𝗦𝗘𝗘𝗦𝗔𝗪 ━ Jeon Jungkook

29

El cielo de París estaba salpicado de estrellas, pero ninguna rivalizaba con el resplandor de la Torre Eiffel iluminada, que se erguía majestuosa ante la noche. Mientras caminaban por las orillas del Sena, Yeon y Antoine se perdían en el encanto de la ciudad y el susurro del río.

- ¿No es simplemente hermoso? - preguntó Antoine sonriendo

- Sí, es increíble. Nunca me cansaré de ver la Torre Eiffel iluminada. - asintió Yeon sonriendo

Antoine toma la mano de Yeon - Me alegra que estemos aquí juntos esta noche. -pausa- Quería que nuestra primera cita oficial fuera algo especial.

- Lo es. Gracias por hacerlo tan memorable.

- No hay otro lugar donde preferiría estar en este momento.

El ambiente estaba impregnado de romance mientras se sentaban juntos en un banco cercano, observando la imponente estructura ante ellos.

- ¿Alguna vez te has preguntado cuántas historias ha presenciado este lugar? -preguntó Yeon mirando fijamente la Torre Eiffel- Tantas personas han venido aquí en busca de amor y aventura.

- Sí, y ahora estamos agregando nuestra propia historia a esa lista. - dijo Antoine agarrando sus manos- Yeon, hay algo que necesito decirte.

Yeon sintió un nudo en la garganta mientras miraba a Antoine, preguntándose qué estaba a punto de decir.

- ¿Qué pasa?

Antoine respiro profundamente - Desde el momento en que te conocí, supe que eras especial para mí. Te he estado guardando en mi corazón desde entonces, y... - tomando la mano de Yeon con más firmeza - Yeon, te amo. No puedo imaginar mi vida sin ti.

El corazón de Yeon parecía detenerse por un momento mientras procesaba las palabras de Antoine. Un millón de emociones luchaban por salir: sorpresa, alegría, miedo.

El cielo de París parecía aún más vasto cuando Yeon se encontró enredado en una red de emociones. Mientras Antoine expresaba su amor, el corazón de Yeon latía con fuerza, pero también estaba lleno de miedo y dudas.

- Antoine, yo... yo... -dijo con la voz temblando-

- Shh, no tienes que decir nada aún. -dijo acariciando la a mejilla del menor-  Solo escucha, por favor.

Yeon miró a Antoine con ojos llenos de incertidumbre, preparándose para las palabras que estaban por venir.

- Yeon, sé que algo en tu pasado te ha lastimado profundamente. No sé qué fue ni quién fue, pero puedo ver las sombras de tu dolor reflejadas en tus ojos. No importa lo que haya sucedido, quiero que sepas que estoy aquí para ti. No te dejaré enfrentar tus demonios solo. Te amaré a través de tus miedos, tus dudas y tus inseguridades.

Las palabras de Antoine penetraron en el corazón de Yeon, quien se encontraba luchando con sus propios fantasmas del pasado. Su mente se llenó de recuerdos dolorosos, de momentos que preferiría olvidar, pero que seguían acechando en las sombras de su memoria.

Yeon trago saliva, con voz apenas audible - No sé si puedo... No sé si puedo dejar entrar a alguien de nuevo en mi vida.

- Lo entiendo -dijo Antoine con suavidad - Pero no te pido que olvides tu pasado o que te cierres a tus sentimientos. Solo te estoy pidiendo una oportunidad. Permíteme demostrarte que el amor puede sanar incluso las heridas más profundas. Te prometo que no te defraudaré, Yeon. Te amaré con todo mi corazón, sin importar qué.

Las palabras de Antoine resonaron en el alma de Yeon, y por un momento, el peso de su dolor pareció un poco más ligero. Miró a Antoine con gratitud, con la esperanza brillando débilmente en sus ojos.

Yeon suspiro - No sé si puedo prometer lo mismo... Pero quiero intentarlo. Quiero intentarlo contigo, Antoine.

Antoine sonrió, sus ojos brillando con renovada esperanza y amor.

- Eso es todo lo que pido. Estoy aquí para ti, Yeon. Siempre lo estaré.

En ese momento, bajo la imponente sombra de la Torre Eiffel, Yeon y Antoine se aferraron el uno al otro, listos para enfrentar juntos lo que el futuro les deparara. Aunque el camino hacia la sanación sería difícil, sabían que tenían el amor y el apoyo del otro para guiarlos. Y juntos, estarían listos para enfrentar cualquier desafío que la vida les presentara.