21 de noviembre.
Había terminado mi clase de hechizos, últimamente, estoy mejorando bastante, soy de las primeras en la clase.
Es un muy buen logro.
Estuve practicando varios hechizos en mi cabeza y usándolos contra armaduras. Cada vez que los realizaba, tenían una mejor potencia.
Yo diría, que de acá a unos días, podría realizar cualquier hechizo complicado.
Calculo que mi avance, es gracias a mis padres, habré heredado sus talentos.
También, había intentado mejorar en pociones, no era mala, pero no es lo mío. Por suerte, el profesor Slughorn piensa que soy realmente magnífica.
Hoy había tenido un día muy cansador, lo que menos energía me daban, es que en unos días empiezan los entrenamientos de Quidditch. Hacia tanto tiempo que no montaba una escoba, que ya no recordaba ni como ir rápido.
Lo mejor será subirme a una algún día de estos.
Pero ahora, no es el momento. Lo único en lo que podía pensar es en dormir una buena siesta o pegarme una ducha.
Cuando abrí la puerta de mi habitación, una gran sorpresa me esperaba. Inmediatamente, cerré la puerta para que no se viera de afuera.
Había un gran oso de peluche color marrón, era demasiado tierno, entre sus manos, sujetaba un corazón en el que decía "te amo". Al lado, había una caja de chocolates, podía sentir el exquisito aroma de aquellos.
A la izquierda, había unos tulipanes blancos que brillaban demasiado, eran preciosos. No pude evitar sonreír.
Pude ver un pequeño papel de color blanco colocado entre las flores, que me generó demasiada curiosidad y decidí agarralo.
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Esto es para que sepas lo que es un buen regalo, no andes sonriendo con un simple ramo de rosas que te deja cualquiera.
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La letra me es familiar. Empecé a pensar quién podría ser, era muy probable que sea un regalo de Harry, pero temía que Theodore siguiera con sus actos extraños.
Pero solo podía pensar algo, la persona que había hecho esto, había gastado mucho dinero.
Es un acto de cariño, y lo amo, pero la nota parecía ser de celos. Recordé lo que me había dicho Harry cuando vio el ramo, solo quería creer que el me había regalado aquellas cosas.
Aunque el regalo era demasiado bello, tenía sueño. Y en mis pensamientos, agradecer, va segundo.
Corrí las cosas de la cama y me acosté, pensando en el regalo.
Cuando me desperté eran las ocho de la noche, ahora, sí podía ir a agradecerle a Harry. Ya tenía suficientes energías.
Fui a su habitación y toqué la puerta, pero nadie contestaba. Debía estar en otra parte, pensé.
Baje al Gran Comedor, y busqué con la mirada a Harry, pero tampoco estaba allí. Ni Hermione y Ron, debían estar juntos.
Pensé los posibles lugar en los que podían estar, la Sala Común de Gryffindor, el dormitorio de Hermione o Ron, el campo de Quidditch o incluso la biblioteca.
Me pasé un buen rato buscando a Harry, recorrí todos los lugares que se me ocurrieron, pero en ninguno estaba Harry, Hermione o Ron.
No quedaba otra opción que irme a cenar sola. Muy probablemente, el Gran Comedor ya esté vacío.
Cuando entré allí, pude ver a él chico que invité a mi cumpleaños, Neville, si no recuerdo mal.
Decidí acercarme a él, parecía solo, nadie estaba al rededor de él. Su mirada, se concentraba con los ojos caídos mirando al plato. Estaba de brazos cruzados y con el ceño fruncido.
- Neville..- Dije mientras me aseguraba de sea su nombre.- ¿Ocurre algo?- Le pregunté mientras me sentaba al lado suyo.
- Pansy.- Contestó Neville, que parecía algo enojado.
- ¿Qué ocurre con ella?- La verdad, es que esa chica era capaz de cualquier cosa. El simple hecho de que mienta y pegue al resto, es de niñitas.
- Se burlo de mis padres.- Dijo mientras se le caía una lágrima.- Comentó sobre ellos, dijo que el que no debe ser nombrado- Cuando oí ese apodo, mis cejas se levantaron con curiosidad.- no los volvió...locos, dijo que ya lo son.
Eso sí que era extraño, para empezar, ¿quién es "el que no debe ser nombrado"? ¿Y por qué dijo que ya eran locos?
- Perdón, Neville, pero no se la historia de tus padres- Neville, me interrumpió antes de que pudiera preguntarle al respecto.
- Fueron torturados por ya sabes quien y Lestrange.- Ese apellido, sí que lo conocía, incluso, lo podría tener yo.- Ellos se resistieron a darles información, y quedaron locos por los crucios.
- Lo lamento tanto.- Realmente lo sentía, lo peor de todo, es que mis padres son las personas que los torturaron.
En todos estos años, ni mi madre, y padre me contaron una mínima cosa.
- No es tu culpa.- Repuso Neville.
Intenté consolarlo, apoyé mi mano sobre la suya y añadí:
- Tus padres son personas muy valientes al negarse de darles información, Neville. Seguro, que tu también lo eres.
- Sigo sin ver la valentía que tu dices en mi.- Dijo él mientras me miraba triste.
- Tu eres valiente, Neville. El hecho de haberme contando todo sin temor, es un acto de valentía.
- ¿Tú crees?- Una pequeña sonrisa salió de su rostro.
- Claro que sí.
Luego, me fui a mi habitación y me tomé una buena ducha.
Recordé los regalos y que estaba buscando a Harry, realmente, tenía demasiadas dudas de dónde podía estar. Tenía que preguntárselo.
Y yo también tendría que preguntarme, una sola cosa, ¿cómo me las voy a arreglar cuando vea a mis padres?
Seguía sin cumplir aquella misión.
Si algún día, llegara a ser madre -cosa que no va a ser posible porque no me veo teniendo ni un solo hijo- trataría a ese ser como si fuera lo único que tendría.
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Un amor imposible
RomanceTn es hija del mago más temido de todos los tiempos "Lord Voldemort" y de su compañera "Bellatrix Lestrange". Un día sus padres le dicen que irá a Howgarts con el objetivo de asesinar a el famoso "Harry Potter" ¿Podrá cumplir la orden de sus padres...