Javier se sentó con su hijo en la parte trasera del coche e hicieron el viaje de vuelta en silencio.
Dante ni si quiera les habló en todo el camino mientras conducía.
-Debería irme a mi casa – Dijo Javier una vez que llegaron a la casa de Dante.
-No es buena idea por ahora. - Dijo Dante – Por lo menos no hasta que estemos seguros de que tenemos a todos los implicados.
- ¿Pero no habrán huido? Quiero decir que, con todo el jaleo de antes seguro que alguno de ellos llamó a sus jefes o algo. -Dijo Javier.
- Siempre que hacemos un trabajo de este tipo, dejamos sin señal las antenas de telefonía para evitar problemas. Es imposible que hayan podido hablar con sus jefes desde 10 minutos antes de nuestra llegada.
- Piensas en todo.
- Tiene un coeficiente de 285. Su trabajo es pensar en todo. – Dijo Oscar.
- Cállate, o pensaré en una forma de cerrarte el pico. – Dijo Dante.
- ¿Por qué no puedo decirlo? Total, no va a creerme.
Dante ignoró el comentario de su amigo y permaneció callado hasta que llegaron a su casa.
Ahora que todo había pasado, Oscar estaba agotado y solo quería irse a dormir.
- Date una ducha y ven a verme antes de que te quedes durmiendo en alguna esquina. – Le dijo Dante a Oscar.
Después de decir esto, se dio la vuelta y se marchó.
- Sí, papá. – Dijo Oscar a la espalda de Dante.
Con un suspiro lastimero, tuvo que reconocer que estaba lo suficientemente cansado como para perdonar la ducha, pero antes tenían que encargarse de su padre.
- Tu dormitorio es el tercero de la derecha de la primera planta. En el baño encontraras toallas y hay ropa que puedes usar en el armario si quieres un pijama. Puedes usar cualquier cosa que encuentres en el armario. La cocina está por aquí. –Dijo guiándole hasta el lugar. - La nevera tiene de todo, pero si quieres puedes pedir algo de comida rápida. Solo tienes que pedírsela a Kurama.
-¿Kurama?
- Es la inteligencia artificial que controla la casa y los ordenadores. Saluda a nuestro invitado, Kurama.
- Buenas noches Javier. Encantada de tenerle aquí.
- Buenas noches. – Dijo Javier a la voz femenina incorpórea que le habló. -¿Cómo sabe como me llamo?
- Tiene un software de reconocimiento facial muy avanzado. Dante le dio tu información en previsión de que algún día pudieras venir aquí, porque Kurama puede electrocutar a cualquiera que entre sin estar autorizado a través de unos paneles que hay en el suelo de toda la casa. –Explicó Oscar fácilmente.
- ¿Quieres decir que Dante no puede invitar a nadie?
-Si que puede, pero excepto por los miembros de los equipos de Andrés, nadie tiene que venir aquí.
- ¿Y vuestros clientes?
- ¿Tu llevas a tus clientes a tu casa?
- No.
- Pues aquí es lo mismo, para eso tenemos oficinas. En cualquier caso, puedes hablarle desde cualquier parte de la casa y te ayudará a todo lo que pueda. Incluso puedes pedirle que te haga café o té. Es fácil. –dijo Oscar – Kurama, quiero una pizza familiar especial de la casa sin cebolla y unos palitos de mozzarella.
- ¿Quieres algo más?
- No.
- Hora prevista de llegada del pedido, en 35 minutos.
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La protección de un Dragón
RomanceCuando Dante era solo un niño, le hizo una promesa a su nuevo amigo. Que los protegería a él y a su padre. No sabía que esa promesa guiaría el resto de su vida, aunque no siempre le fuera fácil. Su decisión lo llevaría a poner en riesgo, no solo su...