El día parecía ser más brillante de lo normal, después de este intercambio a una preparatoria debía de tomarlo para bien. Wang Yibo estaba de camino a su nueva preparatoria, encontrándose en el caminos a sus queridos amigos.
— ¡Yibo! — Un pelinrego se le acercó y apoyó su brazo en el castaño.
El castaño sonrió al verlos. — ¿Realmente lo lograron? —
— Claro que si, fue difícil convencer a nuestros padres para que nos dejaran cambiarnos a la misma preparatoria que tú. Pero miranos, aquí estamos. — Comentó su otro amigo caminando junto a ellos.
Estos chicos esa amigos de la infancia del castaño, siempre estuvieron en la misma escuela, y nada les impediria ir a la misma preparatoria. Al llegar, se registraron con los demás alumnos, preguntando por su aula y afortunadamente a los tres les había tocado estar en la misma sección. Mientras caminaban en camino a su aula, a lo lejos pudo divisar a un chico de cabellos azabaches, y el castaño pudo ver mejor su rostro cuando aquel chico volteó encontrándose con la mirada del castaño. Fue un pequeño momento maravilloso, el castaño tenía ganas de ir para donde estaba aquel chico pero fue arrastrado por sus amigos al salón.
Que tristeza, lo separaron de esa hermosura. El castaño se preguntaba quien era aquel chico que llamó su atención, pero por a donde se dirigía, al parecer era mayor que el pues lo vió ir a un aula de último año. Bueno esta bien, a Yibo le gustan mayores, con querer o sin querer.
— Yibo..... ¡Yibo! — El pelinegro alzó la voz para llamar la atención del castaño cosa que logro.
— No grites Hao Xuan... — Había salido de mis pensamientos por culpa del pelinegro.
— ¿En que tanto piensas? ¿Eh? — Preguntó al acercarse al castaño.
— Has estado muy distraído durante la clase. — Comentó el otro amigo del castaño.
— Bueno... Creo que me enamoré. — Confesó dejando a sus amigos estupefactos.
— ¡¿Qué?! — Gritó exageradamente el pelinegro.
— ¡No grites! — Al castaño no le quedó de otras que contarles que vio a un chico hermoso el cual llamó su atención. Así que el castaño decidió no perder más el tiempo y salió del aula para ir a la cafetería para buscar a aquel chico.
Miró a sus alrededores encontrándose con una imagen realmente cautivadora. El azabache traía un libro entre sus manos, deslizaba con gentileza la página del libro, se vía concentrado leyendo, su expresión era algo tranquila y cálida.
El castaño no dudó al verlo nuevamente, no estaba seguro de lo que estaba sintiendo ahora mismo pero estaba dispuesto a averiguarlo. Así que se acercó a la mesa en donde se encontraba el azabache y se sentó a su costado apoyando sus codos sobre la mesa y sus manos sosteniendo su rostro mientras miraba al azabache, llamado así su atención.
— ¿Sucede algo? — Preguntó el azabache al verlo a los ojos, provocando qué Yibo sonriera al ver esos hermosos ojos.
— Sólo creo que eres hermoso.— Comentó aún sonriente. Dejando en shock al azabache.
— ¿Puedes decir elogios a desconocidos con tanta tranquilidad? — Preguntó para desviar su mirada y ver nuevamente al libro.
— Suelo ser muy sincero con lo que pienso, pero normalmente no eligiaria a cualquiera. — Aclaró el castaño aún mirando fijamente al azabache. — Cómo soy sincero, también soy directo. Me gustas. —
El azabache abrió lo ojos sorprendidos con un leve sonrojo en sus mejillas. — ¿Qué ...? —
— Seguro ahora estas tan sorprendido con eso, la verdad yo también lo estoy, así que por el momento quiero que seamos amigos. ¿Aceptas mi propuesta? — Preguntó aun mirando fijamente al mayor quien todavía no salía del shock.
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Cambiando Nuestra Historia [Yizhan] (En Edición)
FantasyWang Yibo era un estudiante de preparatoria de tan solo 17 años, al que últimamente sus compañeros están molestando por parecerse a un personaje de una novela de romance el cuál tiene su mismo nombre. La novela trataba de un triángulo amoroso. Wang...