EMPATIA

SUEÑOS AJENOS

suelo.

— ¿Acaso no fui claro?

Sasuke había caminado hacia la habitación cuando un sentimiento cálido y asqueroso sobre Naruto lo invadió. Cuando entro se encontró al usuratonkachi con la idiota en brazos, con un fuerte golpe lo extinguió (había disfrutado haciendo todo el día) y ella cayó al suelo. Maldijo al sentir el golpe.

— ¿Que te dije?— le siseo inclinándose

—Yo... — el sonrojo desapareció y se puso pálida. —Lo s...s...ento.

Se levantó irritado, detestaba a esas mocosas tontas que gritaban como histéricas tras los chicos, tuvo una idea. Tal vez ella era de aquellas que de niño lo seguían por doquier, claro al ser un renegado ahora corría por el gran héroe.

La ira la estremeció y se sintió patética él la creía patética.

—Eres una molestia— le dijo con desdén. —Completamente patética.

Espero que lo mirara molesta o dolida pero solo resignación brillaba en su mirada ni siquiera un asomo de llanto. No sabia que para ella eso no era nuevo se había acostumbrado a palabras hirientes las recibía bastante bien.

Naruto golpeó a Sasuke con fuerza tirándolo al suelo de inmediato las lágrimas acudieron a los ojos de Hinata.

—No le hables a Hinata así.

Sasuke miró de reojo a Hinata sosteniendose la cara ¡oh si el dobe supiera! —No me dolió— dijo divertido ¿cómo se sentiría ser golpeado por la persona que quieres?

—Bastardo no puedes tratarla así.

—Hago lo que quiero.

Naruto vio las lagrimas no derramadas en los ojos de Hinata —La hiciste llorar te voy a...

Hinata se colgó del brazo del rubio con solo una cosa en mente; otro golpe de esos la dejaría inconsciente. —Po…por favor Naruto-kun.

— ¿Hinata?— la vio extrañado.

Ella se dio cuenta de lo que hizo y se ruborizó, su corazón martilló con fuerza pero el sentimiento se vio opacado por una terrible sensación de furia hacia Naruto.

Sasuke se estaba concentrando en insultar mentalmente al rubio, tonto, ingenuo, incapaz, bruto. Vertió su rencor y disfrutó la expresión de dolor que obtuvo como respuesta en el rostro gentil de la chica, debía ser terrible para ella sentir lo que él respecto a Naruto.

—Basta— le dijo con voz fuerte pero sin gritar. Ahora si quería llorar, aun cuando no eran de ella tener sentimientos malignos hacia Naruto le dolía. Corrió fuera al notar como aumentaban esas malas sensaciones queriendo dañar a Naruto, un clon de la retuvo en la salida pero se soltó y se alejó.

- ¿Que Paso?

—Yo qué sé. —Se levantó tranquilo. Un problema menos, ella no regresaría más después de eso.

—Voy a buscarla.

—Déjala. Vete también.

—No te atreveré al gusto.

A eso de las cinco de la tarde Naruto por fin lo dejo solo, la casa quedó vacía. Se detuvo en el pasillo y cerró los ojos, solo había un profundo silencio no sentía nada en particular, una extraña quietud lo embargaba, había estado ahí antes pero con Naruto haciendo ruido no se había percatado.

Había pasado una desgracia en ese lugar pero también paso buenos momentos, buenos recuerdos con su hermano algunos que había dejado en el olvido. Por fin se percató y se sintió irritado, salió y cruzó el jardín, ahí estaba ella y gran parte de la quietud la originaba la chica, estaba sentada apoyada en el viejo árbol mirando el cielo.

— ¿Qué haces aquí?

—Soy una shinobi esta es mi misión— respondió tranquilamente sin verlo.

¿Su misión? Tan en serio iba, no parecía enfadada por lo sucedido, es más estaba tan calmada que aunque no quería lo sentía también.

—La misión es vigilarlo y acompañarlo, me quedare hasta que se me diga lo contrario.

Sasuke la miro sin entenderla.

—Fue mi culpa— ella lo miró —Uchiha san me lo advirtió.

No sabía porque seguía ahí de pie escuchandola peor aun no le gustaba la forma en que sus ojos claros lo miraban así que se volteó rumbo a la casa.

—Lo siento— dijo ella levantándose —Tratare de no hacerlo sentir cosas innecesarias— Sasuke continúa caminando sin inmutarse —Se… ¿se quedará en casa?

Era una pregunta estúpida — ¿A dónde más iría?

—Lo veo mañana entonces.

Hinata saltó al tejado y se fue a toda velocidad, había sido difícil mantenerse tranquila y no permitir que él dominara lo que sentía, se había asustado con el rencor que sentía hacia Naruto.

Le sirvió para darse cuenta de varias cosas, ella nunca experimentó sentimientos de ese tipo no estaba en su forma de ser desarrollarlos, por eso cuando Sasuke le transmitía sus sentimientos la asustaba no estaba acostumbrada a ellos, debía poner de su parte y ser fuerte porque La oscuridad que inundaba a ese joven podía arrastrarla si no iba con cuidado. Pero tenia confianza de que el pequeño dulce niño en el que estuvo atrapado la noche anterior no estaría del todo sepultado.