Los días pasaban, las semanas tambien, ya estaba terminando febrero y se acercaba un momento culmine en la vida de las dos chicas. Los 18 de Lourdes.
Faltaba solo 1 semana para que sea 3 de Marzo. Lourdes por fin cumpliria mayoria de edad y eso haria que las cosas, quizas, sean un poco más facil.
—Por lo que tengo entendido, Lourdes puede decidir si seguir aca o no. —dijo Brisa.
—Sus padres pueden intervenir todavia de igual manera. —levanto los hombros Micaela. —Puede que pueda tomar ciertas decisiones pero aún no tiene 21, es por eso que Martina todavia sigue aca.
En eso la chica de ojos azules tenía razón. Cumplir 18 la hacia libre hasta cierto punto. Y mientras las chicas analizaban distintos planes para ayudarlas a escapar, Lourdes estaba demasiado nerviosa por lo que pudiera llegar a pasar el siguiente 3 de marzo.
En cambio Martina, estaba intentando vivir mucho más el día a día. Desde que se "comprometio" con Lourdes, que se siente de manera diferente. Esta más tranquila con su relación y se conforma con tenerla a ella, ya no estaba tan obsesionada con irse, sino con seguir estando con Lourdes. Sea en el convento o en cualquier otra parte del mundo, solo queria ser feliz con su novia.
Y es por eso que el detalle de los 18 de Lourdes no iban a pasar desapercibidos por ella. Estaba preparandole un gran regalo, queria sorprenderla y hacer que su día sea más que especial.
—Me encanta verte de esta manera. —le dijo la castaña viendo como Martina recortaba algunos papeles de colores con mucha concentración.
—¿Asi como? —le preguntó.
—Asi...tierna, detallista, romantica....—Brisa comenzo a reirse.
—En otro momento me hubiese enojado por tus burlas pero ahora soy una nueva Martina. —le resto importancia y continuo con sus manualidades.
—Y me alegra verte asi. —sonrió. —¿Qué es lo que le estas preparando?
—Es una sorpresa. —respondió. —Es un regalo con varios regalos, junte cosas favoritas de Lourdes e intente ponerlas todas en....esa caja. —señalo un gran paquete color verde.
—Me encantaria algún día tener una novia como vos Benza. —le guiñó el ojo. —Pero voy a tener que conformarme con otra ya que dejaste de estar disponible.
—Soy una mujer casada y orgullosa de serlo. —afirmo. —Pero vos tambien vas a ser feliz y encontrar a alguien.
—Estando aca adentro lo que menos me preocupa es el amor, creeme. —respondió. —Es muy loco ¿no? yo puedo sentir cada cosa que sienten los demás pero no puedo permitirme sentir nada por nadie.
—Estar a la defensiva con los senitmientos no es algo lindo y creeme, te lo digo por experiencia. —Martina hizo una mueca. —Deja que la vida te sorprenda.
Brisa asintió. Le dio mucha felicidad interior escuchar a Martina hablar asi sobre el amor y las relaciones, hace 1 año eso era completamente impensado, pero ahora era asi, Martina habia ablandado su corazón por una pequeña con ojos verdes y estaba muy feliz, eso Brisa podia sentirlo y le alegraba tambien.
Ya era 2 de marzo a la noche, faltaban 30 minutos para el cumpleaños de Lourdes y ambas estaban acostadas en su cama, haciendose caricias y hablando sobre cualquier otra cosa. Martina estaba ansiosa, ya queria mostrarle el regalo que le habia preparado. Cuando por fin dieron las 12, la rubia se tiro encima de la ojiverde y la lleno de besos por todas partes.
—Feliz cumpleaños, mi amor. —le dijo de manera tierna y Lourdes sonrió besandola.
—No hay nada que me haga más feliz que empezar mi cumpleaños con vos. —puso una gran sonrisa.
—Y espero que esto tambien te haga feliz. —se levanto para agarrar el paquete y darselo.
—No hacia falta que me regales nada Mar. —agarro el regalo. —Pero en serio te agradezco.
—Me gusta darte detalles y verte esa sonrisa tan linda que tenes. —Lourdes se derretia con cada cosa que Martina le decia.
Ahora la rubia estaba expectante a la reacción de su novia al ver el regalo que con tanto esfuerzo estuvo preparando. Lourdes comenzo a romper el papel y abrio la caja, largando un par de lagrimas al ver el interior.
—Mar...esto es...—no sabía ni con que palabras describir lo contenta que estaba con el obsequio.
Era un libro y en la portada decia "Cartas a Lourdes" cuando lo abrio, eran cientos de paginas en las que Martina le expresaba su amor con distintas palabras.
—Cada cosa que escribí ahi, tiene fecha y horario, cada vez que venis a mi mente me dan ganas de escribir, lo vengo haciendo con papeles sueltos desde el día que te conoci, así que decidi juntarlo todo y hacerlo un libro. —le explicó y Lourdes no podía creer lo tierna que era.
—Es hermoso. —seguía sonriendo. —A ver esta página....—leyo la primera, la del día que se conocieron.
"Conocí a una chica hoy y estoy segura de que sus ojos verdes van a ser un gran problema para mi. No puedo dejar de mirarlos. Tengo que odiarla pero mi corazón de alguna manera decidió empezar a funcionar desde el momento en el que la vi entrar a esa terraza"
—¿Esto pensabas de mi el primer día? —preguntó con brillo en los ojos.
—Si. —admitió. —Me gustaste desde el primer día, siempre te lo dije.
Lourdes la abrazo y largo un suspiro.
—Seguí mirando que más hay. —Martina cortó un poco con ese momento porque queria que la ojiverde termine de ver todo.
—¿Y estas fotos? —saco mas o menos 10 fotografias de ella distraída.
—Mis ojos ven esto. —le señalo. —Asi es como te ves de mi perspectiva y quizas eso te haga darte cuenta porque estoy tan enamorada de vos.
—Si seguis diciendome cosas como esas voy a tener que arrancarte toda la ropa. —dijo con completa seriedad. —No puedo creer que seas tan maravillosa y seas mía.
—Creelo porque lo soy, completamente tuya. —le guiño el ojo. —Fijate que hay más.
Lourdes la miro sorprendida. Martina realmente se habia esforzado en ese regalo. Cuando siguio revolviendo la caja, habian bombones, caramelos, golosinas que Luli habia dicho que le gustaban, le encantaba que Martina sea tan detallista. Tambien habian dibujos hechos por la rubia, la ojiverde siempre le pedia que le haga alguno y esta se negaba, pero ahora habian como 4 hojas con dibujos de Marti. Y por último, habia una cajita perdida en el fondo de la enorme caja. Lourdes la agarro con dudas y al abrirla se encontro con un collar, hermoso, de plata y con una pequeña cruz.
—¿Y esto? —la miro esperando que le conteste.
—Vos por mi dejaste muchas cosas, principalmente tu fé. —empezó a decirle. —Se que te sentiste terrible pero con esto quiero recordarte que tu fé, sigue estando adentro tuyo y que es tu felicidad, tu positivismo, tu forma de amar y ver las cosas lindas de cada uno, quizás Dios no este de acuerdo con lo nuestro y tengas que romper algunas reglas, pero vos elegis tu propia fé y eso es algo que nunca vas a poder perder.
—Tenes razón, tuve que aprender a las malas que esto era de esa manera pero pude entender que la fé va mutando con el amor. —contesto. —Y eso lo comprendí porque cada vez que te veo, se que ahora tengo toda mi fé puesta en vos.
La rubia sonrió de oreja a oreja. Lourdes estaba feliz con sus regalos y una vez que Martina coloco el collar en el cuello de la ojiverde, se lo hizo saber besandola de forma apasionante.
—Me encanto todo. —volvio a besarla. —Pero hay algo que te falto.
—¿Qué? —preguntó Martina preocupada.
—Me tenes que hacer el amor. —la rubia automaticamente sonrió y asintió.
Ese era un regalo que jamas se iba a cansar de darle.
-----------------------------------------------------------
Buenas! Falta poco para el final de la historia así que ahora voy a subir varios capitulos para que los disfruten🥰🥰🥰 y tambien contarles que después de esta fanfic, ya tengo otra en mente, si les gustaria y la leerian obviamente. Así que dejenme saber si les interesa
ESTÁS LEYENDO
LIVING PROOF || Martuli
FanficEn una sociedad conservadora en los años 70, las apariencias son lo primero que hay que mantener, sobre todo si tu familia es de la elite. Lourdes Gonzalez es hija de una de las personas más importantes de Beaufort, un pequeño pueblo en Carolina del...