—La cague. —Martina se acosto en la cama de Brisa boca abajo.
—Si todo bien Marti, gracias por preguntar. —bromeo la castaña hasta que vio que la rubia no venia para chistes. —Perdón, ¿qué paso?
—Ariana le dijo a Lourdes que tuvimos sexo. —contesto.
—Y bueno....convengamos que yo tambien me enojaria. —levanto los hombros. —Además vos le hiciste un escandalo por Julian...
—Si pero no es lo mismo Brisa. —dijo no queriendo aceptar que estaba equivocada.
—¿Por qué no? Va, de hecho, tenes razón, no es lo mismo. —Martina ahí asintió. —No es lo mismo porque Lourdes solo se acosto con ese chico una vez y vos con Ariana hasta tuviste una semana impecable en la que no estuvieron un día con las manos lejos de la otra.
—¡Brisa! —golpeo su hombro. —Creí que estabas de mi lado.
—Soy tu amiga y te quiero y por esa misma razón es que te digo las cosas tal cual son. —respondió de forma sensata. —Se que te dolio que Lourdes estuviera con alguien más, pero ahora imaginate ese dolor de Lourdes al saber que vos no solo te acostaste con alguien más sino que ese alguien era su mejor amiga y que además ahora la odia y la quiere destruir para quedarse solo con vos....
—Odio decir que tenes razón. —admitió.
—Siempre la tengo. —le guiño un ojo. —Ahora, anda a pedirle disculpas y pelea por ella, las dos se quieren tanto....sería un desperdicio dejar ir tanto amor asi.
—Ella no quiere ni verme, le dije cosas horribles. —hablo arrepentida. —Y además, no quiere estar conmigo.
—Estoy segura de que si quiere. —la animo.
—No, repite todo el tiempo que no es correcto, que Dios no lo quiere asi y no se que otra cantidad de estupideces más. —se quejo.
—¿Vos te pusiste en el lugar de Lourdes? —la rubia asintió. —No, no, pero realmente en el lugar de Lourdes. Ella fue criada asi y cuesta sacarse de la cabeza cosas que te inculcan desde chiquito y sobre todo si eso te genera un trauma, por ejemplo vos no hablabas con nadie ni querias que nadie se te acerque porque en tu vida tuviste problemas de confianza y de abandono, y eso te llevo a ser quien sos hoy....a Lourdes le debe pasar lo mismo. —Martina reflexiono con respecto a todo lo que le habia dicho Brisa y sabia que tenia un punto.
—Yo la amo y quiero que este conmigo, pero se que no puedo presionarla. —contesto.
—Empeza de a poco, primero pedile perdon sin pretender nada más. —la aconsejo. —Y después de a poco vaya reeconstruyendo su relación.
—¿Por qué tiene que ser todo tan dificil? —se llevo la palma de su mano a la frente.
—Porque el amor nunca es facil. —respondió. —Lo que es facil de conseguir, se va rapido y lo que cuesta, dura para siempre....eso dicen. —Brisa sonrió causando que Martina tambien lo hiciera.
La rubia le agradecio y le dio un abrazo y un beso en la mejilla. Brisa se habia convertido poco a poco en su mejor amiga ahi adentro. Y agradecia haber bajado un poco la guardia, porque sin ella, estaba muy segura que no podria haber aguantado mucho más en ese lugar y sin Lourdes.
Martina necesitaba un poco de paz y fue al bosque donde estuvo con Lourdes por primera vez. Pero cuando estaba llegando, vio a la ojiverde ahí, sentada en la orilla de la laguna y hablando sola.
—Yo se que lo que estamos haciendo esta mal, pero me leí toda la biblia, y en un momento hablas del amor como lo más grande que se puede sentir por el otro y yo a Martina la amo, de verdad. —su tono de voz era triste. —Intente de todas las maneras posibles dejar de hacerlo, quise estar con un chico tambien, pero nada hace que yo pueda dejar de amarla. —esto causo una punzada enorme en el corazón de la rubia. —Se que hice una promesa tambien, pero me cuesta mucho cumplirla.
Lourdes lloraba desconsoladamente y esto hizo recordar las palabras que dijo Brisa. Ella siempre se habia encerrado en su realidad, en su propio sufrimiento, que no podia entender que Lourdes tambien sufria, quizas igual o más que ella.
Decidio no interferir en este momento, lo mejor seria darle su espacio y volvio de nuevo al centro. Tenia que pensar una forma sincera de pedirle perdon e intentar no terminar discutiendo como siempre. Pero primero tenia algo por hacer.
—¿Puedo pasar? —preguntó golpenado la puerta de la habitación de Ariana.
—Obvio. —contesto sonriendo. —¿Qué te trae por acá? ¿Viniste a agradecerme que te conte la verdad de Lourdes? —comenzo a acariciar sus brazos.
—No. —la alejo. —Quiero que te vayas y dejes de molestarnos a las dos.
—Me jodes que despues de saber que se acosto con otro vas a perdonarla y van a volver. —largo una carcajada. —Al final subestime mucho a mi amiguita, al parecer te tiene más encantada de lo que creí.
—No entiendo que te paso, no parecias ser tan mala. —negó con la cabeza.
—Me robaron a la única persona de la que me enamore alguna vez. —dijo con ira. —Y encima mi mejor amiga.
—Lourdes no me "robo", yo siempre estuve enamorada de ella, desde el primer día y ella de mi, vos llegaste en un momento dificil para las dos. —respondió.
—Si, el problema siempre soy yo, ya lo habia escuchado en otras ocasiones. —rodo los ojos.
—No quise decirlo de esa forma. —se retracto. —Pero....Ariana vos si fueras como cuando te conoci y como Lourdes sabe que sos, te iria mucho mejor, pero te obsesionaste con estar conmigo cuando te dije perfectamente que no ibamos a tener nada.
—¿Por qué Martina? ¿Por qué ella y no yo? Lourdes jamas te va a amar adelante de todos como yo si lo haria. —sus lagrimas eran reales, Martina en ese mismo momento se dio cuenta que Ariana tenia mucha tristeza acumulada.
—No lo se, simplemente paso, no es que la hubiera elegido, cuando la vi por primera vez senti algo que jamas habia sentido en mi vida. —la morena asintió con la cabeza gacha. —De verdad sos muy linda y quien sabe si te hubiera conocido primero no me hubiera enamorado de vos, pero no paso..
—Las dos sabemos que no es cierto. —suspiro. —Lo que más me hizo enojar y llegar a hacer todo esto es que yo sabia que a pesar de que Lourdes hubiera aparecido antes o después que yo, para vos siempre va a ser ella.
—No soy la gran cosa para que te pongas asi por mi, realmente no valgo esa pena. —le dijo entre risas. —Lourdes es una excelente amiga y elegiste tenerla de enemiga por mi.
—Sos linda, inteligente, atractiva en todos los sentidos, divertida, es imposible no enamorarme de vos. —dijo con cierta timidez.
—Vos sos todo eso y más, va a haber alguien que se enamore de vos, pero para que eso pase tenes que soltar todo esto y reconciliarte con vos misma. —levanto sus hombros.
—Tenes razón. —hablo más tranquila. —¿Puedo darte un abrazo? —preguntó y Martina sonrió abriendo sus brazos.
En ese abrazo Ariana sintió que pudo soltar todo lo malo que se habia apoderado de ella en estos últimos meses. Martina no la queria de la misma forma, pero ahora lo podía aceptar con total libertad.
—No bueno, la que me faltaba. —la voz de Lourdes se escucho en la habitación y ambas se separaron al verla. —No paso ni 1 semana de que peleamos por esto y ya otra vez ibas a acostarte con ella. —rió de forma ironica.
—Lourdes no...—intento hablar Ariana pero la ojiverde no la dejo.
—Vos ni te metas. —le contesto mal. —Disfrutala porque por fin ganaste, es toda tuya. Es lo que querías ¿no?
Se dio vuelta y se fue enojada. Martina y Ariana se miraron sabiendo que esta vez no quisieron causar ningun mal y de todas formas Lourdes lo mal interpreto todo.
—Voy a hablar con ella. —se levanto Martina.
—No, no. —la detuvo. —Voy a ir yo.
A la rubia no le parecia tan buena idea que Ariana sea quien intente calmarla y explicarle las cosas pero esta vez, después de su charla, decidio darle un voto de confianza. Solo esperaba no equivocarse de nuevo.
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LIVING PROOF || Martuli
FanfictionEn una sociedad conservadora en los años 70, las apariencias son lo primero que hay que mantener, sobre todo si tu familia es de la elite. Lourdes Gonzalez es hija de una de las personas más importantes de Beaufort, un pequeño pueblo en Carolina del...