𝐃𝐄𝐕𝐈𝐋

Déjame porfavor

—Mi familia no quería que yo estuviera con alguien, cosa que creo me llevo hacer cosas horribles, además de que mi familia era muy conservadora.—explique jugando con mis dedos.

—¿Por qué te llevaría hacer cosas horribles?—cuestionó con duda.

—Lo amaba mucho supongo, realmente no recuerdo mucho, es verdad lo que dije de que morí asesinada, me mato mi padre ahora que lo recuerdo.—recorde aquel sueño.

El alco la ceja—¿Tu padre te mato?—se recargo en la espalda de su silla.

—Si, descubrieron lo que hacía y una cosa llegó a otra.—reí un poco incomoda.

Su cara cambio a una de decepción bajo su mirada— ahora la pregunta es, ¿Cómo llegaste ser un ángel? O creo que fue eso lo que fue por sus alas.—deducio.

Reí—No fuí cualquier angel, Señor Alastor, fuí un Eterno.—sonreí.

El abrió su boca sorprendido—¡Fue un ángel eterno por todo el infierno jamás me imaginé eso!—rió sin poder creerlo.

—Todos dicen lo mismo.—rodeé los ojos—Nadie cree que fuí una eterna y lo peor que me desterraron por amor.—dije irónica.

—¿Exactamente por qué Astartea?—se acercó un poco a mí.

Lo pensé un momento tratando de recordar—Creó y recuerdo que fue por besar a alguien que no debía—reí moviendo mi cabeza—Es una tontería tal vez solo es un sueño.—tome de mi taza.

Se quedó callado pensando, o eso decía sus gestos, hasta que soltó un quejido.

Se levantó de su asiento para acercarse a mi, me tomo del mentó para verme a los ojos y ver toda mi cara.

Sus ojos parecían buscar algo en mi mirada, me soltó como si lo hubiera encontrado, me miró de abajo para arriba.

—Es suficiente por hoy.—dijo seco para salir de la estación sin decir más.

Me quedé callada, ¿Que paso? Fue lo primero que me pregunté, en un momento todo estaba bien de derepente todo se volvió frío.

Me levanté de la silla y me dispuse a salir de la estación, cuando salí de la estación fue al hotel para ir a comer algo o irme a dormir de una vez.

Entre al hotel y lo primero que vi fue a Ángel.

Lo saludé, sus ojos le brillaron al verme—¡Por todos los demonios te vez estupenda Astartea!—se levantó del sillón.

Tomo mi mano para darme vuelta yo le sonríe.

—Muchas gracias Angel te vez estupendo igual.—el sonrió con orgullo moviendo su cabello.

—Ya lo se cariño, soy fantástico.—se acomodo bien su chaleco.

—¿Que te trae por aquí, vas a salir?—le pregunte llendo a la cocina el me siguió.

—Si, de echo iba de salido pero no sé, no quiero ir solo.—tomo un chocolate de la lacena.

Me metí un trozo de pan a la boca con la ceja alzada—¿Acaso me estás invitando indirectamente?—deduje.

Sonrió ampliamente—Eres inteligente, vienes hermosura.—se levantó de la silla.

—Sera divertido ir contigo Angel.—ladeé mi cabeza.

Asintió—Todas las chicas y chicos que han estado con Ángel dust se divierten a lo grande y tú chiquita no serás la excepción.—paso su dedo por mi barbilla.

—Bien acepto, vámonos no tengo nada mejor que hacer.—lo seguí el se emociono.

—No te vas arrepentir chiquita.—hablo emocionado.