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Para Lourdes tan lindo volver a dormir en el mismo cuarto que Martina, ahora la diferencia era que en el medio de la noche siempre una terminaba en la cama de la otra, pero seguian manteniendo las costumbres de antes.

Martina no bajaba a desayunar y Lourdes escondia comida para llevarsela. Al igual que en el almuerzo y en la cena. A la misa la ojiverde no se animaba a volver a ir, sentía que no podía hacer ambas cosas y ella eligió a la rubia. Y estaba bien con eso, pero no dejaba de sentir algo de culpa de todas formas.

—Ustedes dos...—las miro Brisa de forma sospechosa. —Estan ocultandome algo, puedo sentirlo.

—Estamos de novias, Bri. —Martina confesó.

—¡No puedo creerlo! —la castaña pego un grito de felicidad y las abrazo a ambas. —Jamas creí que iba a vivir para verlas estar bien, ya estaban como perros y gatos peleando todo el tiempo.

—Si, fue dificil. —rió Lourdes abrazada a la cintura de Martina.

—¿Y ahora que piensan hacer? —les preguntó.

—Yo...no, no lo habiamos pensado. —respondió Martina.

—Todavia no cumplí los 18. —hablo la más pequeña. —Todavia faltan unos meses y...yo creo que ahi todo va a ser distinto, digo, para irnos.

—De enero a marzo pueden pasar muchas cosas. —Brisa dijo sensata, tendrian que empezar a pensar como hacer y a donde ir.

—Vamos a ir a Paris, eso lo tenemos más que seguro. —Martina dijo con una sonrisa.

—Primero tratemos de llegar aunque sea al pueblo de al lado amor. —Lourdes bromeo pero a Martina se le iluminaron los ojos al escuchar la forma en la que la ojiverde la habia llamado.

—¿Como me dijiste? —le pidió que lo repitiera.

—Amor...—contesto timidamente. —¿Te...te molesta que te diga asi?

—Para nada. —la beso. —Suena hermoso cuando me lo decis.

—No bueno, ya esto se esta poniendo....bastante cursi para mi gusto. —Brisa se tapo los ojos. —Voy a irme antes de que hagan cochinadas en frente mío.

Las dos chicas se rieron y siguieron besandose sin preocupación alguna. Pero la verdad es que, por lo menos en Lourdes, la conversación con Brisa habia plantado una pequeña duda de si podrian con esto.

—Angie, a vos te estaba buscando. —dijo Lourdes cuando llego a su habitación.

—El cuadro estaba asi cuando yo llegue eh. —contesto enseguida.

—¿Eh? —la ojiverde la miro confusa.

—¿Eh? —la imito.

—¿De que estas hablando? —le preguntó.

—Nada, nada. —evadio el tema. —¿Para que me buscabas?

—Bien eso fue extraño pero voy a ignorarlo porque en serio necesito tu ayuda. —comenzo a hablar. —Estoy pensando en escaparme....con Martina.

—Brisa me contó que estan de novias. —le dijo. —Muy mal que no me lo hayan dicho a mi. —se cruzo de brazos fingiendo enojo.

—Perdón es que tratamos de no hablar mucho del tema porque cada vez que intentamos estar bien, algo pasa. —se excuso.

—Esta bien, no importa, me alegra por ustedes. —las felicito genuinamente. —¿Pero que necesitas de mi?

—Se que vos sabes la forma para irte de acá. —respondió. —Y necesito que nos ayudes. Se que mis padres van a venir cuando yo ya cumpla los 18 años, no se exactamente que plan tienen pero se que no va a ser algo bueno, así que por favor, te repito, necesito que nos ayudes.

—Bueno, yo se pero...es riesgoso. —le advirtio. —La hermana superiora puede enterarse y no se los va a perdonar.

—Voy a correr ese riesgo. —le contesto.

—Las puede llegar a separar. —esto ya la hizo estremecerse un poco. No queria perder a Martina, pero tenian que arriesgarse si querian ser libres.

—Angie, quiero saber como irme de acá. —con esta última afirmación, la peliazul supo que estaba hablando con completa seriedad y que no había nada que la haga cambiar de opinion.

Angie se hablaba con el monaguillo de la capilla del centro de conversion masculino. ¿Como? Porque fue a quien llamo su tía para traerla a este lugar. Él no esta de acuerdo con todas las practicas que se hacen en esta institución y es por eso que se dedica a ayudar a los chicos y chicas, algunos ayudandolos a escapar a otros con una simple contención. Y Julian le hablo sobre él. Para esto también lo necesitaba, no sabía si Martina se lo iba a tomar bien así que por ahora decidio no contarle nada sobre su plan. El problema principal, era que el monaguillo estaba en el bloque de hombres y llegar hasta alla era practicamente imposible, y es por eso que necesitaba al chico rubio.

Una vez que Angie le explico bien todo, quien era, donde tenia que buscarlo y que tenia que decirle, Lourdes se puso en marcha para hablar con la hermana superiora y decirle que esta vez queria ser ella quien sorprenda a Julian dandole una visita. Procuro que ese día Martina este ocupada en otras cosas, Brisa y Angie ayudaron a eso, y ella comenzo a prepararse para iniciar el plan.

—No te mandes ninguna. —le pidió la peliazul antes de que Lourdes partiera.

—Voy a seguir todo al pie de la letra. —aseguro.

—Gonzalez, ya vinieron a buscarla. —aviso la directora Devin y Lourdes le dio una última mirada a Angie antes de salir por esa puerta.

Rogaba que todo saliera bien. Tenía que salir bien.

LIVING PROOF || Martuli Donde viven las historias. Descúbrelo ahora