Escuadrón Z

♍Capítulo 22♐

Pov Cáncer

Sagitario y yo caminábamos con sigilo a través de los pasillos de aquel edificio abandonado.

— ¿Estás seguro que es aquí, Lead? —cuestiona Sagitario.

— Si, estoy seguro...o bueno...eso creo y...

— Tranquilo Led, lo harás bien —asegura Nickel a través del pinganillo.

Escucho una profunda respiración y vuelvo a oír la voz de Lead.

— Las cámaras cercanas a la edificación captaron a un Crack entrando, creo que su poder es control mental, llevaba consigo a unos veinte guardias armados, posiblemente el número máximo al que puede controlar —Nos informa Lead.

— Genial, un zombificador —Se queja el castaño a mi lado.

— Como si no te gustaran las películas de zombies —Me burlo.

— Si, pero en la vida real no, yo sería el tipo simpático que moriría defendiéndote —pone cara de susto—. ¿Y si eso pasa?

— Deja de pensar Sagi —menciono.

— Eso lo dices porque los poderes mentales no te afectan —Se vuelve a quejar y ruedo los ojos.

— Tranquilo, coloqué alrededor de tu cabezota un escudo, ¿recuerdas? —doy un golpecito en su cien y él ríe.

— Es cierto.

— ¡Cuidado! —gritan a través de nuestro pinganillo y antes de poder reaccionar noto como las balas que venían en nuestra dirección se devían a solo centímetros de nosotros y golpean a cinco guardias en alguna de sus extremidades.

— ¿Estás bien Can? —pregunta preocupado mi compañero y asiento con mi cabeza.

— Amo tu poder —admito.

— Y a mí también —Me guiña un ojo y niego con mi cabeza, divertida.

Sagitario puede controlar cualquier tipo de proyectil y dirigirlo hacia donde quiera.

— Recuerda, no les hagamos daño —menciono notando que han perdido la conciencia—, son solo Normales.

— Tienes razón, vayamos a por el Crack —asegura y yo creo un campo de protección en forma de una pelota alrededor de aquellos hombres, sacándolos del edificio y dejándolos fuera de este.

Avanzamos por el pasillo del cual habían aparecido esos tipos y subimos al cuarto piso. Una nueva ráfaga de balas se dirigen hacia nosotros pero esta vez creo un campo que toma la forma rectangular del espacio del pasillo.

Hago que esta pared protectora se mueva hacia delante, arrinconando a los guardias contra la pared y aplastándolos. Ellos gritan y dejan caer sus armas. Desaparezco mi poder y los hombres caen al suelo inconcientes.

— Creo que el lavado de cerebro termina cuando el dolor aparece —comenta con su "voz filosófica" Sagitario.

— Van once —cuento y hago lo mismo que con los primeros hombres, sacándolos de ahí.

— El resto de los guardias deben estar en el otro piso, supongo que defendiendo al Crack —aclara desde el pinganillo Lead—. Estoy revisando la visión de calor del edificio y coincide, están en la tercera puerta de la derecha.

— Ok. Comenzaremos a avanzar —aviso.

Subimos al último piso y nos dirigimos a la puerta que nuestro control de misión ha dicho. Sagitario de un lado y yo del otro. Hago un conteo con mis manos y cuando bajo el último dedo pateo la puerta y creo un campo protector en forma de medio círculo, protegiéndonos de las balas.