Capítulo 29 Umbridge

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Elizabeth salió del la casa limpiándose el rastro de sangre de las manos, ya tenía a la responsable de enviar a los dementores a Harry, se iba a encargar de que pagará por mandar a atacarlo.

Se apareció en los límites de Hogwarts ya limpia, atravesó las rejas dirigiéndose a la oficina de Umbridge.

Toco dos veces al ver estudiantes en el pasillo y le dedico un cordial saludo antes de pedirle pasar. Dolores parecía de un gran humor, uno al cual se iba a encargar de arruinar, antes de matarla.

—Tienes un buen humor Dolores.

—No es nada querida, solo me enterado de algunas cosas, lamentablemente estoy algo ocupada, podremos hablar luego.

—Si sobre eso, yo igual me he enterado de algunas cosas, sabes que Harry es mi prioridad y eso incluye su seguridad —Umbridge parecía saber por donde iba porque parecía incomoda— es por eso que no he descansado para saber quien le envió los dementores, me he encontrado con la desagradable sorpresa que que has sido tu —Dolores intento tomar su varita, pero Elizabeth la tomó más rápido.

—Yo...yo...

—¿Crees que tienes algo que decir a tu favor? ¿Crees que algo que salga de tu apestosa boca te salvará de lo que pienso hacer contigo?

—No te atreverías...El ministerio... yo... te detendrán...

—Crees que me importa ir a Azkaban, he estado en lugares peores.

Elizabeth estuvo a un segundo de matarla, cuando tocaron la puerta una vez y entre el mismo ministro.

—Señoritas Potter, ¿Interrumpo algo?

—No señor ministro, solo teníamos una charla de profesora a profesora, le daba algunos consejos para controlar a los estudiantes y no se atrevan a hacer estupideces —le dio mirada a Umbridge para que entendiera el mensaje.

Podría acabar tanto como con el ministro y Umbridge, pero no quería causarle una muerte rápida a la mujer, su parte vengativa quería verla sufrir, quería ver el miedo en sus ojos antes de arrebatarle la vida.

Además de qué matar al ministro, cuando seguramente a fuera habían un par de aurores la pondría el la lista número uno de las más buscada entre los aurores, no necesitaba volverse una profuga en estos momento, donde la seguridad de Harry era primordial, debía jugar muy bien sus cartas.

—Supongo que tendrán cosas que hablar, seguiremos nuestra charla después Dolores.

Salio de la oficina despidiéndose de ambos, tendría que encargarse de ella más tarde.

...

Elizabeth iba1e fue uno de los cuatro aurores que habían logrado mantenerse de pie.

—Elizabeth Potter es arrestada por unirse en la organización contra el ministerio llamada por si misma "Ejército de Dumbledore" —entendió el mensaje era una profuga.

Iba a ser una profuga, ella tanto como Dumbledore, debía buscar a Harry y asegurarse que estaba bien.

Antes de que volvieran a atacar hizo aparecer llamas de fuego que la rodearon, había estudiantes aun cerca no podía comenzar un duelo ahí, en el momento que las llamas desaparecieron los aurores se prepararon para atacar pero no había rastro de la mujer.

Elizabeth se había envuelto en la bruma y había aprovechado los lugares donde no llegaba los rayos de sol y se mantenían oscuros para moverse por el castillo.

(...)

Harry caminaba de un lado a otro por la sala común, cuando Umbridge nombro el nombre de su tía se preocupo por que podría pasarle, había visto como aurores llegaban a Hogwarts en búsqueda de Dumbledore y Elizabeth.

—Debes calmarte Harry.

—No puedo Hermione, necesito saber si esta bien, ¿y si la han atrapado?

—Yo me preocuparía más por los aurores que la encuentren —comentó Ron.

—Ron tiene razón Harry, tu tía es una de las mejores brujas, sabrá escapar.

En ese momento la puerta de la sala común se habría, se giraron esperando que fuera la profesora McGonagall o Umbridge, pero nadie había entrado, en cambio en una esquina de la sala común, donde apenas llegaba luz apareció la profesora Potter.

Hermione tubo que tapar la boca de Ron para ahogar su grito y no despertara a sus compañeros de casa. Harry era el único que permanecía en silencio, pero sorprendido de verla ahí. Debía haber huido ¿qué hacia ahí?

—Es una suerte que estés despierto, no tengo mucho tiempo   —sacó una especie de collar de su tunica y se lo entrego a Harry— ponte esto, si estas en una clase de peligro lo sabré y podre ayudarte, no te lo quites nunca.

—¿A donde de iras?

—Tengo que encargarme de una persona, no podrá esconderse siempre de mi.

—¿De quien?

—Umbridge.

—No puedes ir por ella, esta lleno de aurores.

—No iré de inmediato por ella, esta rodeada de aurores, me encargaré cuando se hallan ido, mientras iré a casa, necesito preparara algunas cosas, necesitas un cuarto donde quedarte.

—¿Aún podre irme contigo?

—Claro, solo muerta impedirían que te fueras conmigo, debo irme.

Elizabeth no se fue hasta que Harry se puso el collar, Harry se despidió con un abrazo y Ron y Hermione solo se despidieron con la mano.

Harry se llevó la mano al extraño collar esperaba que no fuera la última vez en verla.

PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora