🐍 1. Cuaderno

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Hange logró hacer que el titán la siguiera y saliese del bosque, y Levi le disparó una bengala roja para atraer su atención.

– Por aquí, estúpido.

El Escuadrón del pelinegro llegó para unirse a su Capitán, siguiéndolo, y sorprendiendo a la mujer.

– ¡Oigan, no interfieran!

El titán observó al grupo, pero no los siguió, decidió volver a perseguir a la de lentes; ella sonrió.

– ¡Así, así! ¡Justo así!

Sin embargo, al ver cómo aquel actuaba extraño, Hange decidió detener su caballo; lo vio observar a su alrededor y luego darse la vuelta para volver corriendo al bosque.

– ¡Aguarda! ¡Oye, espera! –tiró de las riendas del caballo, para perseguirlo.– Oye, ¿A dónde vas?


– ¿Qué pasa con ese idiota? ¿De vuelta a casa? –cuestionó Auruo, y gritó al morderse la lengua.

– Es extraño, incluso si es anormal –comentó Petra.

– Sí –afirmó Erd, mirándola.–, es diferente de todo lo que se ha informado hasta el momento.

– No –negó Gunther.– ¿No los llamamos "anormales" porque no son como los otros?

– Anormales somos nosotros persiguiendo un titán –bromeó Luke. Tn rió.

– No importa –interrumpió Levi, sacando una de sus cuchillas.– Lo haremos aquí.


– Oye, dije que esperes.

«¿Se dirige a algún lugar específico? Aunque es un anormal, ¿Es posible que un titán haga algo como eso?», pensó.


Tras tanto correr y perseguir, el titán se detuvo ante un enorme árbol que estaba en medio de una zona llena de flores blancas, con los árboles a su alrededor formando un círculo con ese alto en la mitad.

Hange detuvo su caballo y exclamó curiosidad al ver el lugar. El titán dio un paso hacia el árbol y golpeó su frente contra su tronco, sobresaltándola.

– ¿Qué? –bajó del caballo.– ¿Qué está pasando? –tomó el mango de una cuchilla, mientras se acercaba.– ¿Qué estás haciendo? ¿Aquí es a donde querías llegar...?

La de lentes dio un paso atrás y saltó cuando aquel lo atacó, usando su equipo de maniobras para elevarse hacia la rama de un árbol.

– ¡Vaya! ¡Cerca! –dio un paso adelante y bajó.– ¿Qué? ¿Qué pasa? Te escucho –sonrió nerviosa.

Auruo usó su equipo de maniobras para sujetarse de la nuca de aquel titán y saltó, levantando sus cuchillas.

– ¡Lo tengo!

– ¡Auruo, espera! –lo detuvo.

– ¿Qué? –cuestionó desconcertado.

El titán aprovechó la distracción para tomar al hombre con una mano y abrió su boca dispuesto a devorarlo, mientras este gritaba; sin embargo, Levi fue más rápido y pasó a un lado, cortándole el brazo para que soltara a su subordinado, dio una vuelta en el aire, y se dirigió hacia su nuca, cortándola.

El titán cayó al suelo, mientras su sangre se evaporaba.

El pelinegro miró su mano ensangrentada y chasqueó la lengua, sacando un pañuelo para limpiarse; miró al castaño.

– ¿Estás bien?

– Capitán... –sollozó.– ¡Siempre me quedaré con usted!

– Él pudo haber sido un precioso sujeto de experimentos –se lamentó, dejándose caer de rodillas al suelo.– Si hubiera sido capturado, la humanidad podría haber dado un paso adelante...

La Serpiente en el Paraíso 🐍 Levi AckermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora