Parte 11

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Cuando llegaron a la casa de Dante, se disculpó diciendo que estaba muy cansado y se fue a su habitación.

- ¿Estará bien? – Preguntó Dante a su amigo cuando lo vio subir por las escaleras.

- Supongo que la realidad le está golpeando fuerte, pero en cuanto invente alguna razón inverosímil que lo deje tranquilo y que cuadre con todo lo que ha pensado toda su vida, estará como siempre.

Dante quería ir a hablar con él y ver cómo podía ayudarle, pero ellos nunca habían tenido esa clase de relación y eso le dolía.

- Voy a cambiarme y luego al dojo. El equipo tiene que estar entrenando allí ahora. – dijo Dante.

- ¿No sería mejor que fueras a dormir un rato?

- Como si pudiera. ¿Vienes?

- Yo no tengo tanta resistencia como tú.

- Tu dormiste toda la noche, y deja de poner escusas que después de lo que te pasó ayer, tu deberías ser el primero en querer entrenar tu defensa.

- Si, papá.

Dante revolico el pelo a su amigo como si aun fueran niños y fue como si el tiempo no hubiera pasado.

- Así me gusta.

Oscar no pudo evitar reírse.

Dante miró hacia el techo como si pudiera ver al hombre que rondaba sus sueños.

- ¿Podrías primero ir a ver cómo está?

-Dios, eres incorregible.

Dante se encogió de hombros y su amigo pudo ver la vulnerabilidad que demostraba en contadas ocasiones.

-Está bien, pero quiero que sepas que no se lo merece.

Javier se sentó en el sofá de la habitación e intentó cuadrar todo lo que sabía de Dante con lo que acababa de ver en la universidad y la información que tenía de su proceder durante el secuestro de Oscar, pero por mucho que lo intentó, el Dante que había conocido durante años y que siempre consideró un delincuente no era el hombre que aclamaban en un auditorio lleno de gente, ni el hombre que colaboraba de forma habitual con la policía.

-Kurama. – Dijo Javier muy bajito. - ¿Cuándo fue la primera vez que Dante colaboró con la policía?

-Oficialmente Dante empezó a colaborar con la policía a los 18 años, pero la primera vez que me consta que les dio información de forma anónima y que acabó en una detención fue cuando tenía 11 años. Desde esa edad estuvo colaborando con ellos de forma no oficial pero solo a partir de los 16 años no fue de forma anónima. Desde entonces ha sido responsable directa o indirectamente de 10.125 detenciones.

- Mientes.

- Me ofendes. Mi ética me impide mentir a los que tienen acceso a mis datos.

- Ya sabía yo que no ibas a cambiar. – Dijo Oscar desde la puerta. – Por un momento tuve la esperanza de que vieras al verdadero Dante, el que te he dicho un millón de veces que es una maravillosa persona, pero... Supongo que prefieres ver lo peor de él.

- Dante programó a Kurama. Puede decir lo que él quiera.

- Y supongo que a mi también me tiene programado.

Oscar se rio con tristeza.

- Está bien. Probemos otra cosa. Vamos a ver a cuantas otras personas Dante tiene programadas. Ven, acompáñame.

Recorrieron toda la casa hasta llegar a la zona de estilo japonés y al dojo donde sonidos de cuerpos golpeando contra el suelo junto a gemidos parecía la banda sonora de fondo y una veintena de hombre se enfrentaban cuerpo a cuerpo. Javier pudo reconocer alguno de ellos de las imágenes de las cámaras que llevaban durante el rescate de Oscar como los hombres que ayudaron a salvarlo.

La protección de un DragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora