27. La marca tenebrosa

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17 de noviembre.

Ayer había sido un día muy malo y bueno al mismo tiempo. Malfoy, ya no me hablaba, ni siquiera me miraba.

Los de Slytherin están tan enojados conmigo por lo que ocurrió con Pansy, que no me dejan sentarme en su mesa.

Son unos idiotas.

Por eso, le tuve que pedir a Hermione si me podía sentar a su lado, en la mesa de Gryffindor. Por suerte, Hermione accedió y me hizo un lugar a su lado.

Estaba algo triste y decepcionada de Malfoy. Hablando con Hermione, me pude enterar de que lloro un buen tiempo por lo que le dijo, pero lo superó, y me comentó que los comentarios de Malfoy no le interesan.

Desde la mesa de Slytherin se podían ver las miradas serias y fijadas en mi. Hasta gente que conocía estaban frustrados conmigo. No sé si porque le grité a Pansy (no tuvo ningún castigo) o porque estaba sentada en la mesa de su peor casa enemiga.

Por lo menos, aquí, si soy recibida.

- ¿Ron y Harry? ¿No vienen a desayunar?- Le pregunté a Hermione.

- No se nada de Harry, la última vez lo vi ayer después de lo que me dijo Malfoy.- Me contestó.- Y Ron, está en el otro lado de la mesa, sentado con Lavander y sus amigas.- Dijo mientras levantaba la mirada y señalaba dónde estaban.

Era cierto lo que decía, no sabía que lo de ellos iba a serio. Lavander, ya les había presentado a Ron, formalmente. Ya que ellas estaban bien vestidas.

- Le quería preguntar a Ron si podía quedarme en su casa por estas vacaciones. Total, son solo unos pocos días.- Le comenté a Hermione.

- ¡Que bueno! Seguro que te dice que sí. Yo y Harry casi siempre estamos allí. Seguro que te recibe.

- Lo único, en las vacaciones tengo mi cumpleaños. Tendría que irme unos días antes a mi casa.- En este caso es "mi" casa, porque se supone que soy una Malfoy.- Todavía no está nada confirmado, pero ya le escribí a mi madre.

- Espero que te deje...- Me dijo mientras hacía un pequeño silencio.

- ¡Hola Tn! Me alegra verte por aquí.- Dijo el pequeño niño de Ravenclaw, Thiago, o eso creo.

- Hola, ¿ocurrió algo?- Le pregunté. Ya me parecía raro que me hablara.

- No, solo pasaba a saludarte.- Dijo mientras daba media vuelta y se iba a su mesa.

Cuando se fue, pude ver la silueta de Malfoy levantándose de la mesa de Slytherin. Parecía preocupado.

Salió caminando rápidamente del Gran Comedor, por alguna razón, tenía que seguirlo.

- Perdón, Hermione, pero tengo que hacer algo.- Dije mientras me levantaba de la mesa.

- Esta bien Tn, nos vemos.- Me despidió Hermione.

Intenté seguir a Malfoy, era algo complicado, estaba camiando demasiado rápido. Y a veces tomaba caminos extraños.

En un momento, lo ví entrar al baño de las chicas del segundo piso. Eso sí que es extraño.

Me acerqué lentamente a la puerta, estaba cerrada. Apoyé mi oído en ella, desde el fondo, se podían escuchar gritos y llantos desesperados.

Me daba pánico.

Decidí entrar al baño. En mi cabeza comencé contar < 1, 2 y...3>. Abrí la puerta, y allí estaba Malfoy.

Pero estaba contra el lavabo, mirándose al espejo, en llantos. También pude ver que tenía la varita en una mano. Y en la otra, la camiseta arremangada.

Malfoy, se dió media vuelta para encontrarme conmigo.

Y no podía creer lo que estaba viendo en su brazo, una lágrima empezó a salir de mi ojo. Trague saliva, intentado no creer lo que veía.

En su brazo, tenía esa marca, la marca tenebrosa. Era una calavera, y de su boca, salía una gran serpiente.

Mi piel, rápidamente, se puso como la de una gallina. Mi boca estaba semi abierta de la sorpresa. Rápidamente, me llevé la mano a la boca para no hacer ruido. Y rompí en llantos.

No podía creerlo, tenía la marca, esa marca. Todos los que tenían esa marca, y cometían algún error, eran asesinados. No quería que le pasara lo mismo a él. En este momentos no eramos amigos, pero lo fue toda mi vida.

Miles de preguntas invadieron mi mente:¿Por qué él? ¿Desde cuándo tiene la marca? ¿Fue obligado o el quiso? ¿Le pasará lo mismo que al resto? ¿Mis padres lo habían hecho para que yo sufriera?

Y todas esas preguntas, solo tenían una respuesta. Y, para saberla, necesitaba que Malfoy me explicara.

- ¿Por qué tienes la marca tenebrosa?- Le pregunté mientras corría una lágrima.

- Tu padre...quiso que yo te vigile, que le diga todo lo que hacías. Para poder ver que cumplas con el plan.- Dijo en tono preocupado, lo que más me molestaba, era que él, no me dirigía una sola mirada.

Por otro lado, mi padre, siempre había sido una persona reservada y dura. En algunos momentos de mi vida, él no estuvo presente. Mi madre me decía que el estaba en un largo viaje, recién lo volví a ver hace un poco más de un año.

El no había estado en toda mi infancia, la última vez que lo ví (antes de nuestro reencuentro) fue cuando yo tenía tan solo unos meses, casi un año. Recién volvió a aparecer cuando yo tenía catorce.

Recuerdo aquel día, como si hubiera sido ayer. Mi madre estaba ansiosa y emocionada. Yo estaba enojada, no había estado nunca conmigo, ella me tuvo que criar sola, y estaba alegre de eso...

Mi madre preparaba la casa, compraba muebles caros y finos, de las marcas más reconocidas en el mundo mágico.

En aquel momento, su llegada fue...miserable.

Recuerdo que el había entrado en la sala, había dirigido una pequeña mirada hacia mi. Luego, le dijo furioso a mi madre:

- Se me ha escapado.- Había dicho mientras miraba a mi madre, y a su lado, había una larga serpiente. Que parecía ansiosa por jugar.- Pero he vuelto.

- Señor...- Dijo mi madre mientras inclinaba su cabeza.- Me gusta su llegada. Estoy lista, para cualquier cosa.

Recuerdo tanto ese diálogo, no entienda nada, ni una sola palabra.

La vez en la que me dí cuenta de que mi madre y padre andaban en algo raro, unos meses después me contaron lo de Howgarts.

- Tn, te prometo que yo no quise vigilarte, ni decirles cosas tuyas a tus padres. Fui obligado.

- Fuiste obligado...- repetí sus últimas dos palabras.- ¿Qué les dijiste?

- Qué eras amiga de Potter, Weasley y Granger. Que tenías un puesto en el equipo de Slytherin, y que organizaste un evento.

Era demasiada información, mis padres sabían que me acercaría a mis amigos por el plan. Y sobre el puesto, le había dicho a mi madre, pero el evento...

Maldita canción.

- ¿Le dijiste algo sobre la canción?- Le pregunté mientras cerraba los ojos pensando en que un milagro me salvara.

- No, pero está por todas partes. En todas las revistas.- Añadió.- Aunque ellos son algo, anormales. No suelen leer el periódico.

Eso era verdad, no estaban enterados a las noticias. Siempre estaban con la magia. Gracias a eso, yo quise ir a Howgarts.

- ¿Desde cuándo?- Pregunté, intentado recordar que él no era nada para mí, y no tenía porque llorar

- Antes de que saliéramos a Howgarts.- Dijo mientras daba una pequeña pausa.- Me torturó ¡Todo culpa de esta maldita marca!- Gritó Malfoy, marcando con su varita la marca tenebrosa.

- ¡Shh, cállate! Te van a escuchar.- Le dije mientras hacía señas de que bajara el tono de voz.

Solo quería irme de allí, pero algo tenía que hacer. No podía dejar que le siga dando información a mis padres.

-  Por favor, no les digas nada más.- Le supliqué mientras me retiraba.- Hazlo por la amistad que alguna vez tuvimos.

Un amor imposibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora