Abril 16
Con la vista perdida en el horizonte, detallando como pocas veces he hecho el cielo. El azul más hermoso que mis ojos han visto, con nubes dándole un toque casi soñador. Tan solo faltaría que caiga una ligera llovizna y se forme un arcoíris. Un haz de colores, hubo un momento en mi vida que significo que era el momento de tener paz, de sanar. Pero tan solo es el momento de vida, de color que habrá con lo que se avecina.
El apreciarlo con detalle, es algo que aprovecho ante la intuición de que tal vez no será algo que haré muy a menudo hasta que tal vez todo termine. Un movimiento me hace perder la concentración, observo a la persona sentado con la espada recta viendo hacia al frente. Regreso mi atención al cristal, tratando de buscar algo, pero tan solo veo perfección.
El peso de la USB aunque debería de ser liviano, es pesado. Como una cosa tan pequeña puede causar esa pesadez en mí. Los recuerdo de hace horas regresan de nuevo, la forma en que desapareció por el pasillo. Las preguntas que se hicieron en torno a los días que estuve en esa casa. Cuando creía conocerla, había más y más interrogantes.
Porque de todo lo que podía ser ella, mi padre y tal vez todos mis amigos, porque eran así. Pertenecer a un mundo que me arrebato tanto, el tan solo pensamiento me catapulta a las veces que desee que esas organizaciones desaparecieran, que se esfumaran. ¿Cómo hacerlo ahora? Cuando las personas que quiero, pertenecen ahí. Como convivir en un mundo que me quito lo que más he amado.
Me remuevo en mi lugar al momento de escuchar la voz del piloto, tan solo media hora y arribaremos a España. El lugar al que tanto desee volver, el lugar que tiene a las personas importantes de mi vida, a excepción de ella. Trato de relajarme, de pensar en algo que distraiga mi mente lo suficiente. Pero no hay nada, tan solo el pensamiento de que debo de distraerme. Juego con mis manos, la misma manía que deje de hacer hace mucho.
― ¿Taylor? ―salto al escuchar a Cruz frente a mí ― ¿Se encuentra bien?
Asiento mientras veo la preocupación en sus gestos. Veo por la ventana hacia la pista y dos autos esperando. ¿En qué momento aterrizamos? Trato de quitar los nervios y me levanto demostrando toda la confianza del mundo, aunque por dentro este muriendo de miedo. Al salir con Cruz a mis espaldas reconozco a tres guardaespaldas que estuvieron conmigo en la hacienda. Camino hacia el segundo auto, la puerta se cierra y espero que los demás suban. Partimos del lugar en completo silencio que es roto con música Clásica que reproduce alguien.
Como una rutina trato de encontrar un punto de enfoque, algo que ver para distraerme pero todo es borroso así que me concentro en las melodías. Los latidos de mi corazón se aceleran cada cierto tiempo, como si advirtiera de lo que pasará. Estoy tentada a decirle a Cruz que nos desviemos, ir a buscar a Marley a su edificio y soñar con verla ahí. Sonriendo, con los brazos abiertos, pero son simples ilusiones que se esfuman con el viento de la realidad.
El camino que desee que fuera eterno, como lo sería para un caracol recorrer un estado a otro, así de lento quise que fuera el recorrido. El auto se detiene en la mansión, y el recuerdo de aquella vez regresa. El momento en que por fin había tenido el valor de decirle a mi padre que me iría de la empresa, que viajaría porque era necesario.
«El momento en que ella regreso.»
Los malditos nervios que sentía al pronunciar esas palabras, cuando ni siquiera tuve el valor de verlo a los ojos al decirlas. Las puertas se abren y ellos salen, me quedo en completo silencio con la vista al frente, veo de soslayo como alguien se posiciona en mi puerta, más no hace el amago de abrirla, cosa que agradezco. Palpo la USB en mi bolsillo y golpeo la puerta.
Salgo imponiendo respeto, grandeza y arrogancia. Demuestro todo lo que aprendí de mi madre, lo que la haría sentir que soy una digna hija de ella. Cada grada que subo es una cuenta regresiva, levanto mis muros de nuevo. Las puertas se abren, y camino hacía el único lugar que es su refugio. El eco de los tacones me recuerda a mi madre, sonrió con ironía porque casi este mismo escenario fue cuando apareció.
ESTÁS LEYENDO
Dejame Amarte
Teen Fiction"Me hiciste amar lo que siempre había odiado... Ahora como odiare lo que amo." ------------------- Cinco letras, una palabra. Una palabra, un sentimiento. Contigo cada cosa tenía un significado diferente. Cuando deje este lugar, la mejor parte de...