♋Capítulo 24♓

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Pov Cáncer

— Entonces...¿como supiste que Tauro me salvó? —pregunto una vez ambas sentadas frente a frente y la pelinegra me sonríe.

— Solo lo supuse, por tu carácter y por el de él —Se encoge de hombros—. Ambos son el uno para el otro.

Esto hace que me averguenze y baje mi mirada.

— No lo creo, Tauro siempre protege y defiende a todos —comento.

— Es cierto, a veces es demasiado bueno —asiente ella con la cabeza—, pero si hubiese pensado que no tienes oportunidad no estaría hablando de esto contigo ahora mismo —admite y me sorprendo—. Claro está, a cambio de mi ayuda quiero algo.

— Si, por supuesto, ¿que quieres? —pregunto dispuesta.

Ella me da una malévola sonrisa.

— Tu alma.

— ¿Qué? —Mi cara de horror debió ser épica cuando sus carcajadas resonaron por toda la habitación.

— Es joda, solo quiero el chisme —responde secándose una lágrima que se le había salido a causa de la risa—. ¿Por qué te gusta? O sea...es el glotón tragaldabas y perezoso de mi hermano.

Yo sonrío.

« ¿Con hermanos así para que se quiere enemigos? »

Pienso divertida, pero esta sensación se va ante el recuerdo doloroso de aquella noche.

— Lo conocí hace cuatro años, cuando cumplí la mayoría de edad...

  Caminaba con mi madre por las oscuras calles de Marruecos.

— Feliz cumpleaños hija mía —Ambas brindamos con una botella de cerveza. Ella me mira con adoración—. Te queda estupendo ese vestido.

Yo la abrazo. No éramos las más adineradas, mi madre fue una de tantas mujeres que tuvo que criarme como madre soltera. Se levantó de las cenizas que dejó un imbécil para criarme. A pesar de no tener todos los lujos siempre me priorizó, y no pude estar más agradecida con la madre que me tocó.

— Te amo ma —expreso y ella corresponde a mi abrazo.

— Te amo hijita.

De repente el suelo comenzó a temblar de manera estrepitosa. Se escucharon gritos y las dos pudimos sujetarnos de la pared de un edificio para no caer al suelo.

Algo arenoso cayó sobre nosotras y al mirar hacia arriba quedé impactada e inmovilizada del susto. Un gran escombro del edificio caía en mi dirección.

— ¡Hija!

Solo sentí un empujón que me hizo salir de aquel lugar. Algo aturdida miré en aquella dirección donde ahora solo se encontraban aquellos restos de pared imposibilitando la vista del cuerpo de mi madre.

— ¡Mamá! ¡Mamá! —grité y corrí hacia estos—. Mamá, ¡por favor, responde! —Las lágrimas ahogaron mis palabras—. Mamá...

Otro movimiento sísmico se produjo. Miré hacia arriba donde otro fragmento de pared iba en mi dirección cuando de repente alguien saltó de la nada, golpeándolo y convirtiéndolo en polvo.

— Vamos, tenemos que salir de aquí —aquel hombre vestido con un uniforme militar gris me elevó sobre su hombro como un costal de papas sin ningún esfuerzo.

— ¡No! ¡Mi mamá! ¡Mi mamá está ahí! —patalee con las lágrimas rodando por mi rostro—. ¡Mi mamá! ¡Ella...!

— Lo siento chica —Se disculpó y comenzó a correr en dirección contraria a donde se hallaba el cuerpo de mi madre—. Equipo de rescate, ¿como van?...Ok...¿Libra, Leo y Capricornio se están encargando del Crack?...De acuerdo, voy para allá.

— Mi mamá —murmuro, aun con la mente en blanco, sin poder aceptarlo.

Aquel chico me bajó y sujetó mis hombros.

— Escúchame, sé que duele —aseguró—, pero debes ponerte a salvo, estoy seguro de que no le gustaría que murieras.

— Ella...ella era todo lo que tenía... —caigo en la realidad—, era todo...pude haber hecho algo.

— No, no pudiste, no te culpes —pide.

— ¡Si pude! ¡Pude hacerlo! —grito—. ¡Pude haberme movido, pude haberla salvado! ¡No se habría sacrificado por mí!

— Solo fue pánico, le pudo pasar a cualquiera —intenta hacerme entrar en razón.

Y mientras mis lágrimas fluían sentí una especie de fuego en mi interior, quemando.

« Pude haberla protegido...pude...pude...»

— ¡Yo pude haberla protegido! —Mi voz se rompe en aquel grito y de mis manos sale una especie de escudo color verde que comienza a cubrir toda la manzana.

— Oye, tranquila, ecúchame, por favor... —escuchaba esa voz a lo lejos, como un suspiro en una profunda neblina, cuando de repente algo cálido rozó mis labios.

Recobré la razón y solo entonces me di cuenta que aquel desconocido me estaba besando.

Se apartó de mí y me miró apenado.

— No te preocupes, no estarás sola, yo me encargaré de ello —Y mientras observaba esos ojos azules que me prometían su compañía perdí el conocimiento.

— Wooow —expresa Piscis impresionada ante mi relato—. Lo siento mucho Ceri.

— No te preocupes, Tauro cumplió su promesa —sonrío—. Es gracioso que lo primero que hizo cuando desperté en la academia fue pedirme disculpas por besarme porque no tuvo el valor de golpearme para que despertara del transe.

La pelinegra ríe ante esto.

— Muy Tauro —comentó divertida y me miró con cariño—. Realmente creo que le gustas, y creeme, no suelo equivocarme con estas cosas. Así que los voy a ayudar, ¿de acuerdo?

Sentí mi corazón cálido ante su amabilidad, y eso solo hizo que un espacio se abriera para ella.

— Gracias Piscis.

Ella se acerca a mí y me abraza.

— Nunca estarás sola Cáncer, te lo aseguro.

Mis ojos se cristalizaron ante sus palabras, y muy dentro de mí lo supe desde que me hice parte de esta familia loca y disfuncional.

Nunca más estaría sola.






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Amo con mi alma la conexión y compatibilidas de Cáncer y Piscis, porque siento que ambis signos están en la misma sintonía en el plano emocional y logran entenderse y apoyarse mutuamente en este aspecto❤

¿Qué les pareció el pasado de Cáncer?

¿Que opinan de como surgió su poder?

¿Que hubiesen hecho en la posición de Tauro?

Nos leemos pronto😘

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