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Yeon salió de la galería con una mezcla de emoción y nerviosismo. A pesar de la alegría por el éxito de su exhibición, una sensación de culpa lo embargaba por haberle mentido a Antoine sobre su destino. Sabía que no había dicho una mentira completa al mencionar que iba a visitar a un viejo amigo, pero omitir la verdad sobre sus intenciones con Jungkook lo llenaba de remordimiento.

Mientras caminaba hacia el departamento de Jungkook, Yeon intentaba ignorar los latidos acelerados de su corazón. Sabía que volver a ver a Jungkook solo avivaría las brasas de su antiguo amor, pero también temía las consecuencias de su encuentro.

Al llegar al edificio de Jungkook, Yeon respiró hondo antes de subir las escaleras hacia su puerta. Cada paso lo acercaba más a la verdad que había estado evitando enfrentar. Cuando finalmente llegó frente a la puerta, su mano temblaba ligeramente mientras tocaba el timbre.

La puerta se abrió rápidamente, revelando a Jungkook parado frente a él con una sonrisa radiante en el rostro. La alegría de verlo fue palpable en el aire, y antes de que Yeon pudiera decir una palabra, Jungkook lo tomó en sus brazos y lo besó con pasión.

Yeon se sorprendió por el gesto repentino de Jungkook y se apartó ligeramente, sus mejillas ardiendo de vergüenza. —Jungkook, no deberíamos... podrían vernos —susurró, mirando nerviosamente alrededor para asegurarse de que no estuvieran siendo observados.

Pero Jungkook ignoró sus preocupaciones y lo tomó de la mano, guiándolo hacia el interior de su departamento. —No importa quién nos vea, Yeon. Solo quiero estar contigo —dijo con voz suave, antes de volver a besar a Yeon con ternura.

Yeon se dejó llevar por la pasión del momento, dejando de lado sus preocupaciones por un instante mientras se entregaba al calor reconfortante de los brazos de Jungkook. Aunque sabía que sus acciones podrían tener consecuencias, en ese momento, todo lo que importaba era el amor que sentían el uno por el otro. Y mientras se perdían en el abrazo del otro, el mundo exterior se desvanecía, dejándolos solos en su propio pequeño universo de amor y deseo.

Dentro del departamento de Jungkook, el aire estaba cargado de tensión y deseo. Yeon se dejó llevar por el impulso del momento, permitiendo que sus labios se encontraran con los de Jungkook en un beso apasionado y ansioso. La familiar sensación de los labios de Jungkook contra los suyos lo llenaba de nostalgia y anhelo, recordándole todo lo que habían compartido juntos en el pasado.

Los besos eran suaves al principio, explorando con ternura el sabor y la textura del otro. Pero pronto la pasión se intensificó, y los besos se volvieron más ardientes y necesitados. Las manos de Yeon se aferraban a la camisa de Jungkook, sintiendo el latido acelerado de su corazón bajo la tela.

Jungkook respondía con la misma urgencia, sus manos recorriendo el cuerpo de Yeon con deseo y devoción. Cada caricia era un recordatorio del profundo amor y la conexión que compartían, un lazo que había resistido la distancia y el tiempo.

Sin palabras, dejaron que sus acciones hablaran por sí mismas, permitiendo que el calor de su deseo los consumiera por completo. El mundo exterior desapareció mientras se sumergían en el éxtasis del momento, entregándose el uno al otro con una pasión desenfrenada y un amor inquebrantable.

Los besos entre Yeon y Jungkook eran intensos, cargados de años de pasión reprimida y emociones reavivadas. Cada contacto de sus labios era eléctrico, enviando ondas de calor a través de sus cuerpos y haciendo que sus corazones latieran al unísono.

La necesidad ardiente que compartían se manifestaba en cada movimiento, en cada suspiro ahogado y en cada caricia desesperada. Se aferraban el uno al otro con fervor, como si temieran que el momento pudiera escapárseles si se soltaban.

𝗦𝗘𝗘𝗦𝗔𝗪 ━ Jeon JungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora