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Martina no pudo convencer a Lourdes de que se vaya, así que ahora era ella quien estaba cuidando que sus heridas no empeoren. La rubia no queria mostrar que le dolia, pero se sentía como un cuchillazo cada vez que la tocaba.

—Tenemos que ver a una enfermera amor. —le dijo Lourdes.

—Vos sos mi enfermera. —la pegó más a su cuerpo.

—Si pero necesitamos una de verdad. —fruncio el ceño. —Obviamente no va a poder tocarte como lo hago yo porque la mato....pero tienen que revisarte esas heridas.

—Van a hacer muchas preguntas y la madre superiora puede castigarme peor si sabe que yo le dije a alguien más lo que paso. —Martina se sentía presionada.

—No es justo lo que te hacen. —puso un gesto triste. —Pero podemos inventar alguna excusa, aunque sea para que te revisen.

—Esta bien pero no hoy. —dijo. —Para hoy tengo planeada otra cosa. —se levanto dejando a Lourdes en la cama confundida.

—¿Qué tenes planeado? —preguntó intrigada.

—Si me acompañas te digo. —le estiro la mano y la ojiverde la tomo.

Ambas fueron de forma sigilosa hasta el bosque. Martina que habia llevado una gran mochila, llevo comida y una manta, la tiro en el piso y se sento, incitando a Lourdes a que haga lo mismo.

—¿Me preparaste un picnic? —la sonrisa de Lourdes era de oreja a oreja.

—Si, obvio. —respondio con otra sonrisa igual.

—Me encanta amor. —la beso. —¿Y estas toallas para que son?

—Las traje porque vamos a nadar. —contesto.

—Pero no traje nada para meterme. —le dijo.

—Eso es porque vamos a meternos sin ropa. —Martina empezo a sacarse sus prendas y Lourdes levanto una ceja, en cuestion de segundos ya estaba haciendo lo mismo y corriendo detras de la rubia para meterse al agua.

—Esta fria. —se rio Lourdes una vez adentro.

—La podemos calentar. —Martina agarro el brazo de la ojiverde y la arrastro para pegarla más a ella.

Sus cuerpos estaban tan cerca, que Lourdes hasta habia dejado de temblar por la temperatura del agua. Los ojos de Martina estaban puestos en los pechos de la más chica.

—Creo que no puedo dejar de verlos. —dijo sin sacarles la vista de encima. —Me hipnotizan.

—Podrias poner tu cara entre ellos que no me molestaria para nada. —la provoco y eso fue lo que hizo Martina.

Las cosas empezaron a subirse de tono, las manos de ambas no podian quedarse quietas en una parte del cuerpo, cada una recorria toda la anatomia de la otra, se habian extrañado y se notaba.

Salieron del lago para poder terminar más comodas lo que ya habian empezado. Lo más lindo del sexo entre las dos, era que siempre estaba lleno de amor y cuidado, se miraban a los ojos y se besaban cada centimetro de piel, haciendo que la otra se sienta amada.

Lourdes no pudo evitar ponerse triste al ver las heridas de su novia, esos moretones le daban retorcijones cada vez que los veia y a Martina la ponia timida, no le gustaba que la ojiverde los vea e intentaba taparse, pero Lourdes enseguida retiro la mano de Martina y comenzo a besar cada uno de ellos.

—Sos hermosa y esto....—señalo sus marcas. —Me recuerdan lo fuerte que sos, lo valiente que tuviste que ser.

—Te amo. —le dijo y Lourdes le respondio con acciones. Siguio besandola hasta el cansacio.

LIVING PROOF || Martuli Donde viven las historias. Descúbrelo ahora