Preparación de pasteles

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Keigo está concentrado.

Se encuentra adornando con precisión un pastel. Al lado del mesón de la cocina en la parte trasera de la tienda tenía su celular como referencia brillando con la imagen al pastel que intentaba asemejar. Con el ceño fruncido, se muerde el labio inferior, tiene que salir perfecto o si no no puede llamarse Takami Keigo.

Gira la base rotatoria del plato para terminar de esparcir el buttercream de un lado del pastel cuando su concentración casi se desestabiliza por el sonido de la campana de la tienda.

Un cliente había ingresado; y enserio, enserio debería dejar de hacer esto pero no pudo evitarlo, dejo la manga pastelera con rapidez para mirar de reojo por la puerta de la cocina al cliente que acababa de ingresar, resignado, hizo una mueca al ver a Tobita-san atendiendo al cliente pero por sobre todo no era él, así que de la misma forma que dejó la manga pastelera regresó a terminar de adornar el pastel.

Una vez que terminó admiro su trabajo con orgullo antes de llamar a Aiba-san, ella se encontraba subiendo un video de Tobita-san sirviendo un té exótico e indicando sus propiedades en el canal de la tienda.

―Es hermoso, Keigo ― Felicita Aiba-san mirando el pastel encantada, junta sus manos para apoyar su rostro con emoción.

Estaba tan emocionada que comenzó a señalar lo lindo del pastel dando saltitos, Keigo tuvo que colocarse detrás de ella con las manos extendidas para asegurarse que no se cayera del banco en el que estaba saltando, de nuevo.

―Me alegra que le guste, Aiba-san, pero sería mejor si evitamos un encuentro con el piso esta vez

―Oh, si, disculpa ― Ella se rió apenada deteniéndose ―. Debemos tomarle unas fotos para la página, hay que llevarlo adelante.

Estos días han sido verdaderamente ocupados en la tienda de té, incluso los pasteles se habían terminado más rápido de lo usual por lo que tuvieron que aumentar su producción, así que había días en donde Keigo se encargaba de los que usualmente solía hacer y Aiba-san de preparar los demás. Sin mencionar que estaban experimentando con algunas nuevas recetas occidentales para ampliar el repertorio del menú, días ocupados sin duda y eso que no estaba contando los ensayos y algunas salidas en ello.

En el fondo de su mente, persiste el recordatorio que dentro de poco quitaría la tienda de té de sus preocupaciones y añadiría los exámenes finales en el hueco faltante. Todavía no quiere alejarse de este lugar.

―Gracias a tu ayuda estamos logrando terminar los preparativos para el pedido del hotel, enserio no sabes cuánto agradecemos tu ayuda, Keigo.

Aiba-san lo miró con una gran sonrisa. Al escuchar eso, Keigo salió de sus pensamientos y sonrió de vuelta con una sonrisa brillante.

―Para nada, Aiba-san, el equipo "té con postres incluidos" debe seguir en marcha ― Keigo rió al ver la cara que puso Aiba-san ante el nombre que acababa de inventar.

―Aún tenemos un par más de postres por decorar, ¡Cariño, Keigo estará ayudándome con los pasteles atrás, te encargo el resto, mi vida! ― Ella dijo dirigiéndose hacia Tobita-san a saltitos.

―Claro que sí, mi cielo, no te preocupes, yo me encargo de todo aquí.

― ¡Oh, cariño, siempre eres tan bueno!

No había nada de muestras de afecto en público más que palabras con esa interacción pero aún así seguía resultando algo incómodo. Claro, Kiego podría escaparse a la cocina para no ver más, sin embargo los pobres clientes no, a no ser que se fueran y eso es algo que Keigo no podría permitir, así que se aclaró la garganta con fuerza como siempre hacía en estos casos para interrumpir a la pareja.

Un dulce para llevar || EndehawksDonde viven las historias. Descúbrelo ahora