Nada es prohibido. Parte 1

1 - Nuevo Matrimonio

¿Por dónde se debe comenzar una historia?
Bueno, no lo sé, así que comenzaré con el segundo matrimonio de la señora a la que debería llamar "mamá".

Cuando tenía 10 años esa mujer llegó a casa un día junto a un hombre asiático, diciendo que se había casado, para mí fue algo difícil de asimilar, pues a penas hace un año mi papá había fallecido ¿y ahora ella decía que se había casado?

Me negaba a aceptar ese matrimonio y no era que tuviera algo en contra de ese señor, ni siquiera lo conocía, no podía hablar mal de él u odiarlo por llegar a mi "familia", es sólo que mamá no era buena, quizá ante él había dado una buena impresión, pero era probable que todo fuera mentira.

Mtn: ¡Tn! Ven, quiero presentarte a alguien - escuché la puerta abrirse y a mamá gritar, así que salí antes de que se enojara.

Tn: ¿qué pasa? - vi al hombre a su lado y saludé sin saber si entendería porque evidentemente no era mexicano - amm hola señor.

Xx: hola pequeña, ¿cuál es tu nombre? - volteé a ver a mamá para saber si debía decirlo y sólo asintió.

Tn: mi nombre es Tn.

Mtn: Tn, él es tu nuevo papá, me acabo de casar con él - quería decirle que yo no quería un nuevo papá, pero sabía que las consecuencias de eso no serían buenas para mí.

Xx: mucho gusto pequeña, espero poder llevarnos bien, mi nombre es algo complicado así que puedes decirme señor Min, quizá sea más cómodo para ti.

Mtn: no, tiene que decirte papá, ¿verdad Tn?

Tn: s~sí - tartamudeé un poco - p~pa~pá.

SMin: llámame como te sientas más cómoda, yo no tengo problema.

La tarde fue incómoda, lo único que quería era decirle al señor Min que saliera de ahí cuanto antes, por su bien, se notaba de lejos que era una persona con dinero y seguro era lo único que le interesaba a mamá, tenía que hacer algo para que se fuera y estuviera bien.

Los días pasaron y mi actitud cambió, aunque me ganaba regaños y malos tratos de mi madre, pero tenía que seguir tratando mal al señor Min, si con eso lograba que él se fuera y estuviera bien podría soportar cualquier cosa.

Pasadas unas semanas mamá había salido y me había quedado sola con el señor Min, ahora estaba viviendo con nosotras mientras hacía trámites para que pudiéramos viajar con él, yo me había encargado de arruinar algunos papeles importantes para eso y todo se estaba retrasando, así que ese día estando solos se acercó a hablar conmigo.

SMin: hola Tn, ¿podemos hablar? - Dijo mientras tocaba a la puerta de mi habitación.

Tn: s~sí - él entró y yo me sentía mal por todo lo que le había hecho, no podía verlo a la cara.

SMin: quería preguntarte una cosa - se detuvo un momento para pensar en las palabras correctas - yo... ¿No te caigo bien? - esa era la pregunta que menos esperaba.

Tn: no es eso... Yo...

SMin: ¿hay algo que deba saber y por lo que me estés tratando de esa forma? Porque yo veo en tus ojitos que no te sientes bien con ese comportamiento, qué pasa?

Tn: yo... No puedo decírselo...

SMin: no tengas miedo, puedes decirme lo que quieras y prometo no decírselo a tu mamá... Esto te lo pregunto porque no me gusta ver cómo soportas los regaños después de tus acciones, además te he visto algunos moretones, no me gustaría saber que tu mamá te está haciendo daño y menos si se debe a mí.

Tn: no es su culpa señor, me lo merezco después de todo...

SMin: no pequeña, tú no te mereces nada de eso, quiero saber qué pasa - me quedé callada, ¿qué podía hacer? ¿Decirle de una vez que se fuera para que no sufriera? ¿Y si le contaba a mamá y me iba peor? - ¿sabes? Tu mamá me gusta mucho, por eso decidí casarme con ella... Pero también fue porque me contaba mucho de ti y yo siempre quise tener una hija, de hecho tú me motivaste a aprender mejor el español, por eso me gustaría que me tuvieras más confianza, en verdad te prometo que no le diré a tu madre, pero quiero saber ¿qué es lo que pasa contigo y por qué te comportas de esa forma?... Aunque a mí realmente no me molesta, me parece divertido, me recuerda a mis hijos cuando eran pequeños - el señor Min era agradable y ahora me sentía peor por todo lo que había hecho - ¿quisieras conocer a mis hijos? Son un poco mayores que tú, pero seguro que te agradarán y tú a ellos, de hecho es probable que conozcas a uno de ellos, es algo famoso.

Tn: señor Min... Lo siento, por todo lo que le hice, por las veces que le hablé mal, es sólo que... Mamá... No es la persona que usted cree y no quiero que lo lastime.

SMin: eres tan pequeña y tan considerada, pero no te preocupes por mí, yo soy el adulto, se supone que soy yo quien debe cuidar de ti... Te prometo que estaré bien.

Tn: ¿está seguro que estará bien? Yo, no quiero que su corazón sufra, ni esté triste.

SMin: eres demasiado madura, pero no te preocupes, ¿qué te parece si hacemos las paces y comenzamos de nuevo? No quiero que sigas sufriendo por mi causa.

Tn: está bien - estaba tranquila por al menos advertirle un poco, quizá sería bueno tener un aliado, estar con él se sentía casi como estar con mi papá, el señor Min era muy amable.

Pasamos el resto de la tarde hablando, él me contaba de su vida y ahora sabía que él estaba en México porque iba a comprar una empresa en mi ciudad, que tenía dos hijos, uno era famoso, aunque yo no había escuchado mucho sobre él y su banda, su nombre era Yoongi, pero su nombre artístico era Suga, también me dijo que eran Coreanos, porque yo creía que eran Chinos (prejuicios de toda la vida) y que había aprendido español para poder empezar a tener negocios en este país y eso del idioma fue sugerido por Yoongi, también me contó que su otro hijo se había distanciado de él cuando se divorció y estaba molesto porque se había vuelto a casar, pero su hijo Yoongi lo había apoyado y gracias a él es que tenía la posibilidad de hacer negocios por toda la ayuda que le había brindando, en verdad estaba orgulloso de sus hijos, y me dijo también que esperaba poder tener una relación bonita conmigo como la que tenía con Yoongi, aunque a veces discutían, pero se apoyaban en cada paso que daban.

Ahora tenía un cómplice, quizá si el señor Min seguía siendo tan amable pronto podría llamarlo papá.