Capítulo 12

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Darem

Seguimos recostados en la cama después de darle a mi chica dos intensos orgasmos. Eso hizo que se olvidara el mal rato, pero sé que debemos trabajar en el tema de los secretos más adelante. No solo de mi parte, sino tambien de ella.

Halia se encuentra recostada en mi pecho mientras traza círculos con su dedo sobre este. Me perdono por la mentira, pero desde hoy le hare saber que es la única para que en un futuro no piense jamás en mi con otra chica.

- ¿Crees que tendrás problemas con tu padre por cancelar el compromiso? -sabía que lo preguntaría, desde hace un rato se notaba inquieta. La conozco a la perfección.

-Estoy seguro que sí, pero me importa muy poco la verdad. -atraigo una de sus manos a mis labios y planto un beso en este.

Mi chica se levanta de mi pecho y me deja un pico en los labios, pero la sujeto del cuello atrayéndola hacia mí. Me pierdo en ella nuevamente y vuelvo a la realidad cuando suenan tres golpes en la puerta de su habitación.

-Oigan tortolos, ¿ya acabaron? -Halia me muestra una sonrisa para calmar mi enojo por la intromisión de Sam- Trajimos el desayuno y no queremos comer con sus gemidos de fondo.

-Ya vamos. -grita para que la escuchen. La vuelvo a atraer hacia mí cuando trata de levantarse -Hay que levantarnos, seria descortés hacerlos esperar.

-Íbamos a volver a follar, el descortés fue el que nos interrumpió. -me gusta la forma en que sus mejillas se sonrojan con solo mencionar la palabra follar. A pesar de que he memorizado su cuerpo a la perfección sigue siendo algo tímida.

-No íbamos a hacer nada, ¿no te basto con lo anterior? -murmura las palabras cerca de mis labios. Sabe lo que ocasiona en mí. Me da un beso rápido antes de salir de mis brazos y acercarse a su armario.

Me lanzo afuera de la cama, agarrando mi ropa del piso, colocándomela mientras me dirijo al armario donde se encuentra mi ángel. Se está colocando una de esos vestidos que ocasionan que mi pecho se oprima cada que da vueltas con este. Definitivamente soy un jodido afortunado.

Me acerco por detrás y la abrazo por la cintura, dejando un beso en su mejilla-Contigo nunca será suficiente nada.

Se voltea para mirarme, pasando sus brazos por mi cuello.

-Te quiero, Halia.

-Te quiero, también, Darem.

-Quiero que recuerdes estas palabras cuando dudes que te amo, si sigo aquí es por y para ti. Estaba perdido, ya ni podía hacer música, pero llegas tú y solo con tu presencia borraste todo eso. No sé qué carajos hiciste, pero no te detengas. Mejor dicho, nunca te vayas de mi lado.

Una pequeña lagrima rueda por su mejilla, pero tiene una sonrisa en su rostro.

-Tortolos la comida se enfría, ya párenle. Parecen conejos, mi dios. -obviamente Tamara tenía que arruinar nuestro momento.

Halia solo ríe, mientras me atrae para besarme. Sus labios son adictivos, comenzamos lento, pero a medida que pasa el tiempo se vuelve desesperado. Mi polla vuelve a endurecerse a causa de unos pocos besos, esta chica es mi salvación y mi tortura. A regañadientes se separó de ella, para dignarnos a salir de la habitación y que ella pueda alimentarse bien. Todos están reunidos en la cocina con los restos del desayuno. Los muy malditos no nos dejaron casi nada.

Halia se reúne a hablar con sus amigas, mientras sirvo nuestro desayuno, que tenemos gracias a Thea y Tamara, porque si no fuera por ellas que nos guardaron, los desgraciados de Red y Sam se hubieran comido todo.

My music writerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora