24

60 14 0
                                    

Después de la revelación de Yugyeom y la confirmación de la identidad de Rain como la mente maestra detrás del ataque contra Jungkook y Yeon, la situación legal tomó un nuevo giro en Japón. Aunque el joven que había colocado la cámara no sería enviado a prisión, enfrentaría severas consecuencias legales y tendría que pagar una multa por su violación de la privacidad de Jungkook y su pareja.

Aunque esta noticia brindaba un cierto grado de alivio, Jungkook aún estaba preocupado por el bienestar de Yeon. La falta de comunicación con él solo aumentaba su ansiedad y su deseo de asegurarse de que estuviera a salvo.

Mientras tanto, el equipo legal trabajaba incansablemente para eliminar el video comprometedor de internet. Después de varios días de esfuerzos intensos, finalmente lograron el éxito: el video fue retirado de todas las plataformas en línea donde se había compartido. Esta victoria legal fue un rayo de luz en medio de la oscuridad que había rodeado a Jungkook y Yeon.

Sin embargo, a pesar de este progreso, Jungkook aún no podía comunicarse con Yeon. La preocupación por su seguridad y bienestar seguía pesando en su mente, y la falta de noticias solo aumentaba su angustia.

Mientras esperaba desesperadamente noticias de Yeon, Jungkook se aferraba a la esperanza de que pronto estarían juntos, enfrentando el futuro como equipo. Confiaba en que su amor y determinación los llevarían a superar este difícil capítulo en sus vidas y les permitirían seguir adelante hacia un futuro más brillante.

Con la información de que la policía en Corea estaba rastreando a Rain, Jungkook entendió que era crucial mantenerse en Japón hasta que ella obtuviera su sentencia. Sabía que su testimonio y el de sus amigos serían fundamentales para el caso y para asegurar que Rain enfrentara las consecuencias de sus acciones.

Aunque la espera era angustiante y deseaba desesperadamente reunirse con Yeon, Jungkook sabía que debía ser paciente y confiar en el sistema legal para que se hiciera justicia. Mantenerse en Japón era una decisión difícil, pero necesaria para garantizar que Rain fuera llevada ante la justicia y que él y Yeon pudieran finalmente encontrar la paz que tanto anhelaban.

Mientras tanto, Jungkook se mantuvo en contacto constante con su equipo legal, asegurándose de que estuvieran al tanto de cualquier desarrollo en el caso. Estaba decidido a hacer todo lo posible para garantizar que Rain enfrentara las consecuencias de sus acciones y que él y Yeon pudieran finalmente seguir adelante con sus vidas una vez que el caso llegara a su conclusión.

⛓️⛓️⛓️

En la sala de interrogatorios, solo la policía estaba presente mientras Rain enfrentaba el peso abrumador de su confesión. Las lágrimas de arrepentimiento inundaban su rostro mientras luchaba por encontrar las palabras adecuadas para expresar lo que había hecho.

El oficial a cargo observaba con seriedad, tomando nota de cada palabra de Rain mientras ella luchaba por explicar sus acciones. Su confesión era un paso crucial en el proceso legal, y sabía que cada detalle sería fundamental para el caso.

- Lo siento...- murmuró Rain, su voz apenas un susurro entre sollozos. - Fui yo quien los grabó cogiendo. Lo hice por celos... Celos de que él fuera feliz con alguien que no era yo.

El oficial asintió con comprensión, aunque su expresión seguía siendo firme. - Entiendo - respondió con calma, animando a Rain a seguir adelante con su confesión.

Rain continuó, revelando los detalles de su participación en el incidente con una honestidad abrumadora. Cada palabra que pronunciaba era una carga que parecía aliviar el peso de su culpa, aunque sabía que enfrentaría las consecuencias de sus acciones.

Al final, Rain confesó su culpa y expresó su profundo arrepentimiento por lo que había hecho. Aunque sabía que su confesión no borraría el dolor que había causado, esperaba que fuera un primer paso hacia la redención y la reparación de los daños que había causado.

El oficial tomó nota de la confesión de Rain, reconociendo la importancia de su cooperación en el caso. Aunque el camino hacia la justicia aún era largo, la confesión de Rain marcaba un avance significativo en el proceso legal, un paso hacia la verdad y la resolución del caso.

⛓️⛓️⛓️

En la sala del tribunal, el juez pronunció la sentencia para Rain por violación de la privacidad y acoso. El silencio pesado colmaba la habitación mientras todos esperaban con anticipación las palabras del juez.

- Por los delitos de violación de la privacidad y acoso, este tribunal condena a la acusada, Kim Sooah, a pagar una multa de un millón de dólares - declaró el juez con voz firme, mientras el murmullo se extendía entre los presentes en la sala.

Rain se tambaleó en su lugar, sus ojos se abrieron con incredulidad y horror al escuchar la cantidad exorbitante que debía pagar. El impacto de la sentencia la golpeó como un puñetazo en el estómago, y las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos mientras su desesperación se hacía evidente para todos los presentes.

El juez continuó - Además, la acusada deberá realizar 500 horas de servicio comunitario y cumplir una sentencia de tres meses en prisión, con libertad condicional por un período de dos años.

Las lágrimas de Rain se convirtieron en sollozos desconsolados mientras el peso de la sentencia se apoderaba de ella por completo. Su cuerpo temblaba con cada sollozo, y sus manos se aferraban a la barandilla del banquillo con desesperación.

Los espectadores en la sala miraban con expresiones de asombro y simpatía mientras Rain enfrentaba las consecuencias de sus acciones. Aunque algunos podían sentir compasión por su angustia, no había duda de que la sentencia era justa y proporcionada para los delitos cometidos.

Mientras Rain era escoltada fuera de la sala por los oficiales, su llanto desesperado resonaba en los pasillos del tribunal, un recordatorio angustiante de las repercusiones devastadoras de sus acciones. Aunque la sentencia era severa, era un paso necesario hacia la justicia y la rendición de cuentas por sus actos.

⛓️⛓️⛓️

En la tranquilidad de su habitación en Japón, Jungkook se encontraba solo, con sus pensamientos como única compañía. El suave brillo de la luz de la lámpara iluminaba la habitación mientras él se sentaba en silencio, sosteniendo un vaso de whisky entre sus manos temblorosas.

El sabor amargo del licor se deslizaba por su garganta, mezclándose con las emociones tumultuosas que lo invadían. Las lágrimas empañaban sus ojos mientras recordaba las palabras del juez y la sentencia impuesta a Rain. La sensación de alivio por saber que ella enfrentaría las consecuencias de sus acciones se mezclaba con una pesada carga de culpa por haber contribuido, de alguna manera, a su destino.

Jungkook cerró los ojos, dejando que las lágrimas rodaran por sus mejillas mientras luchaba con la complejidad de sus sentimientos. Había elegido a Yeon sobre Rain, había optado por proteger su relación y la seguridad de su pareja por encima de todo. Pero eso no hacía que fuera fácil lidiar con las repercusiones de su decisión.

El sonido de su propia angustia llenaba la habitación mientras Jungkook se enfrentaba a la realidad de lo que había sucedido. Había enviado a su primer amor a prisión, había sido parte del proceso que llevó a esa sentencia. Y aunque sabía que era lo correcto, no podía evitar sentir una punzada de dolor en su corazón por el papel que había desempeñado en todo esto.

Sin embargo, entre la neblina de emociones confusas, una certeza se aferraba a él con fuerza: su prioridad siempre sería la seguridad y el bienestar de Yeon. A pesar del dolor y la culpa, había elegido a su pareja una y otra vez, y no lamentaba esa decisión.

Con un suspiro tembloroso, Jungkook se obligó a levantar la mirada, enfrentando la realidad con valentía. Sabía que el camino hacia la sanación sería largo y difícil, pero también sabía que, con Yeon a su lado, podrían superar cualquier desafío que se interpusiera en su camino. Y con esa certeza en su corazón, se preparó para enfrentar el futuro.

𝗦𝗘𝗘𝗦𝗔𝗪 ━ Jeon JungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora