¿Te has enamorado de una persona diferente a ti?
Es lo que le sucedió al gran semidios Jeon Jungkook quien es hijo legítimo y heredo al trono en el Olimpo.
Su padre esta por morir y su último deseo es ver a su único hijo casado, este decide cumplir...
Aquí tiene señorita - La cajera me extiende el dinero para poder tomarlo a través de la ventanilla.
Muchas gracias por su ayuda - Agradecí guardando el dinero y retirandome del banco.
Había aprovechado a venir a cambiar el dinero en dólares con el que pago el señor Jung al comprar los panes. Por suerte aún no llegaba el señor Kang, eso espero para no recibir su regaño.
Caminó cubriendome bien del viento matutino aunque ya eran las 10:18 am se sentia mucho frio ya que el invierno estaba entrando en estos últimos meses del año.
Al salir del banco me dirijo a la panadería para poder trabajar pues había dejado a Raúl que atendiera a los clientes y queria llegar antes que mi jefe así que apresure mis pasos.
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Esto es inaceptable. Como se te ocurre dejarlo cuando ese es tu trabajo - Me regaño el señor Kang.
Claramente no salió como esperaba, ya que al llegar a la panadería mi jefe ya estaba allí esperándome hace unos veinte minutos. Agradecí internamente que Raúl no le mencionó porque no estaba atendiendo a los clientes. Ahora me encontraba con mis manos hacia adelante juntas, y mi cabeza baja por mi regaño. Mi temor era que me despidiera pues él es una persona que se le conoce por ser estricto y no da segundas oportunidades, lo que indica que al primer fallo estas fuera.
En verdad.. lo siento señor Kang.. - Dije mirándolo levemente para después bajar la mirada.
¿Porqué no estabas aquí? - Pregunto firme.
Tuve una emergencia y pues yo.. - No supe que más decir pues solo pensaba que si ya no tenía trabajo no podría comprarle las medicinas a mi padre.
Déjalo así ya no importa - Y eso me dio a entender que ya estaba desempleada.
Pero.. - Murmure bajo
Mejor vuelve a trabajar y esta vez no hagas lo que hiciste hoy - Mencionó
¿Qu-que? - Estaba muy impresionada más que eso estaba en shock. - Entonces ¿no estoy despedida?
Se giro a verme pues ya estaba caminando hacia su oficina. Dio un suspiro antes de hablar.
Reconozco que eres una buena empleada, he visto como atiendes a las personas y como se sienten ellos contigo. Admito que desde que llegaste las ganancias han aumentado un poco por eso no he contratado a más personas. - Termino diciendo.
Yo, no se que decir - Dije mirándolo aliviada de conservar mi empleo.
Suficiente tengo con los dos panaderos, a Raúl que hace los pedidos y a ti, que atiendes y administras la tienda. - Su confianza en mi me hizo sentir bien, y saber que aun tenia trabajo.
Lo siento mucho. Le prometo que no volverá a pasar - Le dije y claro que cumpliría mi promesa.
Bien, no hagas que me arrepienta - Me advirtió señalandome con el dedo con una media sonrisa y giro para caminar hacia su oficina.
