Halia
Darem ya ha bajado del auto y se dirige hacia la puerta del copiloto a ayudarme a bajar. Su padre no nos ha quitado los ojos de encima desde que llegamos, tiene una cara de poker y aunque quisiera no podría descifrar que es lo que piensa o si ya esta tramando algo para separarme de Darem y se case con la rubia teñida.
Darem se niega a soltar mi mano mientras nos acercamos a su padre. Siento como me sudan las manos, no sé si es por el sofocante sol que hace el día de hoy o por los nervios de lo que vaya a ocurrir, de todas formas, Darem no les presta atención a mis manos mojadas y nos detenemos frente al señor Matthew.
Luce un traje a su medida impecable. Me sorprende ver arrugas en su traje, luce cansado, pero aún se puede sentir como transmite poder y agradezco que me puse mis zapatillas con plataforma porque los hombres de esta familia son altos. Ninguno hace ningún movimiento, ninguno se digna a comenzar la conversación, ocasionando que se queden viendo entre ellos durante dos largos minutos.
El señor Matthew es el primero en apartar la mirada, pero por desgracia ahora la tiene puesta en mí. Sin ser descortés, aunque tengo razones para serlo, considerando que comprometió a su hijo en secreto, le dedico una sonrisa. Para mi sorpresa es correspondida y me la devuelve, da dos pasos a mi dirección y me extiende la mano.
-Ya que mi hijo no me presentara, lo hare yo. Dereck Matthew. -estoy por estrechar su mano, pero Darem me detiene sosteniendo mi mano con suavidad. Su padre trata de ocultar la sonrisa que se le forma en el rostro , pero falla.
-Si eso es todo, Halia y yo tenemos que irnos. -le da una última mirada a su padre antes de llevarme con él a la entrada del edificio, pero antes se vuelve a decirle algo más: -Y te agradecería que le digas a esa Collin que, si vuelve a acercarse a mi o a mi chica, pediré una orden de alejamiento.
Volvemos a caminar hacia la entrada, yo sigo sin decir nada ya que es algo que solo deban hablar entre ellos, además de que no sabría qué decir. Dereck por su parte no se da por vencido con su hijo.
-Cancele el compromiso. -anuncia. Esas palabras hacen efecto en Darem, quien se detiene y se voltea a ver a su padre. No muestra ninguna emoción, pero puedo sentirlo rígido. - Rompí cualquier vínculo que haya tenido con los Collin. Tu hermano tampoco se casará con Sasha, él ya tiene una relación, él estuvo dispuesto a dejar a la chica que ama con tal de ganarse mi aprobación. -puedo notar la vacilación de su voz, le está costando abrirse con su hijo.
- ¿Qué te hizo cambiar de opinión? -pregunta seco. -No creo que de la noche a la mañana quieras ser el padre que tenia de niño. El padre que eras antes de la muerte de mamá.
La muerte de su madre aun es un tema en el que no ha profundizado mucho, pero tampoco quise forzarlo a decírmelo. Darem no es alguien que se abra fácilmente a la gente y no ha hablado de esto con alguien, ni siquiera con Reed y Sam, por lo que aún hay la herida sigue abierta.
-Hace unos días visité la tumba de tu madre y recordé una de nuestras conversaciones antes del accidente. Me había dicho que estaba orgullosa de lo que había logrado por ella misma, pero lo que más le orgullecía era la familia que habíamos formado. -Darem asiente hacia su padre, como si ya hubiera escuchado esas mismas palabras de su madre- Siempre decía que Marcus había heredado mi carácter, pero estoy seguro que hubiera replanteado sus palabras si te viera ahora protegiendo a tu chica.
Darem mira entre nuestras manos que siguen entrelazadas y suavemente le doy un apretón, haciéndole saber que sigo con él. A veces solo es necesario hacerle saber a la persona que estás ahí con él, apoyándolo para que pueda seguir con su pelea.
El señor Dereck en verdad quiere arreglar la relación que tiene con sus hijos y en parte fue gracias a su esposa, por el recuerdo que tiene de ella. La familia amorosa de la que Darem hablaba se fue con un chasquido cuando ocurrió ese fatal accidente, su padre se volvió frio de la noche a la mañana y Marcus, su hermano, solo se aferró a cualquier oportunidad de parecerse a su padre para que se sienta orgulloso.
Para un niño de trece años que necesitaba a su padre y a su hermano para afrontar ese dolor, debió ser el doble de difícil, aún más guardar todo lo que sentía y no poder hablarlo con alguien. Puedo notar que Darem quiere perdonar a su padre, pero su orgullo se lo impide.
-Mamá una vez me dijo que a mi edad tuviste una pelea con su padre para que los dejara estar juntos. No te creía digno de mamá por tu reputación. -se me escapa una risa por la gran similitud que ambos tienen, aunque lo nieguen- Apareciste durante semanas en su puerta con distintas flores para ella y aunque el abuelo siempre te terminaba echando, siempre volvías y pedias una oportunidad de salir con ella.
-Si, tu abuelo muchas veces me tiro agua con una manguera, pero eso no me impidió regresar con un nuevo par de flores. -El señor Matthew da un paso más hacia nosotros mientras continúa hablando- Pudo ver el interés y el cariño que sentía por tu madre y nos dio la bendición para que podamos estar juntos.
-Ella era mayor de edad cuando salió con usted, ¿Por qué no solo estuvieron juntos y ya? -me atrevo a preguntar. Su historia tuvo bajas, pero pudieron superarlas, casarse y tener dos grandes hijos. -Por cierto, soy Halia, señor Matthew.
-Un placer conocerte, Halia. -sonríe. Suena más animado de lo que esperaba, lo atribuyo al momento que tiene con su hijo- Sharon, mi esposa, sabia como era su padre sobre estos temas, él la protegía demasiado y yo no quería estar con ella en secreto. Deseaba salir con ella y presumirla, poder salir de la mano sin la necesidad de ver a nuestras espaldas para ver si algún conocido podría vernos, así que decidí pedirle el permiso a su padre, el cual me negó durante muchas veces.
-Usted es alguien muy persistente. -miro hacia Darem, quien sigue mirando a su padre- Ahora ya se de quien lo heredo Darem. Aunque no insistió mucho y no me ha dado ninguna flor.
Al mencionado se le escapa una sutil carcajada, suelta mi mano y la coloca en mi cintura, atrayéndome hacia el para plantarme un beso en la coronilla.
-Te hare una biblioteca por mi descuido. -Dios, este hombre solo me sorprende más. Agradezco todos los 11:11 a los que les pedí de pequeña un chico que pareciera sacado de un libro. Se lucieron, hasta vino con el Daddy Issues incluido.
Darem parece recodar que su padre aún sigue enfrente nuestro, se para firme, pero aun conmigo a su lado. Su padre solo está ahí, jugando con sus manos torpemente esperando a ver que dice su hijo. Me sorprende ver a un hombre de su tamaño y que generalmente debe ser frío y directo en los negocios perdiendo los estribos. Puedo ver lo nervioso que se encuentra y ansioso por saber si ya es muy tarde y ya perdió a su hijo.
-Sé que estos años no he sido el mejor padre, tu madre estaría decepcionada. -respira pesadamente con el recuerdo de su esposa y de cómo estaría si estuviera viva y viera en lo que se convirtió- Quiero arreglarlo, no será fácil, lo sé, pero esperare el tiempo necesario, al igual que espere por tu madre.
-Bueno, yo no seré tan amable como el abuelo. -bromea, el ambiente se aligera un poco. Estoy orgullosa de Darem por no guardarle rencor a su padre, aunque tampoco se lo pondrá fácil. -Estaremos en contacto, papá.
A su padre se le ilumina el rostro, tal vez por el hecho de que hace mucho que no lo llama de esa forma. Se dan un apretón de manos antes de acercarse a mí e inclinar la cabeza en modo de despido, lo vemos subir a su auto e irse por donde vino. Darem me atrae hacia él a un abrazo que yo gustosa acepto. Dejo un beso en su pecho, su corazón late muy rápido.
-Cálmate, ya es un paso más que superaste. -lo tranquilizo.
-Sí, tienes razón. -une nuestras frentes, dejando un casto beso en mis labios. -Gracias por estar a mi lado.
-No quisiera estar en ningún otro lugar. -me muestra su sonrisa y me lleva dentro del edificio.
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My music writer
Conto#1 de la serie My school lover Darem Matthew es muy problemático y reservado. Lo único que le interesa es hacer su música y poder hacerle la vida imposible a su padre, pero eso cambia cuando le da un vistazo a una de las alumnas nuevas. Es el prime...