Pov Aries
El despertador instalado en la casa nos despierta a las 6.30 am y se escuchan varios quejidos.
Me mantengo con los ojos cerrados mientras mentalizo que debo pararme.
— Vamos Aries, las órdenes no se van a dar solas —expreso para mí misma para luego ponerme de pie e ir al baño.
Salgo lista y avanzo por los pasillos de las habitaciones y veo a Leo saliendo de su habitación.
— Tengo hambre —lloriquea el rubio bajando las escaleras.
— Otra vez no dormí mis 8 horas —escucho la voz de Virgo mientras esta sale de la habitación continua a la mía.
— Eso te pasa por ver tantos doramas —Me burlo.
— No me arrepiento de nada —aclara desapareciendo de mi vista.
Me detengo frente a una puerta y golpeo con fuerza.
— ¡Tauro! ¡De pie! —ordeno.
— ¡Media hora más de sueño! —pide.
— ¡No!, ¡levántate o quemaré tu puerta y de paso tu trasero!
— ¡¿Y mi teléfono?! —chilla Géminis y sale corriendo por los pasillos buscando su móvil.
Me acerco a la habitación de Libra, toco antes de abrir y dentro la veo con dos percheros, cada uno con una muda de ropa diferente.
— No tengo nada que ponerme —menciona con cara de horror.
— Pero si tienes tu armario lleno —Me quejo.
— ¡NO TENGO NADA QUE PONERME! —recalca y solo la dejo como caso imposible.
Vuelvo a la puerta de Tauro y golpeo más fuerte para luego escuchar un lloriqueo.
— No estoy bromeando —aclaro.
— ¡Ya voy!
Avanzo por el pasillo y la puerta de Acuario está abierta donde veo al peliazul mirarse al espejo con un claro signo de admiración.
— ¡Soy fabuloso! —exclama y él mismo se lanza un beso.
« Leo, sal de ahí, ese no es tu cuerpo. »
Algo que no entiendo de Acua es como un día lo ves amándose a sí mismo con su modo Leo encendido y después detesta todo de sí.
Niego ligeramente con la cabeza mientras voy golpeando puerta por puerta.
— ¡De pie!
En la sala veo a Escorpio aún durmiendo en el sofá. Me dirijo a él y palmeo su hombro.
— Arriba vago.
Él me mira para luego observar todo a su alrededor, desubicado por completo.
— ¿Dónde estoy? ¿Quién soy? ¿Cómo llegué aquí? —Se cuestiona frotando sus ojos y pongo los míos en blanco.
Veo bajar las escaleras a un Sagitario muy animado junto a una Piscis realmente somnolienta y enfadada.
— ¡El día debería tener 36 horas! —dice Sagi y recibe una mirada poco alegre de la pelinegra.
Ella vuelve a bostezar.
— ¿Cuándo es la hora de la siesta?
— ¡Mi cargador! —Géminis esta vez sube las escaleras corriendo.
— ¡¿Alguien más quiere café?! —cuestiona Capricornio desde la cocina.
— Yo Capri, uno bien cargado por favor —pido dirigiéndome hasta él.
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Escuadrón Z
Ciencia FicciónPeligro. Con esa sola palabra podrías indetificar al Escuadrón Zodiacal #1 de asesinos. Las psicópatas más peligrosos del mundo habían sido captados en una academia que les permitía controlar sus poderes y eliminar a los Cracks. Identificados con...