Capítulo 22: Trueque

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— Aquí estaba todo.

El día acaba, la luz del sol era escasa y dentro del apartamento completamente olvidado y desordenado de un agente de la guardia era completamente oscuro, tanto que solo la silueta de su cuerpo era vista debajo de la ventana.

— El tiempo no cuadra incluso con las calles despejadas. ¡Era imposible moverse tan rápido dentro de la ciudad! — Grita de la emoción.

Los documentos que tenía en las manos y en su computadora, era todo lo que necesitaba para sacar a Adriana de la celda en la que la tenían apresada.

Su meta, y el 90% de su tiempo estaba completamente ocupado por este caso en especial.

Gracias al consejo de aquella mujer misteriosa que insistió en seguir con el caso para limpiar la inocencia de un hombre, les abrió sus ojos a otras perspectivas. Todo lo que había visto eran las pruebas puestas en la mesa por alguien de criterio dudoso como Juan Rodríguez, pero lo que estaba fuera de vista obviamente no estaba tomado en cuenta.

— Paúl, encontré todo lo que necesitaba. Debo llevar todas las evidencias a la corte para reabrir el caso — Tomando su teléfono celular, Alduin completamente cansado sentía una euforia que lo despertaba.

Toda su cordura había estado activa al igual que su cansancio inactivo.

— Tienes muy buenas noticias, Alduin — Al otro lado, sonidos fuertes se escuchaban mezcladas con la voz de Paúl, pero aún era entendible — Ahora podemos liberar a Adriana de prisión, el problema será el jefe y sus secuaces.

— Por eso quería llamarte.

— Soy todo oídos.

— Quería reabrir el caso con la corte, pero para eso tengo que pasar por la Guardia por obligación — Del otro lado, Paúl asiente, intentando ver hacia dónde iba el problema — Pero en el momento que lo intente, estoy seguro de que todos se interpondrán en el camino. Tengo el presentimiento que debo seguir en la Guardia porque han estado moviéndose de forma extraña mientras otras cosas comienzan a pasar en la ciudad.

— ¿Hablas de los incidentes de ayer?, ¿Del ataque en el parque y el ataque hacia los edificios?

Alduin suspira.

Había sospechado primero en los que atacaban las fábricas, pero ellos estuvieron involucrados en el ataque a los miembros de una pandilla rival dentro de un edificio, y solamente atacaron a sus enemigos, nadie más a parte de ellos fueron dañados.

Eso solo significa que no pudieron ser ellos los del ataque del día anterior.

— Sí — Le responde — En la fábrica al segundo día atacaron de forma casi simultánea evitando los ojos inmediatos de la Guardia, además de que ellos pudieron haberse unido a la otra banda para neutralizarnos porque éramos pocos, pero en vez de eso los atrapamos porque cerraron su única salida dentro del puerto, ¿No crees que eso...?

— Está bastante claro — Menciona Paúl al otro lado — Lo que pasó ayer pasó uno detrás del otro, la destrucción de dos de los tres casos fue masiva. Dos edificios derrumbados, por suerte uno de ellos fue en el distrito abandonado, mientras que, por desgracia en los otros dos, inocentes fueron dañados.

Los dos estaban de acuerdo en algo en concreto.

Estos son otros rivales.

Más despiadados.

Más fuertes.

— Nadie fue detenido por la Guardia tras llegar a la escena del crimen, incluso las investigaciones de estos casos fueron paralizadas, pero el caso del callejón sigue activo y con muchos más efectivos — Aclara Alduin temiendo lo peor.

Destello del SolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora