- ¡Javier, Valen! – Grito Dante cuando entró a buscarlos horas más tarde.
Valen levantó la cabeza y sus ojos se llenaron de lágrimas.
- Dante, has venido... Lo han drogado... Está muy mal... - Dijo Valen.
- No te sueltes. – Susurraba Javier una y otra vez. – No te sueltes.
Valen intentó alejarse de Javier para que Dante lo viera, pero este no lo soltaba.
- No te sueltes... Dante, pronto...
- Ya ha venido. – Le dijo Valen con una sonrisa llorosa. – Tal y como dijiste, Dante ha venido a por nosotros.
Dante se acercó para que Javier pudiera verlo.
-Estoy aquí.
Con sus ojos dilatados, a Javier le costó un poco enfocar la mirada, pero lo reconoció.
- ¡Dante, no lo he soltado! ¡No pudieron llevárselo! Lo mantuve a salvo... Tengo tanto calor.
- ¿Qué le han dado?
- Le han inyectado el afrodisiaco que me daban cuando vomitaba los caramelos... Quería que él me... Es muy fuerte, pero no ha hecho nada. – Dijo Valen como si tuviera que defender a Javier.
Dante sonrió.
- Si alguien tiene la cabeza dura, ese es Javier.
Despacio fue soltando los brazos de Javier de Valen y lo dejó que se aferrara a él.
- Eso es. Sujétate a mí.
Tardaron unos minutos, pero al fin pudo liberar del todo a Valen, aunque ahora le apretaba con tanta fuerza que podía estrangularlo.
- Duele. Necesito... rápido. Ayúdame...
- Vamos a ver si hay algún lugar donde podamos darte una ducha fría.
- No funcionará. – Dijo Valen. – Lo único que le aliviará es correrse... mucho.
Oírle decir eso al chico golpeó fuerte a Dante. No solo porque no era algo que quisiera oír de su hijo, si no porque hacer que Javier se tuvieran que correr... Bueno... Podía ser un problema.
- Cuanto más fuerte sean sus orgasmos, antes se recuperará. – Siguió diciendo Valen.
Dante suspiró.
- ¿Algo más que deba saber?
- Su polla y su culo acabarán doliendo de tanto correrse antes de estar saciado, así que usa mucho lubricante y... Se suave.
Valen se encogió de hombros cuando Dante lo miró levantando las cejas.
- No voy a joderlo. – Dijo Dante.
- ¿No? ¿Por qué no? Si lo haces sus orgasmos serán más fuertes y se le pasará antes.
- Porque él no querría que lo hiciera.
- ¿Aunque eso le alivie antes?
- Hay formas de hacer que se corra fuerte sin joderlo.
Dante lo llevó a la parte trasera del avión, donde había una habitación con una cama y suficientes suministros de lubricante como para abastecer a toda una cadena de tiendas eróticas.
Dante estaría agradecido por ello, si no fuera porque el tipo que lo puso allí tenía la intención de violar a su hijo.
- Ve abajo. – Dijo Dante a Valen. – Andrés está hablando con la policía. Cuidará de ti.
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La protección de un Dragón
RomanceCuando Dante era solo un niño, le hizo una promesa a su nuevo amigo. Que los protegería a él y a su padre. No sabía que esa promesa guiaría el resto de su vida, aunque no siempre le fuera fácil. Su decisión lo llevaría a poner en riesgo, no solo su...