Capítulo 38: Dos contra uno

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Nathalia observa cómo los dos desaparecen dentro de la Academia, mientras que Luz Elena tomaba a Naliana quien poco a poco perdía sus fuerzas.

La pelinegra teñida solo pudo pensar en su próximo movimiento y sus desventajas:

1. Si seguía al par dentro de la academia hecha escombros bajo el último movimiento de su don, corría el peligro de caer en una trampa hecha para neutralizarlos uno a uno.

2. Si no los seguía, podían escapar hacia cualquier otro lugar y nunca lograrían solucionar un problema como este, también el futuro podría ser incluso más gris de lo que ahora mismo era.

— ¡Ve!

Nathalia alzó la cabeza y buscó el origen de la voz frente a ella.

— ¿¡Qué estás haciendo!? — Naliana gritaba enojada intentando entrarla en razón — ¡Si se escapan ahora, vamos a perder!

Mientras Nathalia observaba a Naliana gritar e intentar mantenerla con la mente fría a través de sus gritos, Luz Elena solamente recordaba el momento en donde había muerto Nahuel.

Ella había logrado sobrevivir a un intento de homicidio en contra de su hermano mayor, quien al final logró protegerla y esconderla en medio de una construcción abandonada en el borde de la ciudad, tras vivir con odio y rencor, asesinó al hombre que mató a su hermano logrando su venganza, pero dejándola vacía por dentro sobre sus objetivos a futuros, fue allí en donde se encontró con Nahuel, en su tiempo, un chico de su edad que se levantaba en contra de la violencia de la ciudad.

Tras unírsele intentando encontrar el camino en su vida, logró ver victorias y derrotas, salvación e infortunios.

Cuando Nahuel se enfrentó a Hugo en su último momento, logró usar las dagas que siempre escondía en su chaqueta para sacarlos del edificio en donde se desató su lucha en contra de Hugo, la cual terminó con su muerte bajo los escombros de este.

Observó a Naliana y a Nathalia.

Habían llegado refuerzos para la lucha en la Academia contra lo que quedaba del Brazo Rojo, pero a la base solo había llegado ellas tres.

Nathalia luchando y ella atendiendo a Naliana herida.

Luz Elena observa a la pelinegra con firmeza, mientras que esta última se convence de su mirada y asiente con determinación.

Ella era la única fuerza principal de la Banda de Caleb que había llegado y podía detenerlos.

Este no era solo su deseo.

Era su deber con todos los caídos desde la época de en donde el Brazo Rojo controlaba las calles de la ciudad.

Armándose de valor y corriendo de inmediato, se adentra hacia la Academia.

— ¿Estás...?

— Puedo resistir lo suficiente.

El rostro de Naliana estaba cubierto de sudor y parecía comenzar a cansarse poco a poco.

Ignorando completamente toda la batalla a su alrededor, coloca su mano entre las de Naliana para detener el sangrado que comenzaba a manifestarse tras el uso constante de el don de la chica.

— No le prestes atención a tu alrededor — Menciona Luz Elena suavemente — Tu don está relacionado con la manipulación eléctrica, debes concentrarte y usar lo poco que puedes debido a tu desgaste para mantener alerta a tus neuronas, o cortar el dolor para no desmayarte.

— ¿Qué crees que soy...?, ¿Una máquina? — Pregunta la chica con una sonrisa de incredulidad, pero Luz Elena le susurra al oído.

— La manipulación de un electromaster puede no solo manipular los objetos, también a las personas, ese debe ser el nivel que debes alcanzar si deseas vivir por tu amiga.

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