Lucca llevó a Abigail hasta la clínica. Durante todo el trayecto no intercambiaron palabra alguna; ella no estaba de humor para hablar, y menos con él. Ahora lo único que importaba era el abuelo. A pesar de ver a Lucca destruido, ya no le importaba en absoluto lo que le ocurriera. El amor que una vez sintió por su esposo había terminado para siempre, dejando solo odio en su corazón.
Una llamada la sacó de sus pensamientos. Era Juliet, pero Lucca no quiso responder.
—¿Por qué no contestas? Seguro estará contenta. Pronto será heredera de una gran fortuna —exclamó con cinismo.
—Tú pudiste serlo y no quisiste. Si estás embarazada, tienes que decírmelo.
—Si estoy embarazada, serás el último en enterarte. No quiero que mi hijo viva contigo —respondió con bronca y mucho dolor.
—Sé que me odias y nunca podrás perdonarme, pero te necesito en este momento, Abi. No me dejes solo; sabes que la muerte del abuelo me dejará devastado.
—Me importa muy poco lo que te pase, Lucca.
—Te has vuelto muy cruel conmigo—comentó dolido y desilusionado, pero sabía que se lo merecía.
—¿La cruel soy yo? ¿Cuándo fuiste tú el que intentó abusar de mí anoche? —no podía creer lo caradura que era.
—Lo siento, Abi, lo siento de verdad. Estaba borracho. Pensé que tarde o temprano me aceptarías.
—Te equivocaste, Lucca, y no le eches la culpa al alcohol. El alcohol solo demuestra lo que eres.
—Sabes que no soy un abusador.
—Ya no sé quién eres... No eres la persona de la que me enamoré.
Finalmente, llegaron a la clínica donde estaba internado el abuelo Francesco. Solo podían entrar de uno en uno, por lo que Abi ingresó sola, mientras Lucca quedó esperando afuera.
—Hola, abuelo, ¿cómo está? Me asusté mucho, no vuelva a hacerlo —ella se acercó a la cama del anciano y se sentó a su lado.
—Mi niña, estás aquí. Yo estoy bien, pero no deberías haber venido. Debes cuidarte mucho —dijo preocupado por su nieta.
—Estaré bien, abuelo —sin mencionar que estaba destrozada por dentro, pero por fuera era un roble—. El que importa ahora es usted.
—Abi... sabes que a mí no me queda mucho tiempo y que no podré conocer a mis pequeños nietos, pero solo quiero que seas feliz, y sé que al lado de mi nieto no lo eres...
—Pero, abuelo, ¿qué dice...? — no sabía qué decir.
—Sé que todo este matrimonio es una farsa, mi niña. Él te obligó a casarte, pero ahora está bebiendo de su propio veneno.
—Abuelo, no sé qué decirle...
—No digas nada, Abi, tú no tienes la culpa. El desgraciado fue él, pero es mi nieto y lo amo. Sé que no es una mala persona, solo que ama más el dinero que a sí mismo. Hablaré con Lucca, le diré que te deje ir.
—Abuelo... —no podía creer lo que estaba escuchando. Francesco sabía todo desde un principio y nunca dijo nada.
—Lo veo en tus ojos, mi amor. Sé que te quieres ir para resguardar a tus hijos, y no te culpo. Toda buena madre haría lo mismo. Ahora ya hay otro heredero de la fortuna. Sin embargo, no te preocupes, no dejaré desamparados a tus hijos, Abi.
—Abuelo, no quiero su dinero, yo soy suficiente.
—Sé que podrás sola, pero no es justo porque esos niños serán Chiaraviglio, aunque no lleven el apellido. Dejaré dinero a tu nombre. Sé que harás un buen uso de él para sacar adelante a mis nietos.
—Lo haré, abuelo, pero no hable así. Usted se pondrá bien.
—Mi niña, ¿puedes dejarme a solas con mi nieto? —le rogó Francesco.
—Claro que sí, pero por favor...
—No diré nada, es tu decisión, mi niña. Tú sabrás qué hacer.
—Gracias —exclamó Abi despidiéndose del abuelo con un beso, sin saber que esa sería la última vez que lo vería con vida.
Ella salió de la habitación y entró Lucca, con una cara de tristeza que le rompía el corazón a su abuelo. Amaba a su nieto; él había sufrido mucho y pensó que con su esposa sería feliz, pero lo arruinó todo.
—Hola, abuelo —saludó Lucca.
—Ven, hijo, siéntate cerca mío — le hizo caso y se sentó cerca de él—. Quiero hablar contigo.
—Dime, abuelo, lo que sea.
—Hijo, quiero que dejes ir a Abi —Lucca abrió los ojos de par en par, no podía creer lo que estaba diciendo el abuelo.
—¿Por qué dices eso, abuelo? Amo a esa mujer.
—Estoy seguro de que la amas, pero no la haces feliz. Sé que este matrimonio es una farsa, Lucca.
—¿Cómo...? —preguntó sorprendido.
—¿Cómo lo sé? Hablé con sus padres y están preocupados por su hija. Ella no está bien.
—Lo sé, abuelo, y fue una locura lo que hice, pero la amo con toda mi alma.
—Sin embargo, ahora debes casarte con otra mujer, si es que aún quieres la herencia.
—Lo sé, tienes razón. Debo dejarla ir, aunque mi vida se vaya con ella —Francesco vio la tristeza en los ojos de su nieto y le dio la mano.
Abi estaba sentada afuera, esperando que Lucca saliera y la llevara a la casa, ya que había quedado con su padre para terminar los últimos detalles de la exposición que era al día siguiente. Pero en ese momento vio que su esposo salía de la habitación con el rostro lleno de lágrimas y caía de rodillas al suelo. Sin pensarlo, se acercó a él y lo abrazó. Sin dudas, el abuelo Francesco se había ido para siempre.
—Se fue, Abi, se fue para siempre. La persona más importante de mi vida se fue. Me apretó la mano y se fue.
—Lo siento, Lucca, lo siento de verdad —dejándose llevar por un impulso, lo abrazó con todas sus fuerzas. Por un momento dejó atrás todo lo que pasó anoche y lo contuvo.
—Él sabía toda la verdad, Abi. Sabía que nuestro matrimonio era una farsa.
—Sí, me lo dijo...
—¿Y sabes qué más me dijo? Que te deje ser feliz, que te deje ir, que no eres feliz a mi lado.
—Lucca...
—Y lo peor es que es cierto. Después de lo que hice anoche, nunca podré volver a recuperar tu amor, haga lo que haga. Así que te puedes ir, Abi. Cuando quieras, te puedes ir, aunque te lleves mi vida contigo.
—Tendrás un hijo. Te casarás con la mujer que fue tu amante por siete años. No es tan terrible.
—Es terrible porque la mujer que amo es a ti. Sin embargo, no puedo retenerte a mi lado.
—Tienes razón, Lucca. Una vez que despidamos al abuelo y la exposición termine, me iré para siempre.
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Un Matrimonio Por Conveniencia #PGP2024
RomanceAbigail Moreno, hija de una adinerada familia, debe contraer matrimonio con el frío y maléfico Lucca Chiaraviglio, para así salvar a su familia de la ruina. Sin embargo, las cosas con Lucca empiezan muy mal, a pesar de enamorarse a primera vista, a...