Nos hemos hecho daño, y ahora el camino se hace más corto, pero no importa, porque prometí no soltar tu mano hasta mi último suspiro: Umbra.
JACEL.
Ahora puedo utilizar la motocicleta de Kaemon, él cumplió su palabra, pensé que solo lo dijo por decir, pero tras elevar mis calificaciones en el instituto, no dudo en darme la llave de su motocicleta negra. Estos meses han sido bastantes inusuales, la relación con la mujer que me dio a luz sigue siendo inexistente, de hecho, ella parece no tener planes de regresar a casa, y siendo sincero, lo prefiero así. Aunque ahora Kaemon y yo nos dividimos los quehaceres del hogar, como ahora que acabo de terminar de lavar los trastos del almuerzo.
—Te ayudo —Kaemon toma una regilla y comienza a secar los platos, mientras que yo decido ir poniéndolo en el lugar de siempre—. ¿Tienes planes este fin de semana?
Estoy a punto de darle una respuesta sarcástica y molesta, pero me contengo. Lo he notado, Kaemon ha estado siendo un chico diferente al que yo conocía, y comienzo a darme cuenta de que ya no me siento alerta cuando está cerca de mí. Ya no me da mucho miedo ni desconfianza. Quizás Jake tiene razón al decir que él solo quiere arreglar las cosas conmigo y ser como cualquier hermano mayor para mí.
—No realmente —Cierro el estante y seco mis manos con la toalla de la cocina.
—Uh, entonces, ¿Quieres venir a acampar conmigo y mis amigos?
—¿Por qué?
—No hay un porque, solo… quiero pasar tiempo contigo.
Mi corazón se acelera un poco tras oír lo que dice, y por la forma en la que me mira, entiendo que está siendo completamente sincero al respecto.
—¿Puede ir Jake?
—Es al primero que invité —La sonrisa en sus labios me hace reír—. ¿Qué?
—Te has vuelto más amigo de Jake qué yo.
Y admito que eso me ha molestado mucho al principio, pero no sé, ahora puedo soportarlo mejor. Creo que soy un poco posesivo y celoso con mis amigos. Bueno, al menos con Jake, y los chicos de la banda. Jhonell, Javier y Jerome son amigos, pero no tengo la confianza que tengo con los demás. Y sin darnos cuenta nos hemos alejado un poco estos meses, seguimos compartiendo en el instituto, pero fuera de él, apenas nos juntamos.
—Básicamente me ha obligado a ser su amigo —dice, negando—. Pero está bien, porque Jake me ayuda más de lo que se imagina.
—¿Sí? —Ladeo la cabeza un tanto curioso.
—Sí, es alguien bastante libre y expresivo, por él es que puedo ver algunas cosas que ante no podía ver claramente.
—¿Cómo cuales?
—A ti y a mí —Arrugo mi ceño sin comprender—, ahora puedo vernos y comprendernos mejor. Lo estaba intentando, quería acercarme a ti y borrar un poco el daño que te cause, pero no puedo borrar algo así, solo puedo compensarlo siendo la persona que te mereces y la que deseo ser.
«También hay algo que quiero decirte, pero que sinceramente me aterra decir, algo que no tiene un momento perfecto, pero que debo decir antes de que sea tarde.
Trago saliva porque de repente se ha puesto muy serio, tanto que siento un poco de miedo e incertidumbre. Kaemon me sujeta por la muñeca y me hace seguirlo hasta la pequeña sala de nuestra casa. Nos sentamos uno al lado del otro y sin darme cuenta comienzo a jugar con mis manos.
—No voy a ponerle censura a esto, Jacel. Se supone que te lo diría hace tres meses atrás, pero no pude, y no es que haya esperado a que nos lleváramos mejor, no, es porque tenía miedo de decirlo y que todo se hiciera aún más real —Traga saliva cuando se le corta un poco la voz. Los ojos del claros de Kaemon se fija en mí y la humedad en ellos me tensa—. Hermano, voy a morir.
Me quedo inerte, sus palabras llegan hasta mí, puedo oírlas con claridad, hasta las entiendo, sé lo que significan, aún así, algo en mi no me permite reaccionar. Solo lo hago cuando siento que sus manos me sujetan por las mejillas, sus ojos están fijos y preocupados sobre mí.
—¿Jacel?
—Es mentira, ¿verdad? —Lo miro con el ceño fruncido, esperando que se ría y me diga que todo es una jodida broma, pero él baja la mirada unos segundos, y cuando vuelve a mirarme lo entiendo.
Mi hermano mayor, la persona que me hizo pedazos y que fue una de las razones por la que intente suicidarme, se va a morir.
—No podemos controlar la muerte —dice en un susurro—, tengo un tumor en la cabeza, es inoperable, si estoy bien es porque tomo mi medicación a tiempo y cuido de mí.
«En unos meses quizás comiences los síntomas jodidos, y puede que tenga que pasar mis últimos días en un hospital, pero no hay mucho dinero…
—Kaemon —Me sujeto a sus muñecas sintiendo unas tremendas ganas de llorar—. ¿Vas a morir?
—Lo siento, no me queda mucho tiempo para compensar lo que te hice, pero… ¿En está vida puedes perdonarme? Lo haré mejor en la próxima, lo prometo.
Y no puedo contenerme más, los sollozos se apoderan de mi, y mis lágrimas parecen no tener fin. Los brazos de Kaemon se envuelven a mi alrededor, él llora conmigo y no me suelta en ningún momento.
¿Por qué me sucede esto a mí? Es lo que me pregunto mientras tiemblo y sigo sollozando abrazado a mi hermano mayor.
Umbrablack.
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JACEL© [La forma en la que lates] #1 LGBT
Teen FictionHISTORIA ORIGINAL. No quería levantarme, estaba en lo más profundo, y cuando estás ahí, solo deseas que se termine todo. Mi alma estaba rota, y mi corazón había dejado de sentir hace mucho tiempo. Estaba existiendo sin más que miedo y vacío. No que...