𝗦𝗘𝗘𝗦𝗔𝗪 ━ Jeon Jungkook

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Después de cumplir su sentencia en prisión, Rain finalmente fue puesta en libertad condicional. Sin embargo, su tiempo tras las rejas había dejado marcas profundas en su espíritu. La experiencia en la cárcel había sido una pesadilla, un constante tormento que la había dejado física y emocionalmente agotada.

Durante esos largos meses, Rain había sido sometida a un trato cruel por parte de las otras reclusas. Convertida en una especie de sirvienta para las presas más dominantes, Rain había sido obligada a realizar tareas humillantes y degradantes. Limpiar, lavar la ropa y cortar las uñas de las demás eran solo algunas de las tareas que se le asignaban a diario.

Las miradas despectivas y las palabras hirientes de las otras reclusas la perseguían constantemente, recordándole su posición de vulnerabilidad y humillación. Cada día en la cárcel era una batalla para mantener su cordura y su dignidad, mientras luchaba por sobrevivir en un entorno hostil y despiadado.

Ahora, liberada de las cadenas físicas pero no de las emocionales, Rain se encontraba consumida por un deseo insaciable de venganza. Había pasado meses planeando meticulosamente su regreso, preparándose para infligir el mismo dolor y sufrimiento que había experimentado ella misma.

Su mente ardía con la idea de hacer pagar a Jungkook y Yeon por lo que habían hecho, por el papel que habían desempeñado en su caída y su humillación. No descansaría hasta que hubieran sufrido tanto como ella había sufrido, hasta que hubieran experimentado el mismo dolor y desesperación que la habían consumido durante esos interminables meses en prisión.

Con un corazón lleno de rencor y una mente llena de planes retorcidos, Rain se embarcó en su búsqueda de venganza, decidida a hacer que Jungkook y Yeon pagaran por sus pecados.

Con una determinación fría y calculada, Rain había estado observando de cerca la vida de Jungkook durante todo ese tiempo. Cada movimiento, cada detalle, había sido registrado en su mente como parte de su plan para la venganza. Sabía dónde vivía, quiénes eran sus amigos y hasta sus rutinas diarias.

La presencia constante de Jaein en la vida de Jungkook no pasaba desapercibida para Rain. Había sido testigo de sus salidas juntos, de las muestras públicas de afecto, y aunque sentía una punzada de celos, sabía que su objetivo principal era Jungkook.

Sin embargo, lo que más la desconcertaba era la ausencia de Yeon en la vida de Jungkook. A pesar de haber estado observándolo durante tanto tiempo, nunca lo había visto en compañía de su pareja. Esta falta de presencia de Yeon despertaba su curiosidad y la hacía cuestionarse qué había pasado entre ellos.

Con cada nueva pieza del rompecabezas que recopilaba, Rain se sentía más decidida que nunca a llevar a cabo su plan. Estaba lista para actuar, para hacer que Jungkook y Yeon pagaran por lo que le habían hecho. Su sed de venganza ardía con una intensidad abrasadora, consumiendo todo a su paso en su implacable búsqueda de justicia por su propia mano.

La emoción y la sed de venganza de Rain se intensificaron cuando Yeon abrió su galería de arte. Aunque inicialmente no planeaba revelar la verdad sobre el video filtrado, la mera presencia de Yeon en el mundo del arte encendió una llama de rencor en su interior. Sabía que lastimar a Yeon indirectamente, a través de su relación con Jungkook, sería una forma efectiva de vengarse.

Cuando vio a Jaein salir  y a Yeon entrar al departamento de Jungkook, Rain sintió una mezcla de triunfo y satisfacción. Era como si el universo estuviera conspirando a su favor, ofreciéndole una oportunidad perfecta para llevar a cabo su venganza.

A pesar de su impulso inicial de acercarse a Jaein y utilizarla como un medio para herir a Jungkook, Rain se detuvo. No creía que Jaein estuviera dispuesta a involucrarse en sus planes de destrucción. Además, sabía que era más efectivo actuar directamente contra Jungkook y Yeon, en lugar de arrastrar a otros inocentes a su vendetta personal.

Con cada momento que pasaba, la determinación de Rain se fortalecía. Estaba decidida a hacer que Jungkook y Yeon pagaran por el dolor que le habían causado. Aunque sabía que el camino hacia la venganza sería difícil y lleno de obstáculos, estaba lista para enfrentarlos con valentía y determinación.

Con una sonrisa siniestra en los labios, Rain comenzó a trazar su plan para hacer que Jungkook y Yeon pagaran por lo que habían hecho. No descansaría hasta que hubieran experimentado el mismo dolor y sufrimiento que ella había soportado. Y con esa promesa en mente, se embarcó en su misión de venganza con renovada determinación y ferocidad.