DANIEL.
El hecho de escuchar que ese tarado alargado no era su novio hizo que yo al fin pudiera respirar. Ese día había sido sumamente extraño, muchas cosas habían pasado y yo estab tratando de asimilarlo todo.
Después de que Sofí se metió a su piso yo me quede parado ahí, sin pensar en nada, viendo el cielo y sintiéndome en paz. El tiempo comenzó a pasar, pero yo no lo notaba, cuando comencé a sentir mucho frio me metí a mi hogar.
En cuanto puse el pie dentro de mi habitación mi estomago empezó a rugir fuertemente, así que decidí ir a la cocina donde me encontré con mi abuela.
-Hola hijo.
-Hola abue, oye ¿hay comida? Estoy hambriento.-Mi abuela embozo una sonrisa y se dirigió al refrigerador.
-Creí que habías dejado de ser un adolescente, ya nunca comías.-Y era cierto, desde que había llegado no había tenido, lo que se dice, mucha hambre.
-Creo que ya empiezo a ser normal de nuevo.-dije sonriendo de lado.
Mi abuela me regaló una gran sonrisa.-¿Quieres espagueti?
-Claro.-dije entusiasmado, la pasta de mi abuela era la mejor y no me cansaría de decirlo.
-Te llamaré cuando esté lista.
-¿Qué dices abuela?, me quedaré a ayudarte.
-Gracias.
Junto con mi abue, empezamos a preparar la pasta, yo me encargue de la salsa, licue unos tomates y les puse un poco de ajo y sal, cuando la pasta ya estaba lista simplemente le agregue la salsa.
-Gracias abue, me salvas.
-Claro hijo, ya me retiro, buenas noches.-dijo dándome un beso en la frente.
-Buenas noches.
En cuanto se fue, comencé a comer mi pasta, creo que la devoré completamente en menos de un minuto, y seguía teniendo hambre, así que saque un litro de leche y me hice un licuado.
Me lo tomé de un trago y me fui a mi habitación.
Ya estando ahí me recosté me en mi cama sonriendo como un completo estúpido. Sofí me hacía estar feliz y sentirme bien, me agradaba. Seguí en esa posición sin hacer nada, y por primera vez en mucho tiempo, sin pensar en nada tampoco.
Cerré mis ojos y me quede medio dormido, cuando el sonido de mi teléfono me despertó, emocionado porque pudiera ser Sofí me levanté corriendo para ver de qué se trataba.
En la pantalla de mi teléfono vi que tenía un nuevo mensaje, y al leerlo me quede sin aire y me tire al piso.
“Daniel, ¿en dónde estás?, te juro que te extraño demasiado,
Desde que te fuiste ya nada ha sido lo mismo.
Tienes que regresar, hazlo por mí,
No puedo seguir así.”
El mensaje era de Mariana, sentí que mis pulmones me oprimían y no me permitían respirar, apague mi teléfono y lo lance lejos, diablos extrañaba a esa chica, a mi hogar, a mi madre, a todo. Pero no podía volver, y no iba a hacerlo tenía que aprender a cargar con mis errores.
Apoye mi espalda en la pared y comencé a respirar lentamente, tenía que controlarme, y dejar de pensar, pero antes de que pudiera hacer algo los recuerdos se comenzaron a arremolinar en mi.
“Tenía 9 años y Mariana estaba sentada en los columpios, ella debía tener unos 6, llegue por atrás y empecé a columpiarla mientras ella reía alegremente. Cuando se bajo, fuimos a jugar al parque un rato.”
“Yo tenía 14 ella 11, era un sábado y decidimos ir por un helado, ella reía y yo la observaba ser feliz.”
“yo tenía 17 y ella 14 ella lloraba por su primer corazón roto, yo la abrace, ella sabía que yo siempre estaría ahí para ella.”
“Yo tenía 19 y ella 16, fuimos al cine y nos la pasamos muy bien, después de unos días todo salió mal y tuve que irme, ya no estaría más para ella.”
Las imágenes de todos los momentos que había pasado con ella me dejaron tumbado en el piso, el sonido de su risa comenzó a escucharse en mi cabeza, y me hacía daño, gire mi cabeza desesperadamente, intentando alegar las imágenes y los sonidos.
Después de algunos minutos al fin me dejaron solo, estaba agotado, respiraba entrecortadamente, y sin más me quede dormido.
“El sueño empieza, otra vez, estoy en el auto preocupado, la noche no salió como yo planeaba, todo se vuelve negro. Despierto en el hospital, todos a mi alrededor lloran, no sé qué ha pasado.
Me llevan al funeral, me siento una mierda, las lágrimas no paran de correr por mi rostro, la gente llora no se consuela. Dejo una rosa y corro, corro lo más rápido que jamás he corrido. Llego al lago, quisiera desaparecer, pero no puedo, es imposible.
Las imágenes empiezan a llegar, me dan vueltas, empiezo a llorar más, corro a la casa, tomo las cosas, y me voy”
Me desperté, el corazón me latía rápidamente, los sueños eran cada vez más reales, eso no estaba bien, me senté y traté de respirar normalmente. Me levante y camine en círculos por algún tiempo.
Decidí salir al balcón, me quede observando nada durante algún tiempo, estaba confundido, quería regresar, más que nunca, pero los recuerdos ahí me aplastarían por completo. Y no merecía estar con mi familia y con los que amaba como si nada malo hubiera pasado.
La puerta de Sofí se abrió y se azotó y esto me sacó de mis pensamientos, voltee sonriendo, pero lo que vi me partió el corazón.
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------Bueno, espero que les esté gustando la historia,.
Si no, pues dejen sus observaciones y ayudenme a mejorar (:
Voten si les gusta. Subo el próximo capitulo en un rato.
No había subido por que la inspiració se me fue, pero cre que ya regreso haha. Lean (:
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Quédate conmigo.
Romance¿Qué pasaría si todo lo que creías seguro en tu vida de repente se derrumba? y desde ese momento tu vida ya no está en orden. Así se encontraba Sofí, hasta que llego Daniel, un chico que está huyendo de todos sus problemas y que al llegar con esta c...