❄Capítulo 1❄

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《Lais》

Llevaba una enorme sonrisa por haber conseguido lo que tanto quería. Los medicamentos de mi padre no son muy accesibles puesto que no se encuentran en cualquier lado a parte que su costo es de un precio mayor a lo que suelo ganar.

Avanzaba por las calles cubiertas por una leve capa de nieve, el viento frío soplaba con fuerza. Miré al cielo por un breve momento donde indicaba que pronto caería una tormenta. Eran alrededor de las 5:00 pm de la tarde y al oscurecer las tormentas de nieve son un poco fuertes.

Ajuste el pequeño gorrito de mi abrigo para cubrirme bien mientras caminaba en las calles en dirección a mi casa.

Siempre había sido muy responsable y eso lo aprendí de mi padre. Él ha sido mi mayor ejemplo. Cuando teníamos la oportunidad de hablar le preguntaba sobre como era mi madre y me daba una ligera idea de como me parecía en ciertos aspectos de ella. He sido una persona muy tímida y eso conlleva que no socializo mucho.

Para nuestra comodidad mi padre y yo nos mudamos del pueblo y buscó un lugar para hacer una pequeña cabaña en el bosque. Empezamos de cero y poco a poco con el tiempo fuimos arreglando la cabaña hasta convertirla en nuestro hogar.

Apresure mis pasos y con el tiempo estaba saliendo del pueblo para entrar al bosque donde quedaba cerca. Debía llegar lo antes posible para darle las medicinas a mi padre.

Sacudi mi abrigo que estaba cubierto de nieve antes de entrar a la cabaña

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Sacudi mi abrigo que estaba cubierto de nieve antes de entrar a la cabaña. Procedí a entrar e inmediatamente pude sentir la calidez que brindaba la chimenea.

Cerré la puerta y coloque mi abrigo en un perchero de madera que fue hecho por padre. Deje en la mesa de nuestro pequeño comedor algunas bolsas donde traía alimento y solo saque las medicinas de mi padre. Caminé hacia su habitación y al parecer estaba durmiendo aún.

¡Oh mi niña! No tardaste casi nada - Dijo la señora Miller. Ella es una dulce mujer de 46 años que ha sido prácticamente una madre para mí desde que mamá murió.

Ella ha cuidado tanto de mí como de mi padre. Era la única persona en quien confiaba y ahora que mi padre había enfermado me ayudaba a cuidarlo mientras yo trabajaba en una panadería.

Tuve que apresurar mis pasos - Conteste acercandome a la cama de mi padre y sentándome a un lado tomando su mano. - Se acerca una tormenta y creo que será algo fuerte.

Lo sé.. salí hace poco a buscar leña y me di cuenta - Respondió levantándose de la silla.

¿Como ha estado mi padre hoy? - Le pregunté.

Tuvo algo de fiebre pero logre calmarsela con pequeños pañitos en su frente ahora ya esta mejor -

Di un suspiró de preocupación. Me culpaba por haber descuidado a mi padre. El trabajaba por ambos mientras yo solo me dedicaba a estudiar. Mi padre trabajaba de construir casas y su pago era muy bueno. Debido a que en una ocasión debía terminar una pequeña casa, se quedo trabajando parte de la noche durante casi un mes.

El clima no le favoreció y a las semanas empezó con una pequeña gripe, a los días con una tos que fue en aumento hasta llegar al punto que ya no se podía levantar de la cama.

Fuimos al doctor y nos indicó que el tenía síntomas de neumonía. Al principio teníamos los recursos para comprar sus medicinas pero poco a poco se nos hacía difícil comprarlos.

La señora Miller algunas veces me prestaba dinero para comprarlos pero me daba mucha vergüenza que ella los comprara. Así que empecé a buscar trabajo y lo encontré en una panadería, el cual llevo un año de trabajar ahí aunque el pago no es tan bueno pero puedo cubrir lo necesario como alimentos y la medicina de mi padre pero eso último tenía que ahorrar todo el mes para comprarle sus medicinas e ir a las citas médicas.

Haré chocolate.. caera muy bien con el clima - Ascendí con mi cabeza y la vi salir de la habitación luego mire de nuevo a mi padre.

¿Papá? - Lo llame pero escuchaba pequeñas quejas. - Papá compre tus medicinas, despierta para que puedas tomarlas. - Le susurre.

Lo sacudi un poco y a los segundos empezó abrir sus ojos.

La-Lais - Dijo con su voz adormilada y ronca. Empezó a toser un poco cubriendo su boca con un pañuelo, me aleje unos momentos y luego me acerque para ayuderle a sentarse.

Hija.. pensé que aun estabas trabajando - Mencionó frotándose los ojos.

He estado saliendo temprano por el clima.. cada vez se pone más fuerte - Le dije y procedí a estirar mi mano para tomar el jarabe que le ayuda a controlar la tos y los demás síntomas.

Tome una cucharadita y se la acerqué a su boca para que la tomará.

Gracias hija por cuidar a este viejo que solo es una carga - Dijo con voz cansado.

Nada de eso papá- Deje las cosas en la mesita de noche para mirarlo de nuevo - Sabes que siempre me preocupare por ti.. además deja de decir que eres una carga, sabes muy bien que para mi nunca lo serás.

Tu hija tiene razón - Hablo la señora Miller quien entraba a la habitación con tres tazas de chocolate en una bandeja.

Me acerqué a tomar una taza para dársela a mi padre y luego tome la otra para mi.

Entre los tres hablamos de cosas triviales como una familia. Al pasar un tiempo nos preparamos para dormir. La señora Miller se quedo en mi habitación aunque no fue fácil convencerla no es por el hecho de quedarse a dormir sino que segun ella me quitaría la comodidad ya que era mi casa, pero al final logré convencerla que durmiera en mi habitación. A mi me tocaría dormir en el sofá largo de la sala.

No me importaba en donde durmiera con tal no sea afuera de una casa estaba bien para mi.

Acomode mi almohada y me acosté cubriendome con la colcha gruesa casi hasta el cuello que cubría todo mi cuerpo. Por suerte mi padre hizo un sofá largo donde puedo estirarme pero siempre se siente la pequeña incomodidad.

Di un pequeño bostezo de lo cansada que estaba. Mi vista se dirigió un momento hacía la ventana donde la iluminación de la luna alumbrada un poco el piso. Mirába la nieve caer una tras otra, el viento movía las ramas de los árboles que estaban cubiertas por una capa blanca. Me perdí viendo ese hermoso paisaje para mí, desde pequeña me había gustado mucho este tipo de clima. Siempre me ponía a pensar que hubiera pasado si mi madre no hubiera muerto. Pero he aprendido que las cosas pasan por una razón.

Con tantos pensamientos sin darme cuenta poco a poco el sueño llegaba a mí y mis ojos empezaron a pesar del cansancio y sin darme cuenta caí dormida profundamente.

Con tantos pensamientos sin darme cuenta poco a poco el sueño llegaba a mí y mis ojos empezaron a pesar del cansancio y sin darme cuenta caí dormida profundamente

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𝑼𝒏 𝑺𝒆𝒎𝒊𝒅𝒊𝒐𝒔 𝑬𝒏𝒂𝒎𝒐𝒓𝒂𝒅𝒐 ✵ 𝑱𝑱𝑲 (COMPLETO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora