♉Capítulo 25♉

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Pov Tauro

Voy al refri feliz de la vida y lo abro, solo para que mi sonrisa se borre.

— ¡¿Quien mierda cogió mi...?! —En ese momento mi vista se detiene en una chica menuda que está escondida en el espacio entre el horno y la meseta muy concentrada ¡COMIÉNDOSE MI HELADO!—. ¡Géminis!

— ¡Puta madre! —Se lleva la mano al pecho luego de dar un pequeño salto en su lugar. Me detengo frente a ella sin dejarle vía de escape y solo me da una sonrisa inocente—. Hola Tau, ¿quieres un poco? —dice extendiéndome la cuchara con un poco de helado.

— ¿Por qué mierda tomas mi helado? —cuestiono agachándome frente a ella y asesinándola en mi mente.

La castaña desvía su mirada nerviosa.

— ¿Era tu helado? —ríe asustada—. No me había dado cuenta, te lo juro —Le arrebato el pote de helado y lo volteo de modo que ella pueda ver la etiqueta en letras mayúsculas pegado a este que dicta claramente: PROPIEDAD DE TAURO. NO TOCAR O ACABARÁS MUERTO—. Es que las letras son muy chiquitas, no las vi —asegura inquieta.

— Géminis...tú... —Estoy a punto de avalanzarme hacia ella cuando una voz me detiene.

— ¡Hermano! —giro mi vista y veo a mi hermanita acercarse. Me mira, luego a mi víctima, una vez más a mí y luego al pote de helado. Pone una amplia sonrisa en su cara—. ¡Gem! —exclama como si no la viese desde hace siglos—. ¿Estabas triste por haberme hecho enojar y por eso te pusiste a comer helado? Llevo buscándote por horas.

Observo a la castaña y esta se frota los ojos y pone cara triste, juro que se le salieron las lágrimas.

— Tú me gritaste —Se queja.

— Solo estaba molesta, renunciaste a ir conmigo para ver Chuky, ya tenía las entradas compradas —Le responde ella y Géminis frunce su ceño.

— ¿Cuando me...? —dirige su mirada de reojo a mí, o eso creí porque fue demasiado fugaz, tal vez solo imaginaciones mías—. Es que ya le había prometido a Acua que vería una maratón del tal Boku no pico o algo así con él —asegura.

En ese momento entra el nombrado y la mira impresionado.

— ¿En serio?

— ¡En serio! —dice rapidamente la castaña.

El peliazul nos mira a todos por un segundo y luego a mi pote de helado.

— Si, verdad —golpea su frente—. Que despistado soy —rapidamente se retira.

— ¡Ven aquí Gem! En serio, no estoy enojada —dice Piscis abriendo sus brazos.

— ¡Hermanita! —exclama esta y sale de aquel escondrijo corriendo hasta ella y se abraza a su torso—. No te enojes más —pide con un puchero.

— No te preocupes, además, ya se me pasaron las ganas —admite y me mira—, por eso te estaba buscando, para darte una entrada, ¿quieres ir?

Solo suspiro y me encojo de hombros, dejando ir mi enojo, si Géminis estaba triste y mi helado la hizo sentir mejor entonces está bien.

— Si, damela, ¿por qué no? —tomo la entrada—, ¿quien tiene la otra? —pregunto mientras veo a Piscis arrastar hacia afuera a la castaña.

Por un momento voltea y me sonríe con complicidad.

— Cáncer.

— ¡¿Qué?! —Sentí mi corazón saltarse un latido y antes de replicar ya se había ido.

Miré la entrada en mis manos y revisé la fecha.

« ¡Es en dos horas! »

Algo dentro de mí chilló y corrí a mi habitación.

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⏰ Última actualización: Jun 09 ⏰

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