo?
Rain negó con la cabeza. —No, no exactamente. Pero creo que debes saber algo. Lo vi con Jungkook.
Antoine se quedó en silencio, su expresión se endureció mientras procesaba las palabras de Rain. —¿Qué estás insinuando?
Rain sacó su teléfono y comenzó a buscar una foto. —Sé que esto va a ser difícil de creer, pero Yeon te está siendo infiel con Jungkook. Aquí, mira esto.
Le mostró una foto de Yeon y Jungkook en una postura íntima, abrazándose y besándose apasionadamente. Antoine tomó el teléfono, sus manos temblaban mientras examinaba la imagen. Su mente se negaba a aceptar lo que veía.
—Esto no puede ser cierto —dijo, su voz apenas un susurro. —Yeon jamás me haría esto. Debe haber algún malentendido.
Rain suspiró, sintiendo una mezcla de compasión y satisfacción. —Sé que es difícil de aceptar, pero yo misma los vi. No hay ninguna duda.
Antoine apartó la mirada, sus pensamientos eran un torbellino de emociones. Había confiado en Yeon con todo su corazón, y ahora esa confianza se sentía rota en mil pedazos.
—¿Por qué me estás diciendo esto? —preguntó finalmente, su voz quebrada. —¿Qué ganas tú con todo esto?
Rain se encogió de hombros, manteniendo su tono serio. —No es lo que gano yo. Es lo que tú mereces saber. Nadie merece ser engañado de esta manera.
Antoine se levantó abruptamente, incapaz de seguir escuchando. —Necesito... necesito estar solo.
Antoine se alejó de Rain, tratando de procesar lo que acababa de ver. Pero antes de que pudiera irse demasiado lejos, Rain lo llamó de nuevo.
—¡Espera, Antoine! —su voz era urgente, casi desesperada.
Antoine se detuvo a regañadientes, volviendo a girarse hacia ella. —¿Qué más podría haber? —preguntó con voz temblorosa.
Rain dio un paso adelante, su expresión se volvió más grave. —Hay algo más que necesitas saber. No quería decírtelo de esta manera, pero creo que mereces la verdad completa.
Antoine frunció el ceño, su paciencia se estaba agotando. —¿Qué es ahora?
Rain tragó saliva, consciente de la bomba que estaba a punto de soltar. —Hay un video filtrado de Yeon y Jungkook, en el que están cogiendo. No es solo una foto, Antoine.
La cara de Antoine se puso pálida. Negó con la cabeza, intentando rechazar la realidad que Rain le estaba presentando. —No, no puedo creerlo. Yeon jamás haría algo así. Debes estar equivocada.
Rain sacó su teléfono de nuevo, navegando hasta el video. —No estoy equivocada. Aquí está el video. Míralo tú mismo.
Le pasó el teléfono, y Antoine, con manos temblorosas, tomó el dispositivo. Su corazón latía con fuerza mientras reproducía el video. La pantalla mostraba a una pareja claramente teniendo relaciones. No se veía con claridad a los hombres ya que la cámara estaba algo lejos, pero él conocía el cuerpo de Yeon y los ruidos que hacia cuando estaba excitado. La evidencia era innegable.
Antoine sintió que el mundo se desmoronaba a su alrededor. Su estómago se revolvió violentamente y la náusea lo golpeó con fuerza. Sin decir una palabra, se giró y corrió hacia el baño más cercano.
Rain lo siguió con la mirada, sabiendo que había logrado su objetivo. Antoine apenas llegó al baño antes de vomitar en el lavabo, su cuerpo convulsionándose con la traición y el dolor.
Cuando finalmente se enderezó, miró su reflejo en el espejo. Su rostro estaba pálido y sudoroso, sus ojos llenos de angustia y confusión. No podía creer que Yeon, la persona en la que había confiado ciegamente, hubiera hecho algo así.
Regresó al lobby, sintiéndose débil y destrozado. Rain lo esperaba con una expresión de falsa simpatía. —Lo siento, Antoine. Sé que esto es mucho para asimilar. Pero al menos ahora sabes la verdad.
Antoine no respondió. Simplemente se quedó allí, mirando fijamente el vacío, su mente luchando por comprender la magnitud de la traición de Yeon.
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Yeon y Jungkook yacían juntos en la cama, sus cuerpos entrelazados después de un apasionado encuentro. La habitación estaba en penumbra, iluminada solo por la tenue luz de la luna que se filtraba a través de las cortinas. El silencio era cómodo, roto solo por la respiración suave de ambos.
Yeon giró la cabeza para mirar el reloj en la mesita de noche. La esfera marcaba las once y cuarto. Sabía que pronto tendría que irse, pero deseaba prolongar el momento tanto como fuera posible.
—Tengo que irme antes de la medianoche —murmuró Yeon, sus dedos trazando círculos en el pecho de Jungkook.
Jungkook frunció el ceño, su mandíbula se tensó ligeramente. —¿Por qué? Quédate un poco más.
Yeon suspiró, apartando la mirada. —Antoine debe estar esperandome. No puedo desaparecer toda la noche sin levantar sospechas.
Jungkook se incorporó, su expresión se endureció mientras lo miraba. —¿Por qué sigues con él, Yeon? Sabes lo que siento por ti. No quiero seguir siendo tu segundo plato.
Yeon se sentó, sus ojos reflejaban la mezcla de felicidad y dolor que sentía. —No es tan sencillo, Jungkook. Antoine ha sido bueno conmigo, y hay muchas cosas en juego. No puedo simplemente abandonar todo de la noche a la mañana.
—¿Y yo qué? —Jungkook alzó la voz, su frustración era evidente. —¿Qué somos nosotros entonces? ¿Un escape temporal?
Yeon negó con la cabeza, sus ojos llenos de lágrimas. —No, Jungkook. Tú eres más que eso para mí. Pero la situación es complicada. No quiero hacerle daño a nadie.
Jungkook se levantó de la cama, cruzando los brazos sobre el pecho mientras miraba por la ventana. —Siempre es complicado, ¿verdad? No me gusta compartirte, Yeon. Me mata verte irte con otro.
Yeon se acercó a él, colocando una mano en su hombro. —Lo sé. Y lamento que te sientas así. Pero dame tiempo. Necesito manejar esto con cuidado.
Jungkook se giró para mirarlo, sus ojos eran una mezcla de tristeza y determinación. —No quiero perderte, Yeon. Pero tampoco puedo seguir así para siempre. Necesito que seas honesto conmigo y contigo mismo.
Yeon asintió, comprendiendo la gravedad de las palabras de Jungkook. —Lo seré. Te prometo que no dejaré que esto continúe indefinidamente. Necesito un poco más de tiempo para encontrar la manera correcta de manejarlo.
Jungkook suspiró, acercándose para abrazarlo una vez más. —Está bien. Solo recuerda que estoy aquí, esperando que finalmente elijas estar conmigo completamente.
Yeon le devolvió el abrazo, sintiendo el peso de su decisión y la incertidumbre del futuro. Sabía que no podía seguir con esta doble vida por mucho más tiempo. Mientras se vestía, se prometió a sí mismo que encontraría una solución pronto.
—Te veré pronto —susurró, plantando un último beso en los labios de Jungkook antes de salir de la habitación.
Jungkook lo observó irse, su corazón dividido entre el amor y la envidia. Sabía que tendría que ser paciente, pero cada despedida hacía que la espera fuera más difícil de soportar. Con un suspiro, se dejó caer de nuevo en la cama, su mente llena de pensamientos sobre el futuro incierto que compartía con Yeon.
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𝗦𝗘𝗘𝗦𝗔𝗪 ━ Jeon Jungkook
Fiksi Penggemar𝗦 ❛If we didn't have feelings for each other If we didn't think of each other Would we have dragged it out like this? Now if we don't have any feelings left It's dangerous, dangerous on this seesaw Stop thinking about me❜ jeon jungkook×oc!male