♍Capítulo 7♓

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Pov Virgo

— ¡Sagitario! ¡¿Qué hace tu arco en mi cuarto?! —exclamo.

El mencionado llega corriendo y toma sus pertenencias antes de que le diga una barbaridad.

— Lo estaba buscando, voy al campo de entrenamiento —Y con la misma velocidad que lo vi llegar con esa misma velocidad lo vi desaparecer.

Bajo las escaleras a la sala y veo un oso de peluche en los escalones, ruedo los ojos.

— ¡Géminis! Uno de tus juguetes está en las escaleras! —advierto.

— ¡Ahora voy! —La escucho desde alguna parte.

Me siento en el sofá con la intención de ver TV cuando tuve que pararme al instante, aparto el cojín viendo uno de los mandos de la consola de...

— ¡Acuario! ¡Leo! —grito.

Leo llega corriendo transformado en mí, me guiña un ojo y se aleja con los mandos de la consola.

— ¡No uses los poderes en la casa! —regaño.

« ¿Nadie puede ser ordenado en este lugar? »

Pienso irritada porque...¡joder! Creo que solo Capri mantiene un poco el orden! ¡El resto es todo un desastre!

Me siento en el sofá y ahora no veo el mando. Siento una vena marcarse en mi frente.

— ¡¿Dónde mierda está el mando?! —Mi voz debió haberse oído por toda la casa.

Me cruzo de brazos irritada y veo avanzar hasta mí a la culpable mientras aganto mis ganas de madrearla.

— Lo siento Vi —dice sonriente Cáncer con una mancha de arina en su mejilla—. Me lo llevé a la cocina sin querer —Le arrebato de sus manos mi tesoro—. No te estreses, es malo para la salud —dice acariciando mi cabello y se marcha.

Estoy a punto de encender la TV y relajarme cuando el timbre de la puerta principal se hace presente.

« Uno, dos, tres... »

— ¡Yo voy! —avisa Aries y segundos después se vuelve a escuchar su voz—. ¡Murac quiere que nos reunamos en el salón principal!

« No hay un solo momento de paz en esta casa. »

Resignándome me pongo de pie para dirigirme junto a mis compañeros a la localización dada.

Al llegar al salón principal no vemos a nadie, cosa muy rara.

— ¿Que estará pasando para que nos convocaran a todos? —cuestiona la pelirroja de nuestro equipo.

— No se Aries, pero debe ser importante —comenta Libra serena.

De reojo observo a Tauro y tiene una ligera sonrisa en su rostro, algo me dice que sabe de que va todo esto.

— Espero no sea una misión, estoy demasiado cansado —Escorpio revuelve su cabello oscuro y frota su cuello.

— No lo creo, para que a una misión nos envíen a los once debe ser que se esté acabando el mundo —analiza la de cabello naranja.

Yo asiento con mi cabeza de acuerdo con la opinión de Libra.

Entre los esquipos de combate, el Escuadrón Z es el más peligroso de todos, tenernos a todos en una sola misión significaría que hay un peligro demasiado extremo asechando, generalmente se nos asignan las misiones en pareja, y con eso es suficiente.

— Hola chicos —saluda Murac al entrar al salón y se detiene frente a nosotros, todos le prestamos atención—. Los he reunido para presentarles a la última integrante de su equipo.

Escuadrón  ZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora