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—Bueno ahora quiero que me lleves a recorrer todo este lugar. —le dijo arrastrandola. —Tiene una pinta de oscuro y tetrico pero me gusta.

Ariana era asi, energica, extrovertida, siempre veía lo mejor en las peores situaciones, muy positiva y alegre.
Toda esta conversación y reencuentro fue bajo la mirada de Angie, Brisa y Micaela, quienes estaban confundidas por toda esta interacción.

—¿Hola? ¿Se conocen? —se acerco lentamente la peliazul.

—¿Se acuerdan que les hable de mi mejor amiga? —las tres asintieron. —Bueno, es...es ella, es Ariana.

—¡Ay les hablaste de mi! —grito emocionada. —Mucho gusto, ¿ustedes quienes son?

—Yo Angie. —se presento.

—Mica. —la siguio la chica de ojos azules.

—Y yo Brisa. —la abrazo. —Perdón, soy de saludar de esa manera.

—Me encanta, adoro los abrazos. —le correspondio.

—Si, se te nota mucho en tu energia. —dijo mientras sostenia sus manos. —Puedo sentir eso en las personas.

—Eso es genial. —contesto genuinamente. —Me gustaria aprender sobre esos temas.

—Cuando quieras podemos tener esa charla. —Brisa estaba emocionada, ya le caía bien Ariana y sentia su pureza en su aura.

—Dale si. —le respondió. —Ahora Lourdes va a llevarme a dar un tour por este lugar...¿quieren venir?

—Yo no puedo, pero nos podemos juntar en el almuerzo. —dijo Micaela.

—Nosotras vamos. —hablo Angie por ella y Brisa.

Comenzaron a caminar por todo el lugar, habian recorrido todo el interior, el salon, el comedor, la iglesia, la capilla, los cuartos y ahora estaban caminando por el patio de afuera.

—Este lugar es..horrendo. —dijo sincera haciendo que todas rieran. —Es inhumano tenerlas acá y llenarles la cabeza.

—Ari, no empieces..—la freno Lourdes.

—No pero es verdad, cada una decide quien ser y que aca te quemen el bocho diciendote que solo existe una opción correcta me parece mal. —levanto los hombros.

—Yo estoy de acuerdo con ella. —adhirio Angie.

—Estos lugares te enseñan a respetar las cosas que dice la Iglesia y no me parece mal qu...—la ojiverde fue interrumpida por su mejor amiga.

—¿Quien es ella? —puso su vista fija en una chica que estaba en frente de ellas sentada en una banca leyendo un libro.

Las alarmas se encendieron en el interior de Brisa cuando vio que la chica que le habia llamado la atención a la morena era Martina.

—Ella es Martina Benza. —contesto Angie.

—Es muy linda chicas. —hablo sin dejar de verla. —Diganme que no es la novia de ninguna de ustedes ni de nadie de aca.

—No esta con nadie, de hecho no tiene ni amigas, solo Lourdes llego a llevarse bien con ella. —le contó la peliazul.

—¿Sos amiga de esa preciosura? —le preguntó sorprendida.

—No, no somos amigas, eramos compañeras de cuarto. —la cara de Lourdes era seria.

—Bueno presentamela, vamos. —la tomo del brazo para llevarla hasta allá.

—Esta leyendo un libro, no da interrumpirla. —la corto enseguida.

Brisa miraba este intercambio de palabras entre las dos chicas y sabía que Lourdes no estaba contenta con este interes de su mejor amiga en Martina.

—Vamos dale. —Ariana seguia insistiendo y la termino arrastrando hacia la rubia.

—¿Hola? —Martina saludo confundida viendo a Lourdes y otra chica mirarla.

—Perdón por interrumpirte es que...—la ojiverde quiso hablar pero Ariana se metio.

—Yo le pedi que queria conocerte, te vi desde alla...—señalo el lugar donde estaban ahora solo Angie y Brisa. —Y me llamaste la atención.

La caradurez que tenia la morena hizo que a Martina se le escapara una pequeña sonrisa y se sonroje un poco. Lourdes al ver esto fruncio el ceño.

—Entonces...un gusto, soy Martina. —le ofrecio su mano. —¿Vos sos?

—Ariana me llamo, soy la mejor amiga de Luli. —le comento.

—Ella es tu....—la miro a la ojiverde quien asintió.

—¿Tambien te hablo de mi? —sonrió.

—Si. —le afirmo.

La conversación entre la rubia y Ariana siguió. Ella le preguntaba cosas y Martina se las respondia sin problemas, cosa que generaba una especie de sensación poco amistosa en Lourdes. De repente, deseaba que Ariana no estuviese ahi hablando con la rubia, queria ser ella quien este captando su atención y no su mejor amiga.

¿Pero por que se sentía asi?

Llevaron a Ariana a la habitacion antigua que compartian Martina y Lourdes, ella se iba a quedar ahí ahora. Mientras acomodaba sus cosas, la rubia la observaba y le sacaba charla, Lourdes sentia que ya era a proposito.

—Martina, ¿podes venir un segundo? —la llamo y la rubia fue.

—¿Qué pasa? —preguntó.

—¿De repente sos copada? ¿O que te pasa? —eso sonó como un reclamo y ambas se dieron cuenta.

—No entiendo, estoy hablando con Ariana porque me saca charla todo el tiempo y no quiero ser descortez. —esa respuesta no le gusto para nada a Lourdes.

—Conmigo parecía no importarte ser descortez. —rodo los ojos.

—¿Es un reclamo? —el tono desafiante de Martina le puso los pelos de punta a Lourdes.

—¿Qué? No..o bueno, si, pero porque siempre quise acercarme a vos y jamas me lo permitiste y ahora viene Ariana y no te molesta. —se cruzo de brazos.

—Yo...—no pudo terminar de decir lo que estaba por decir porque Ariana se acerco a ambas.

—Ya esta todo listo, ¿vamos Marti? —se dirigio a la rubia.

—¿A donde van? —preguntó la ojiverde.

—Martina dijo que iba a mostrarme la vista desde el techo. —eso hizo que la poca paciencia que quedaba en Lourdes se fuera de su cuerpo.

Le clavo una mirada matadora a la rubia quien la estaba mirando como si poco le importara. De todas formas ¿qué es lo que podía molestarle a ella? pensaba Martina. Al final de todo, esta cercania de Ariana con Marti le servia a las dos. Aunque eso Lourdes no lo supiera.

—Podes venir si queres. —le ofrecio Martina.

—No, gracias. —se negó de inmediato. —Tengo cosas que hacer.

—Bueno, después nos vemos entonces. —Ariana la abrazo y la ojiverde le correspondio pero sin animos.

—Cuidala. —esa advertencia fue para Martina.

—Te aseguro que si. —levanto una ceja.

Lourdes tuvo que contar hasta 10 y suspirar para hacer lo que tanto queria que era gritarle a Martina. En su lugar, dejo que se fueran y se quedo en su cuarto encerrada hasta la hora del almuerzo.

No quería saber nada con levantarse y tener que verlas interactuar nuevamente. Pero sabia que esto era culpa pura y exclusivamente de Martina, ella juraba que lo hacia para provocarla.

Pero ¿y si a Martina le gustaba Ariana? No, no podía. ¿no?

LIVING PROOF || Martuli Donde viven las historias. Descúbrelo ahora