My music writer

Epílogo 2

Halia

Otros dos años después...

-No se acerque. -escucho detrás de mí a mi seguridad.

Giro mi dirección hacia él y observo como detiene a un joven que trato de acercarse a mí.

-Disculpe, solo quería saber si se le deseaba algo señora Matthew. -escuchar que me llamen por el apellido de Darem cuando aún no estamos comprometidos vuelve mis mejillas de un color carmesí- El señor Darem nos dio la indicación de que la hagamos sentir cómoda. ¿Desea una copa de champán?

Niego rápidamente. - ¡No! -ambos me miran asustados por mí reacción-Una botella de agua estaría bien, por favor.

El joven se va por mi agua y el hombre que Darem dejo a cargo de mi seguridad vuelve a su postura rígida y seria. Vuelvo mi vista al frente, mientras siento como la música se vuelve a colar por mis oídos. Cientos de personas cantan a coro junto a él y mi pecho se oprime al verlo tan feliz en el escenario. Siento un gran orgullo al verlo parado ahí, mientras cada dos por tres su mirada se conecta con la mía.

Por petición de él, aunque tampoco me dio muchas opciones, me encuentro en el backstage. Observando todo el concierto y a la multitud desde aquí.

Darem esta dándolo todo en el escenario en la última fecha de su gira. Después de esto volveremos a casa, el lugar que me mostro hace dos años y que ahora llamamos hogar. El último año ha sido una locura entre muchos viajes a diferentes lugares en donde él se tenía que presentar.

Después de graduarme hace un año en creación literaria no me atrevía a mandar mi manuscrito que había escrito basado en mi relación con Darem. El miedo al rechazo me impedía hacerlo. Pero un día las chicas aparecieron en mi casa junto a una carta, en la que me decía si habían aceptado mi manuscrito o no. La primera reacción que tuve fue de confusión, no entendía como pudo llegar hasta las manos de una editorial, menos de una de las más importantes.

No tardaron mucho en confesar que ellas lo habían mandado sin mi conocimiento, aunque, tampoco tardaron en delatar a Darem, quien fue quien les dio mi manuscrito en primer lugar. Mi ira no tardó mucho cuando al abrir ese sobre leí que había sido aceptado. Mi libro se publicaría y además lo haría en una de las editoriales más importantes del país. Esa noche tuvimos una cena de celebración con todos, luego cuando solo estuvimos Darem y yo, paso toda la noche felicitándome y demostrándome lo orgulloso que estaba de mí.

Mi libro resulto ser un rotundo éxito, estando durante seis meses en el puesto número uno de los más vendidos en más de siete países. Ahora estoy escribiendo mi cuarto libro, mientras acompaño a Darem en su gira.

Gira a mi dirección mostrándome una sonrisa. El concierto esta por acabar y él está a punto de cantar la última canción de la noche. Escucho atentamente las melodías e identifico la canción al instante. Es la canción que Darem escribió sobre nosotros y la que canto aquella noche fuera de la casa de mis padres. El público enloquece cuando comienza a cantar y su mirada no se despega de la mía.

Recuerdo hace dos años cuando Darem para mí cumpleaños veintiuno me canto esa misma canción y me revelo mi sorpresa. Había escrito todo su tercer álbum sobre nosotros, en especial sobre mí. La disquera tanto como el público tambien lo amaron, fue uno de los más escuchados junto a su primer y quinto álbum, además de que muchas de sus canciones alcanzaron el puesto número uno en el chart de Billboard Hot 100.

Observo como Darem, sin dejar de cantar, se encamina hacia mí. Siento mi pecho subir y bajar con rapidez y no sé si es por él o porque ahora los dos somos enfocados en las pantallas que ocupan todo el lugar. Me sujeta la mano con suavidad y me lleva hacia él. Sin soltar mi mano y aun cantando me guía hacia el centro del escenario.

Mis nervios aumentan, él logra darse cuenta por lo que suelta mi mano para ahora sostener mi mejilla y que ahora solo me enfoque en él. Funciona. Mi concentración ahora permanece en él y no en los cientos de personas que están observándonos y cantan al unísono.

Darem está cantando las ultimas estrofas de la canción y finaliza hincándose en una rodilla. De su bolsillo trasero saca una pequeña caja con un diamante verde dentro. El color de sus ojos. Las personas enloquecen, pero no les prestó atención. Sigo enfocada en lo que tengo adelante mío.

- ¿Qué estás haciendo? -preguntó incrédula. Aun no podía creerlo, parecía un maldito sueño del cual jamás quisiera despertar.

- ¿No es obvio? Estoy tomando otra de las mejores decisiones de mi vida. -siento como mis lágrimas comienzan a caer- La primera fue reclamarte en ese estacionamiento frente a todos. Ahora estoy pidiéndote que seas mi esposa frente a millones de personas.

-Claro que quiero. Te amo, Darem.

Me coloca el anillo para después levantarme de la cintura y besarme. Da vueltas conmigo, pero lo detengo cuando llega un mareo. Me observa preocupado, pero lo tranquilizo cuando hablo.

-Tranquilo. Solo estoy embarazada, es normal. -suelto la bomba que lo deja atónito.

Su sonrisa crece con la noticia de que seremos padres por primera vez. Luego de que Darem me haya contado su sueño de nosotros junto a dos niños idénticamente a nosotros y que esperaba eso en un futuro cercano, supe que ya era hora de retirarme el implante anticonceptivo que mi madre me sugirió que me lo colocara cuando cumplí dieciocho años y que solo reemplace una vez.

Se vuelve a arrodillar, pero esta vez para besar mi aún plano vientre. Desde está posición observo el futuro que viene. Me casare y tendré un hijo con el hombre que amo. Junto a él.

Junto a mi músico y él junto a su escritora.