Capítulo 8

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Octubre 1


Sostengo el ramo de flores con tanta fuerza que temo romper los tallos de ellas. Cada tarde desde que la busque he venido a verla, deseando que todo sea una maldita pesadilla. De las mismas que tenía, sabiendo que al despertar ella estaría ahí para decirme que todo estaría bien.

Lo que genera este lugar, va en contra de todo sentido común. Deseo sentir paz sabiendo que ella se encuentra mejor, pero es como si no pudiera sentirla. No logro encontrar ese sentimiento, tendría que haber hecho tantas cosas diferentes para poder traerla conmigo. Tantas veces que he pedido perdón, que he implorado otra oportunidad sabiendo que sería algo imposible.

Cada noche dejo que mis lágrimas fluyan, el dolor de su ausencia es tan grande que tengo miedo que ese sea mi fin. Madrugadas escondida en la ducha, donde el agua se lleva mis lágrimas pero deja el dolor. Cuando estoy en mi etapa más frágil, donde me siento tan pequeña que solo deseo a mi peluche. Con el celular sonando a un lado con la canción que ella tanto amo.

Pensarlo es tan patético, porque soy una completa perra con todos. He usado una máscara, siendo alguien que no soy por tanto tiempo. Qué me perdí, hasta que Marley apareció. Pero soy tan humana como todos, sufro, lloro, rio y grito. Lastimo como una barrera de protección para evitar salir dañada más. Invalido cada sentimiento que desea tener una oportunidad de crecer, porque debería de dejarlo crecer.

Cuando el amor tan solo me ha enseñado que no lo merezco, que tan solo se burla dejándome probarlo para después raptarse a sí mismo de mi vida. Durante años adormecí la perdida de ella, el alcohol y las drogas fueron el camino más fácil. Donde el exceso de ambos me llevaba a aun nivel que era peligroso, arriesgando así mi vida. Era una de las formas de canalizar todo lo que pasaba.

«Nada importa.»

Pero ya había perdido todo, por lo que me dejo de importar. Tantas emociones reprimidas me llevo a un limbo, el cual ahora está a tope de ellas. Cada noche temía el ir dormir porque la veía y aunque lo amaba, odiaba que en cada uno de ellos finalizaba con su partida. Con los gritos que me despiertan a media noche mientras busco con un frenesí donde ella se encuentra.

Noches en que salgo directo a donde se encuentra, donde la acompaño hasta que el sol empieza a pintar el cielo dándole la bienvenida a una nueva mañana, donde cada día es una tortura. Mi cuerpo está empezando a pagar lo que yo misma me hago, pero tan solo el alcohol seria mi refugio él cual no quiero tocar porque me da miedo perderme en él.

Implorando por tenerla a mi lado, por desear que Marley este conmigo y me sostenga como aquella noche en que supe que mi madre volvió. Pero todo es tan complicado, el mismo dolor de mi corazón no desaparece, tan solo se agrava al pensar en ella. Es como si todos se hayan tomado el tiempo de alejarme, de olvidarme y seguir con sus vidas.

Dejo las flores a un lado para arrodillarme sintiéndome más cerca. Mi corazón duele, la oscuridad empieza a tragarse todo lo que está alrededor. Una vez ella dijo que yo era su luz, pero ella era la mía, y ahora todo está en completa oscuridad. Siendo eso el recordatorio de todo. Trato de controlar mi respiración, pero es tan difícil cuando lo único que deseo es echarme a llorar hasta que mis ojos queden en sequía.

― No he dejado de amarte mi Emm ―pongo mi mano donde está su nombre ― Estoy cumpliendo mi promesa.

Cierro mis ojos sintiendo el camino caliente que deja mis lágrimas sobre mis mejillas. Pero el viento las seca hasta dejar una sensación fría. Hoy es uno de esos días en que siento que ya no puedo con todo, en donde quiero rendirme. Donde mi propia carga es tan pesada que es difícil seguir adelante. Sabiendo que la única forma de seguir es aprender a soltar, pero si lo hago tengo miedo de olvidarla.

Dejame AmarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora