Capítulo 17

4.7K 202 17
                                    

Halia

-Cariño...-me habla mi padre- ¿No quisieras una copa de vino? Digo, para calmar tus penas.

Mi madre a su lado le da un codazo provocando que salpique el vino de su copa sobre él. Desde hace un día que me encuentro en casa de mis padres. Ninguno me pidió una explicación por mi repentina decisión de irme con ellos por el fin de semana y es algo que agradezco.

Decidí apagar mi teléfono después de salir del apartamento de las chicas, bueno, ahora de nuevo será el mío. Necesitaba un poco de tranquilidad en estos días para saber cuál será mi siguiente movimiento, saber qué es lo que quiero o no en mi vida.

Nos encontrábamos cenando pizza porque a papá le dio pereza preparar algo y el turno de mamá de cocinar fue ayer. Cada uno tenía una copa de vino en mano, en cambio yo disfrutaba de una soda junto a mi querida pizza de queso.

-Aún no tengo edad para beber, papá. ¿Lo olvidas? -lo observo con interrogación. Muchas veces puede olvidar en verdad cuál es mi edad. Aún cree que soy esa niña a la que le contaba cuentos antes de dormir.

-Puedo hacerme el de la vista gorda, además es mejor aprender a beber con tu familia. -me guiña un ojo.

Mi madre se ríe por mi gran mentira, por supuesto que he bebido. Mi padre toma de su copa dejando un poco de vino y me lo pasa para que pueda beber. Lo acepto con gusto, no me molesto en fingir saborearlo o mostrar inexperiencia. Tomo todo el líquido sobrante y dejo la copa en la mesa frente a él.

Luce sorprendido, pero se recompone al instante. Por mi lado, sigo comiendo la pizza que tengo en mano. Ambos comienzan un nuevo tema de conversación, sin embargo, mi mente vuelve a perderse entre mis pensamientos. Desde que vi esas fotos mi pecho no ha dejado de sentirse oprimido, no me permito llorar frente a mis padres. Estoy segura que eso les preocuparía. Mi mente divaga en si llamar a Darem para pedir una explicación o si en terminar nuestra relación.

Estoy segura que estoy pensando con la cabeza caliente. Por eso me tomare este fin para aclarar mis ideas y para el lunes que lo veré en clases ya tendré una decisión. Me permito volver a la realidad y unirme a la animada conversación con mis padres.

- ¿Qué les parece si vemos una película de terror? -pregunta mi madre recogiendo los platos de la mesa.

-No, sabes que después de verlas no puedo dormir. -se niega mi padre mientras la ayuda a limpiar los restos de la mesa.

-Lo sé, cariño. Por eso lo sugiero. -le dedica un guiño con una pizca de coqueteo.

-Dios. -me tapo las orejas- No quiero escuchar esas cosas. Guárdense sus perversidades para su habitación.

Me alejo de ellos riendo. Me encamino a las escaleras y voy directo a mi antigua habitación.

Solo quedan pocas cosas aquí, la mayor parte está en el departamento que comparto con las chicas. Excepto la cama, compre una nueva cuando me mude. Me acerco a mi antigua mesa de noche en donde reposa un cuadro.

Mi primer día de clases. El día en el que conocí a las chicas, Thea me había defendido de unas niñas que no les gustaban mis coletas y Tamara al verme llorar me regalo su paleta.

Observo la imagen con detenimiento. Somos las tres con nuestros uniformes. La foto había sido tomada al finalizar nuestras clases, mi madre estaba tan emocionada con la idea de que hice amigas que no se resistió a tomárnosla.

A mis espaldas escucho como la puerta es cerrada con cuidado. No me molesto en voltear, puedo escuchar como los tacones de mi madre resuenan contra el piso. Siento como se sienta a mi lado en la cama, observando la foto conmigo.

My music writerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora