Nuevo lugar de ensayo, nuevas experiencias

147 13 27
                                    

Para Shoto Todoroki, las vacaciones de verano no eran algo que él esperará con ansias como los demás niños de su edad.

Si bien quería descansar de las lecciones de la escuela, todavía quería ver y juntarse con sus amigos más tiempo. Bakugo era enviado donde sus abuelos en vacaciones, y si bien, Midoriya había dicho que podría visitarlo cuando quisiera, Shoto sabía que eso no sería algo de todos los días como en la escuela.

― ¡Shoto! Hice batidos de frutas, ¿quieres uno?

Shoto se encontraba mirando su serie de héroes favorita cuando Fuyumi habló. Fue breve cuando se giró hacia su hermana asintiendo en respuesta, todavía seguía concentrado en el héroe que peleaba contra el villano en la televisión.

― ¿Sigues mirando eso?

Natsuo se sorprendió apareciendo por las escaleras, miraba la serie sin comprender porque a Shoto le gustaba tanto aquella serie con ese héroe sonriente, que sonriera todo el tiempo era escalofriante. Pero pese a sus pensamientos, Natsuo se sentó en el sofá a la derecha para acompañarlo.

― ¿Mamá le dijo a alguien a qué hora va a llegar? ― Fuyumi preguntó, entrando con una bandeja de tres vasos para ellos, tomó uno de ellos para sentarse al lado de Shoto.

―Creo que dijo que saldría con Hakamada-san luego del trabajo y llegaría un poco tarde ― Natsuo murmuró mientras recordaba lo que le habían dicho en la mañana, le pasa un vaso a Shoto antes de tomar el suyo.

Fuyumi suspiro con la cabeza a un lado, murmuró sobre la visita de su padre para hoy sin despegar la vista de la tele.

Shoto continuó concentrado en su serie al escucharlo, ignoraba la conversación de fondo de sus hermanos, que había pasado de su padre a la forma en que la casa se sentía tranquila sin Touya presente.

Cierto, una de las razones por las que a Shoto no le gustaba las vacaciones de verano era gracias a las discusiones entre su padre y Touya. Eran demasiado ruidosos, de por si su padre hablaba como si estuviera sordo, y Touya no se quedaba atrás cuando comenzaban a discutir; hasta ahora no entendía del todo los motivos del enojo de su hermano. Antes era peor, su padre nunca estaba en casa, y ni siquiera lo veía cuando estaba porque se la pasaba encerrado en su oficina a la cual nadie entraba, o si lo veían, era porque se la pasaba discutiendo en el jardín de su anterior casa con su madre, lo que lo molestaba; así que no entendía cuál era la insistencia de Touya porque el viejo les tome atención incluso en ese momento, Shoto hubiera sido feliz si seguía sin verlo.

Luego, ocurrió el asunto del divorcio, algo que la psicóloga a la que van cada 15 días le hizo entender hace 2 años que era un asunto que sucedía entre padres que no llegaban a entenderse y que no era culpa de él como hijo. Incluso había dicho que las cosas podrían ser mejores de esa forma.

Ella no había mentido; con el divorcio, las cosas mejoraron según lo que Shoto veía en su día a día. Su mamá se veía tranquila y feliz, ahora incluso sale con un señor que siempre viste con jeans, y se habían mudado a una casa mucho más pequeña. En unos pocos meses luego de su mudanza, y ya siendo avisados con sus hermanos, cada ciertos días el viejo venía a visitarlos trayendo algunos regalos, como si intentara acercarse a ellos con eso.

Allí había comenzado, la actitud de Touya empeoraba cada vez más con cada visita. Shoto estaba de acuerdo con su hermano, estaban bien con no acercarse al viejo por todo el tiempo que habían sido ignorados, también por haber puesto triste a su mamá en muchas ocasiones. De todos, solo Fuyumi fue la que siempre le tuvo fé, así que no comprendía la insistencia de su hermano mayor en repetir lo mismo todo el tiempo que el viejo aparecía.

Con el tiempo, repetirlo tanto resultó algo molesto en opinión de Shoto.

Y hubiera sido bueno que sólo fueran palabras lo que Touya usaba para demostrar la guerra contra su padre, pero luego las palabras comenzaron a ser acciones. Acciones como arruinar cada salida que el viejo intentaba hacer con ellos, incluso si fuera planeadas con su madre; intentar pelear en cada oportunidad si alguien lo contradecía, no importaba quien fuera; lo más molesto era cuando le gritaba a su mamá, siempre diciendo que nunca lo entendería. Las cosas estaban llegando a ser terribles, incluso Shoto se había unido a varias discusiones contra su hermano, hasta que un día Touya dijo que quería tener una banda. Con ese anunció, recién las cosas se volvieron a tranquilizar en su casa, aunque fue poco tiempo, porque luego el viejo dio su opinión y la guerra regresó.

Un dulce para llevar || EndehawksDonde viven las historias. Descúbrelo ahora