For The Witches

Pedazos del pasado ༄

Narrador★
La semana siguiente del descubrimiento del diario de Caleb las cosas se pusieron intensas, los guardias de Belos se paseaban por cada rincón en KeenVillage, lugar donde ahora habitaban.

Belos tenía supervisado cada lugar en la ciudad, era como una rata que se escabullia fácilmente.

Llegó el lunes, Esa y Raine salieron, tenían que ver que tanta seguridad habían puesto los guardias y tomar precauciones.

Dejaron a los 5 chicos solos en casa.

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𝕃𝕦𝕫✵
   Hunter y yo decidimos no decirle nada ni a Eda, hoy teníamos que hablar con los chicos, decidimos que al menos ellos deberían ser parte de esto, los llevamos a la sala.

—Bien ¿Que esta pasando? — Hablo Willow con curiosidad.

—Ok, la semana pasada, cuando llegamos aquí, encontramos algo — empezó Hunter.

—¿Algo malo? — Pregunto Amity.

—No exactamente — Le respondi.

  Hunter tomó el libro de la mesa y se lo dio a Gus.

—Eso... Eso es de mi padre, de Caleb — Les dijo.

—¿El que Eda dijo que es hermano de Belos? — Pregunto Gus con cara de confusion, ya Amity parecía haberlo captado.

—¿Por que no nos habían dicho? — Pregunto Willow.

—Les estamos diciendo — Me reí.

—No es el punto, el punto es que no sabemos a donde nos lleva esto, nos dice que Belos quiere destruir a las brujas, no es que no sepamos eso — Dijo Hunter con una cara sería.

—Tal vez no está la historia completa ¿Donde lo encontraron? — Pregunto Gus.

—En un pasadizo, detrás de la biblioteca — Respondí y señale la biblioteca.

—¿Y si hay otro pasadizo, otro que nos lleve a otra cosa? — Hablo Amity, realmente no lo había pensado, si aquí vivían Evelyn y Caleb, esta casa debía ser una fortaleza contra peligros exteriores.

—Bien, entonces vamos a buscar — Se levantó Gus.

Así fue, buscamos como estúpidos toda la tarde, no habían más pasadizos, pero faltaba un lugar por recorrer.

—El sótano — Señalo Hunter.

  Entramos, el polvo salto apenas se abrió la puerta, buscamos algun interruptor, lo conseguimos rápido.

Apenas la luz se extendió por la habitación, lo primero que vimos fue un retrato se la que seguramente era Evelyn.

Bibliotecas, vitrinas y muchas cosas de magia.

—Empezemos a buscar lo que sea que buscamos — Hunter giro los ojos.

Empezamos a buscar, registrando encontramos cartas, libros de magia, libros de historia humana y de historia de las brujas, nada realmente interesante.

—Ey, miren esto — Escuchamos a Willow.

Nos mostro un maletín, bueno al menos eso parecía a simple vista, tenía un ojo en el centro y diseños marrones y dorados.

—¿Que sera eso? —Hablo Amity. —Creo que es hora de hablar con Eda, tal vez ella sepa algo — Sugirió, tenía razón.

—Bien, cuando llegue hablamos con ella — Acepte.

  A las 8pm llegó Eda y Raine, Hunter se acercó.
—Tenemos que hablarte de algo— La tomaba del brazo.

—Bien, vamos — Eda se sentó con una cara de confusión.

—Bien, cuando llegamos me levante en la noche, Hunter estaba en la sala y pues, descubrimos que hay un pasadizo detras de la biblioteca, hoy revisamos la casa, por si encontramos otra cosa y encontramos esto — Le mostré "maletín"

   Eda se veía sorprendida, se paró y tomó el maletín.

—Esto, esto era de mi tía Evelyn, esto es lo que estuve buscando, es el portal, el portal a las Islas — Dijo Eda sonriente.

—¿Que! — Exclamó Gus.

—Con esto podemos volver a casa, pero... — Se detuvo.

—¿Qué, pero qué! — Preguntaba Amity.

—La llave, no se donde esta ¿no encontraron una llave con este ojo? — Dijo Eda señalando el ojo en la... ¿puerta?

—No, esta solo eso — Dijo Willow.

—Pero es un avance grandísimo — Sonrió Raine y abrazo a Eda.

—Si, muy bien niños — Eda me dio una palmadita en la cabeza.

Ahora las cosas están mejorando...¿Cierto?
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Sala del presidente Belos
Narrador★
—!Este maldito mocoso! ¿No lo han encontrado! — Reclamaba el presidente.

—Señor, hacemos todo lo posible — Decia la mujer titubeante.

  El impacto de la silla asustó a la chica, haciendola soltar un pequeño grito.

—Si hicieran todo lo posible ya Hunter estaría aquí, esas brujas estarían muertas ¡Y yo tuviera el maldito portal!— Le grito.

—Pero señor — Intentaba explicar.

—¡Kikimora, no quiero escuchar más peros! Largo de aquí ¡Largo! — Le grito.

  Kikimora obedeció, salió corriendo de la sala, ahora, Belos estaba sentado, con una mano en las manos en la cabeza.

—Voy a matar a ese mocoso cuando lo vea, es lo que tuve que haber echo desde un principio — Murmuraba para el solo.

—Maldita sea Caleb, no podías hacer caso una vez, una vez y nada hubiera pasado — Hablaba entre dientes.

  De repente, un pequeño ruido en su cajón le callo los pensamientos, lo abrió, esa llave, esa estúpida llave que pensó que no iba a usar nuca.

Una sonrisa se le formó en el rostro, el portal estaba encendido otra vez.

Las cosas estaban mejorando... ¿No es así?