EN LA MISMA GUERRA

CHAPTER 10

POCO A POCO FUE ABRIENDO LOS OJOS con pesadez, el helicóptero estaba bajando y el hombre tomo su arma, los demás comenzaron a despertar al sentir que dejábamos se avanzar, el vehículo quedó en el suelo y el hombre abrió la puerta pero al instante se comenzaron a escuchar las balas asustando a todos, comenzaron a bajarlo con prisa, Lexie bajo seguida de Teresa y Newt mientras Minho se quedaba para despertar a Thomas, los escoltaron hasta la entrada, miro hacia atrás y pudo ver por una fracción de segundos como le disparaban a algo desde la distancia pero no estaba segura de a que, entraron y las puertas se cerraron tras ellos, estaban parados casi al medio de una bodega gigante donde mucha gente se encontraba trabajando ya sea bajando cajas o transportando objetos/herramientas.

Un grupo de 3 hombres comenzó a indicarles a dónde ir muy apresuradamente, los chicos comenzaron a caminar rápido hasta que los llevaron a una habitación donde al segundo de que entraron todos cerraron la puerta dejando a un Thomas enojado adentro pero todos estaban con la mirada fija en una mesa larga al medio del pasillo, las luces azuladas se encendieron por toda la habitación que se encontraba repleta de comida y bebidas de todo tipo, la imagen hizo retorcer el estomago de varios y sacar una sonrisa de los otros.

— Salsas en el arroz — y Sartén fue el primero en correr a la mesa seguido de los demás.

Todos tomaban sus platos y se servían toda la comida que pudiera caber, tomaban las piezas de pollo y las devoraban con devoción saciando el hambre que se reprimía en sus interiores por el miedo y la tristeza, Lexie tenía un plato con pollo, arroz, zanahorias y muchas más cosas comiendo casi devorando “Es mejor que ls comida de Sartén” exclamó uno de los chicos haciendo reír a los demás, la mesa tenia tanto comida formal como bebidas y postres perfectamente calculada para los 15 sobrevivientes sumamente hambrientos, Teresa comenzó a tirar arroz por los aires y los demás le siguieron tirando la comida mientras reían y disfrutaban de la comida arrasando con todo lo que estuviera en la mesa y fuera comestible para llenar su estomago.
Cansados y bien alimentados todos se sentaron a descansar, algunos usando bolsas de tela rellenas de harina como asientos, no sabían cuánto tiempo llevaban ahí pero la convivencia entre ellos los llevaba a pensar que no más de una hora y media.

— Se que estos chicos son... — pauso sabiendo que los demás entenderían — pero saben cocinar —

— Pero no sabemos quienes son — habló Teresa — Quiero decir, no sabemos que tipo de personas son —

— pero sabemos que no son amigos de cruel — menciono Newt.

— Eso es suficiente para mi — respondió Minho acostado en una mesa — Ustedes piensan demasiado, somos libres, disfruten —

— Disfrutar más no bajar la guardia — dijo Lexie — Recuerden que siempre podemos estar en peligro — ella se encontraba sentada al lado de Teresa abrazando sus piernas.

La puerta por dónde antes ingresaron comenzó a crujir y hacer sonidos mecánicos hasta abrirse, uno de los guardias de antes abrió la puerta y dejo pasar a un hombre alto, delgado, de cabello casi gris, un lunar en la mejilla, vistiendo una chaqueta negra de cuero con una sonrisa dibujada en su rostro.

— ¿Cómo están chicos? — todos se comenzaron a acercar — Disculpen todo el ajetreo, había una multitud —

— ¿Quién eres? — preguntó Thomas.

— La razón por la que siguen vivos — dijo el ladeando su cabeza orgulloso.

— ¿Quién se cree este shank? — Lexie creyó decir en voz baja pero debido al eco todos la escucharon, Newt la miro de reojo — Lo siento — Minho reía a sus espaldas.